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Los libros de la semana: los artículos humorísticos de Umberto Eco y las aventuras de un hipster en el campo

También se recogen en un solo volumen los cuentos de Mary Shelley, la autora de Frankenstein

Umberto Eco, el genio serio
Umberto Eco, el genio seriolarazon©GTRESONLINE

SER UN HOMBRE EN EL SIGLO XXI

Alberto Marcos publica el excelente volumen de relatos “Hombres de verdad”

Los protagonistas masculinos que nos presenta Marcos se enfrentan a sus propias dudas, a sus incertidumbres, a su lugar en la sociedad, y el narrador subraya esa fragilidad que se intensifica por el hecho de que son homosexuales y, por consiguiente, varones que, más allá de sus historias personales, albergan preguntas acerca de cómo han visto cambiar sus vidas, sus maneras de ser, sus hábitos o su forma de estar en el mundo. Los hombres de este «cuentario», compuesto por nueve relatos, se enfrentan a las contradicciones de lo que supone, hoy, serlo, atrapado en el rol tradicional de la hombría insensible que lucha por sumergirse en el territorio de la delicadeza y las emociones. Para ello, cada uno de los «arquetipos» retratados deberá poner en solfa su verdadera necesidad de amor, de deseo, de creencias, de miedos... ¿Qué estarán dispuestos a hacer para convertirse en hombres de verdad? ¿Superarán las inseguridades, terrores y contradicciones que atormentan a los muchos «machos» solitarios del siglo XXI?

Como en círculos concéntricos, hallamos tres elementos primordiales. La homosexualidad, como eje vertebrador. En la mayor parte de los casos estamos ante gais atípicos que se desenvuelven en situaciones paradójicas: un joven incapaz de amar pero que se queda «colgado» de un desconocido de internet, un futuro matrimonio de homosexuales del PP en peregrinación a Fátima con sus suegras, una húmeda historia de amor contada, paso a paso, a través de Facebook, una accidentada quedada a través de una aplicación, la vida de un niño que se enamora de su compañero del campamento católico… Como segundo espacio común está Madrid, un personaje más, y el autor se nos muestra como un gran cicerone por buena parte de sus barrios: Prosperidad, La Latina, el Barrio de Salamanca o la Plaza de España. Cierra el eje común la imbricación de elementos recurrentes como la religión–o el folclore católico–, el amor en la era digital, los traumas de juventud, la búsqueda de la identidad, las descripciones de los cuerpos de los hombres...

Situaciones paradójicas

Su prosa arranca con una austeridad quirúrgica pero de cómoda lectura. Enemigo de lo superfluo, Marcos va hilvanando historias de mayor complejidad sintáctica en un prodigioso crescendo. De igual forma, se apoya en descripciones esquemáticas (muy de agradecer, por cierto) para dibujarnos a los protagonistas sin caireles que hubieran manchado el texto. En cuanto a sus tramas, resulta curioso que sean creíbles dentro del riesgo que asume en cada una y que nos permita driblar entre lo paródico y lo realista.

Personalmente me arrebata -perdón por el juego de palabras- el relato sobre Iván Zulueta, que se imbrica con un retrato del fantasmagórico edificio de España. Pero aunque pudiera resultar la guinda, aún queda una coda final de la que emerge una explosión sensitiva: el ocaso de una existencia marcada por el ansia de amor. En definitiva, este libro es un canto a los hombres que han sido expulsados de la masculinidad mal entendida... cuando ellos son los hombres de verdad.

