Así se rodó “Pesadilla antes de Navidad”
La película, creada y producida por Tim Burton y dirigida por Henry Selick, se estrenó un día como hoy de 1993
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En vísperas de Halloween, un día como hoy de 1993, se estrenaba en los cines “Pesadilla antes de Navidad”, película dirigida por Henry Selick y creada y producida por Tim Burton. Es casi obligatorio revisitar la cinta cada año por estas fechas, recordando el éxito que supuso así como admirando cómo Burton acercó al espectador sus delirios más oscuros.
El filme recaudó más de 70 millones de euros durante los meses de su estreno, obteniendo tal reconocimiento que fue nominada -por primera vez para una película animada- al Oscar a los Mejores efectos visuales. Aún con su tono oscuro y aterrador, la cinta de “stop-motion” destacó por su técnica de rodaje, obteniendo dos años de producción complejos.
En una época en la que Burton vivía un gran éxito gracias a “Bitelchús” o “Eduardo manostijeras”, se planteó el reto de “Pesadilla antes de Navidad”. Para su rodaje, se construyeron 230 decorados, que ocuparon 19 platós, así como hicieron falta siete días de rodaje por cada minuto de la película. Si ésta tiene una duración de 73 minutos en total, hagan sus cuentas.
Asimismo, para dotar a la película de la magia y expresividad de la que se caracteriza, fueron necesarias 227 marionetas, así como 400 cabezas intercambiables para su protagonista: Jack Skellington. De hecho, para lograr el parpadeo de Jack Esqueletón se necesitaron horas de paciencia, llegando a probar tres tipos de párpados.
Alarmas, música y acción
Aún con dicha complejidad, Burton no estuvo a diario en el rodaje, sino que se pasó unas diez veces a modo de supervisión. Pero esto no es motivo de quitar mérito, pues el mismo Selick aseguró en su momento que “Tim puso el huevo y yo lo empollé”.
Las escenas no fueron fáciles de rodar tampoco en el sentido de todos los detalles que requerían continua supervisión. Por ello, se elaboró una “alarma de luces”, que se encendía cuando uno de los miles de diminutos focos no funcionaba, así como se creó un sistema para reemplazar marionetas, en el caso de que fallaran o se rompieran en plena toma. De esta manera, pretendían perder el menor tiempo posible.
No se puede hablar de “Pesadilla antes de Navidad” sin Danny Elfman, quien se encargó de poner la banda sonora. Es curioso cómo compuso las canciones sin leer ni una parte del guión del filme, pues Burton le dio carta blanca de crear la música dotándole tan solo de algunas claves. Sin embargo, Elfman llegó a confesar que fue “el trabajo más fácil de mi carrera, porque me parezco mucho a Skellington”. De hecho, fue él mismo quien le puso la voz al protagonista.