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María Jesús Almazor: «El big data funciona a dos dígitos en el campo, así de fácil»

La Consejera delegada de Telefónica España, barcelonesa enamorada de Tarifa, afirma que España está ante una "oportunidad histórica"
Alberto R. RoldánLa Razon

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La mujer más poderosa de Telefónica España, barcelonesa enamorada de Tarifa, entró de becaria en plena expansión global de la multinacional y ha trabajado junto a tres presidentes dispares sin cuyas apuestas, defiende, «la compañía no sería lo que es hoy». Fanática de las series de Movistar –«me he criado aquí»– defiende que «España está ante una oportunidad histórica: liderar la revolución digital desde la primera posición de partida en Europa».
-¿Nos han salvado el pellejo las redes de fibra?
-Se ha demostrado que estábamos más preparados que en otros sitios. La semana previa al estado de alarma, todos los operadores teníamos nuestras preocupaciones, pero luego vimos que las redes soportaban sin problemas un 50% más de tráfico de datos, con aumentos del 60% en móviles. Muchas empresas pensaban que el teletrabajo no era posible y se ha aplicado sin contratiempos. Tenemos una red que ha soportado un tráfico que ni siquiera sabíamos que podía sostener porque no se había probado. Tenemos la mejor red de Europa. La prueba es que no hemos tenido que bajar la calidad del servicio, la única red europea. No solo nos ha salvado el pellejo, sino que el teletrabajo ha llegado para quedarse.
-¿Líderes tecnológicos nosotros?
-Sí. Tenemos la mejor red de Europa y la tercera del mundo. En la época de la revolución industrial, los países mejor preparados eran los que tenían mejores infraestructuras férreas. Nosotros estábamos por debajo de la media europea. Pero en esta revolución digital estamos en la primera posición. Es histórico, nunca habíamos estado en la primera posición de partida en Europa, es la gran oportunidad de nuestro país.
-¿Hay futuro sin digitalización?
-La digitalización tiene dos patas fundamentales. La de las empresas y la de las administraciones públicas. Las pymes tienen un peso crucial en la economía española y creo que no hay posibilidad de que sobrevivan si no se digitalizan en el próximo año. Es una gran oportunidad para diferenciarse, crecer e internacionalizar a nuestras pymes.
-No será tan sencillo como hacer clic...
-Es un cambio transversal. Hay que hacer un análisis del modelo de negocio para adaptarlo a las nuevas tecnologías. Ante modelos de negocio que están obsoletos, lo primero es reorientarlo y luego incorporar el Big Data, la robotización y la formación de nuestros empleados.
-¿Estamos preparados para adaptarnos a cambios tan supersónicos?
- Sí, la prueba es que hemos hecho una formación digital en tres meses como no habíamos hecho en 5 años. Cuánta gente mayor de 70 años ha hecho videconferencias por zoom, webinar, teams... Las habilidades digitales son superimportantes. Nos hemos demostrado que se puede hacer.
-Todo esto está muy bien, pero por ir a lo práctico, ¿cómo puede ayudar la digitalización a una explotación agrícola?
-Hasta ahora, un agricultor sabe cómo va a ser su campaña de recogida de acuerdo a su experiencia. Pero con el Big data puede incorporar la capacidad de prever lo que va a pasar muchas veces más que una persona. Las empresas agrarias que utilizan estos medios están teniendo crecimientos a dos dígitos. Suena muy etéreo, pero funciona así de fácil. Y si crecen las pymes, crecemos todos. No debemos asustarnos al aplicar la inteligencia artificial o el Big data, es más fácil de lo que pensamos.
-¿ Hablando de asustar, hay profetas antitecnológicos que acusan al 5G hasta de la muerte de Manolete...
-La tecnología inalámbrica incluye sustancias que no son nocivas. No hay ninguna prueba científica de que el 5G cause dañó alguno, eso es un «fake». Técnicamente no tiene sentido.
-¿Puede la tecnología crear ciudadanos de primera y de segunda?
-Las administraciones y las empresas deben trabajar para reducir esa brecha. Soy optimista. Se puede lograr con planes agresivos de educación tecnológica desde el colegio. El mundo digital requiere otras habilidades. No es lo mismo impartir una clase por teams que de forma presencial.
-Su anterior presidente no era precisamente un fanático de los «smartphone», llegó a decir que tenía una «carraca» de móvil por privacidad.
-Nosotros cumplimos. Nuestro principal activo es la seguridad.
-¿Qué implica ser la mujer más poderosa en una multinacional tradicionalmente copada por hombres?
-Implica ser responsable de los ingresos de la compañía junto a un gran equipo. Es un orgullo y una responsabilidad. Las empresas deben ser un reflejo de la sociedad. No es un tema de cuotas sino de que aflore el mejor talento. Las nuevas profesiones son la gran oportunidad de incorporación de la mujer porque todos partimos de la misma posición. En las viejas profesiones, los hombres llevaban ventaja.
-Vamos a lo crucial ¿Culé?
-Culé, pero respetuosa con los triunfos del rival.
-¿Desconecta en vacaciones o es de las que va con dos móviles a la playa?
-Lo segundo, los tengo activos porque soy responsable de la red. Pero tengo una capacidad de desconexión alta.
-¿Si se pierde, dónde la encontramos?
-Soy una apasionada de la playa y del mar. Si me pierdo, me encuentran en la playa de Valdevaqueros, en Tarifa, practicando esquí acuático o kite surf. Si puedo me escaparé unos días porque todos necesitamos descontectar psicológicamente. Con prudencia, eso sí.
-Le tira Andalucía, ¿gazpacho o salmorejo?
-Los dos me apasionan.
-¿Su lectura de cabecera en la tumbona?
-Carlos Ruiz Zafón.

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