Ángeles LÓPEZ

EL HUMOR SIEMPRE FUE ALGO MUY SERIO

Aparecen los textos de Umberto Eco para la Prensa cargados de la ironía que le caracterizó
No cabe duda de que Umberto Eco ha sido uno de los intelectuales más interesantes e importantes del siglo XX y de parte del XXI, hasta su no lejano fallecimiento. Se le podría considerar como el último epígono de esa ilustre estirpe que conformó el humanismo italiano, una línea que va desde la tardoantigüedad hasta Boccaccio, Poliziano o Pico Della Mirandola. Muchos de ellos tuvieron en común un gran conocimiento de la tradición clásica y una obra revolucionaria para su tiempo. así como un notable sentido del humor. Todo eso ha representado el escritor para nosotros: novelista, ensayista, catedrático de semiótica, renovador, en suma, de los saberes de las llamadas ciencias humanas y referencia para todos cuantos trabajan en esta área durante nuestros días. Su excelencia y buen hacer literarios solo son parangonables a su estupendo sentido del humor, para mí la verdadera marca de los sabios (junto con la humildad). Y precisamente de humor e ironía hace gala Eco en el último libro que se publica en castellano bajo el título «Cómo viajar con un salmón».
El mejor Woody Allen
El libro reúne los artículos que publicó quincenalmente en la última página de la revista italiana «L’Espresso» entre 1986 hasta su muerte en la sección de inspiración clásica «La bustina di Minerva». Agrupados por el propio autor en un solo volumen poco antes de fallecer, el libro ve la luz ahora en castellano gracias a los buenos oficios de la editorial Lumen y en la estupenda traducción a cargo de Helena Lozano, a la sazón alumna de Eco, traductora de su obra y profesora en la Universidad de Trieste.
El libro francamente no tiene desperdicio y no puedo dejar de recomendarlo a todos los lectores que busquen un humor inteligente, antiguo y a la vez actual, en una prosa divertida que recuerda, en plan columna, al mejor Woody Allen de «Cómo acabar de una vez por todas con la cultura», mezclado con Italo Calvino y Montanelli, en una combinación de humor intelectual y unas atinadas observaciones cotidianas.
En este curioso manual de instrucciones aprenderemos, entre otras cosas, a organizar una biblioteca pública –con una divertida ironía–, a olvidarnos de los teléfonos móviles, pasar unas vacaciones inteligentes, comer helado, reconocer una película porno o evitar hablar de fútbol. Cine, música, literatura, televisión, fútbol y sociología son algunas de las materias que tienen cabida en este volumen que no pierde pertinencia ni por el tiempo transcurrido entre los diversos artículos ni por su aparente dispersión.
Prepárense, pues, para un entretenido prontuario de opiniones y consejos paradójicos, críticas sociales, mordacidad contenida y costumbrismo inteligente a cargo de uno de los más inolvidables intelectuales europeos. Esbozarán una sonrisa y, a la vez, tomarán el pulso a más de 30 años de cultura europea en las columnas del inolvidable Umberto Eco.
David HERNÁNDEZ DE LA FUENTE

ESTO NO ES VIVIR EN EL CAMPO

Daniel Gascón publica “Un hipster en la España vacía”, una novela inteligente, original y humor

Una parodia, sí, pero no una parodia para quedarse solamente en el humor, en los gags, en la superficie, en la carcajada fácil y sin sentido. Una parodía, sí, pero, sobre todo, una novela donde el humor no es el fin último que persigue el autor, sino que el humor, en todo caso, se convierte en una manera de ver las cosas (la realidad misma, quizá) y, por eso, lejos de provocar la carcajada rápida, se transforma en lo que debe ser: algo serio.

Y lo serio que cuenta con mucho humor Daniel Gascón en «Un hipster en la España vacía» es el movimiento que hace Enrique, el protagonista de la novela, al instalarse en La Cañada, un pueblo de Teruel, para alejarse del agobiante ritmo urbano (y, también, de un amor) y probar suerte con la idílica y bucólica vida rural. Se acomoda tranquilamente en la casa de una tía y, por las mañanas, en lugar de ir a comerse el mundo de la ciudad, cambia de actividad: hace yoga en el corral, come quinoa, se interesa por los huertos y, cuando puede, busca desesperadamente algún sitio donde haya cobertura de internet porque, claro, no sea cosa que sus seguidores de Instagram dejen de ponerle «likes» a su nueva vida rural.

Porque la vida rural que vive Enrique no tiene nada que ver con la vida rural que vivieron sus ancestros. Él, de algún modo, se siente un raro, un forastero, un extraterrestre que no termina de entender ese mundo al que ha llegado, aunque le apasionen las historias con las que se encuentra, los personajes con los que se cruza y el ambiente en el que puede vivir, más que una vida rural, una vida que, al fin y al cabo, no deja de ser una «vida virtual». Pero en esa vida rural, o virtual (para el caso es lo mismo), Enrique encuentra, curiosamente, su propio lugar en el mundo porque logra, incluso, enamorarse de nuevo, se implica en los distintos conflictos sociales y políticos (también históricos, relacionados con la Guerra Civil española) y llega a ser un referente para todos los habitantes del pueblo.

Absurda realidad

Más allá del humor que marca el tono de la obra, ésta no deja de ser una novela. Y una novela moderna además, pues en muy pocas páginas, Gascón logra incluir diversos registros, distintas maneras de narrar para mostrar, en el fondo, una realidad que, además de ser absurda, también podría serlo todavía más. El humor, en ese sentido, más que llevar a los lectores a la risa fácil, automática, lo lleva a la reflexión, a ese punto que marca la diferencia entre la astucia y la estulticia.

Diego GÁNDARA

LA MARY SHELLEY MÁS GÓTICA

Se recuperan los magníficos cuentos de la autora de “Frankenstein”
Hace apenas dos años nos hacíamos eco de un trabajo fabuloso, «Frankenstein. Bicentenario 1818-2018. Edición anotada para científicos, creadores y curiosos en general», que publicó la editorial Ariel. Fue una ocasión inmejorable para conocer cómo Mary Shelley, concibió su «criatura» (como se le llama en el texto) para la confección de un libro que aún hoy anima a reflexionar sobre los límites éticos de la ciencia y la tecnología. Coincidía, además, en aquel año, una gran novedad, «Mathilda» (Cátedra), novela eclipsada por el éxito internacional de «Frankenstein» que ni siquiera Shelley pudo publicar en vida; de hecho, el texto tuvo que esperar ciento cuarenta años para ver la luz, como explicaba el responsable de la edición, Juan Antonio Molina Foix, quien por otro lado destacaba su impronta biográfica y un enfoque romántico y melancólico, en un argumento lleno de sueños, pasiones y muertes.
Vida espantosa
Ciertamente, la obra de Shelley va mucho más allá de su inmortal personaje, lo que acaba de confirmarnos Gonzalo Torné en esta estupenda iniciativa, con un bello título, «Amar y revivir», en que ha reunido una docena de cuentos de la autora inglesa, por siempre ligada al poeta Percy B. Shelley, con el que le unió un destino espantoso, por su mar de desgracias de todo tipo. Y es que parece que el horror persiguió a la pareja en la vida tanto como en sus creaciones literarias: «El lector encontrará en estos cuentos algunos elementos del atrezo de la literatura gótica: torres siniestras, laboratorios alquímicos…, pero mezclados con elementos del imaginario romántico: claros de luna, ruinas romanas…, y de los cuentos populares: duendes, zapatos perdidos…», explica Torné en la introducción.
Es, como se va percibiendo a lo largo de las páginas, un miedo de orden psicológico el que actúa en textos en los se conocen, a veces dentro de ambientaciones italianas –como en un relato en que un romano regresa a la vida y contempla su ciudad natal transformada por el tiempo–, romances desesperados con trasfondo mortuorio o fantástico –como la historia de un joven que toma una poción pensando que es un filtro de amor pero en realidad lo vuelve inmortal y desdichado. Está aquí también la figura del doble, tan habitual en la época en todas las letras europeas de signo gótico, y muy en especial un interés por parte de Shelley de trasladarse al pasado (a los reinados de Manfredo de Sicilia, Margarita de Navarra o Enrique IV de Francia), pues no en vano se dedicó a escribir sesenta biografías breves de hombres históricos para un prestigioso proyecto enciclopédico de la época.
Toni MONTESINOS