Paul Stanley: “No se puede tocar vestido como en Kiss hasta los 90 años”
El cantante y guitarrista de Kiss lanza disco con su proyecto paralelo Soul Station y habla sobre el final de la legendaria banda
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Durante casi cuatro décadas ha liderado, junto a Gene Simmons, uno de los grandes proyectos de rock & roll de masas. Kiss estaba poniendo punto final a su peripecia cuando la pandemia hizo frenar en seco la gran gira de despedida de la banda dejando, en el aire las fechas de los conciertos de Europa, entre ellos, los de Madrid y Barcelona, que estaban previstos para julio de 2021. Mientras, los planes de Stanley de seguir haciendo música no se han detenido, pero sus intereses van por otro lado: acaba de publicar “Now And Then”, el primer álbum de un grupo que nació en 2015 para rendir homenaje al soul y el sonido Philadelphia. Pero también hay tiempo para hablar de la leyenda de Kiss y de la biografía de un hombre que superó la discapacidad para triunfar en la música.
-¿Cuándo comenzó su romance con la música soul?
-Crecí escuchando muchos tipos de música diferentes. Clásica, ópera, folk, blues, soul, R&B, cualquier tipo. Cuando era pequeño, me di cuenta de que la música es como la comida. Si solo oyes de un tipo, creces malnutrido. Así que cuanto más escuches, más recursos tendrás para tu vida. Y soul fue parte de esa educación: cuando era niño tuve la suerte de ver a Otis Redding o Solomon Burke, entre otros. Esa música es la fundación de todo lo que hago, es una enorme influencia. Creo que las canciones son como recetas: los ingredientes que les pones las hacen especiales. No puedes estar cocinando lo mismo con los mismos ingredientes una y otra vez. Porque será un producto plano, sin profundidad.
-¿Fue difícil en algún caso empezar, después de tantos años escribiendo en rock and roll, en otro género?
-No, porque estaba inmerso en ello. “Soul Station” es un grupo maravilloso de gente de todas las nacionalidades, etnias y orígenes, y juntos experimentamos tal alegría y felicidad creando esta música que intentamos siempre hacerlo tan precisamente y respetuosamente como fuera posible. La idea era traer estas canciones al presente, y no fue difícil porque estábamos bien, socializando, a gusto, comentando, y si ves los vídeos o la banda tocando en directo te das cuenta de que hay una energía, un propósito, así que escribir las canciones fue natural. No queremos ser solo una banda que vive del pasado. El pasado son los cimientos del presente.
-¿Cambiando de género se tratan temas diferentes?
-Creo que el contenido de lo que hablas es al final muy parecido pero la aproximación es diferente. Escribes de relaciones personales, de situaciones vitales, pero me parece que el soul te permite hablar de alguna manera más íntima, más desde el corazón y desde luego mostrar vulnerabilidad y no tener miedo a expresar emociones. Es algo que te fluye de forma natural cuando haces este estilo musical.
-Ha conocido el mayor éxito imaginable, ¿por qué empezar ahora un proyecto desde cero en este punto de su carrera?
-La vida. Es lo que se supone que tienes que hacer. La gente tiene una de esas listas de cosas que quiere hacer antes de morir. Y yo creo que no hay que hacer listas, porque una vez que las has tachado todas y sigues vivo, ¿qué? Para mí la vida es aventura, es expresarte, decir: “¿por qué no?” en vez de decir “¿por qué?”. Y pienso que muchas veces estamos intimidados por la gente que nos dice que nos quedemos en el carril, que no vayamos a un lado o al otro. Pero yo no lo estoy, nadie debería. Es la mejor manera de expresar la vida, encontrando tus propios límites y no viviendo según las de los demás.
-¿No tiene expectativas?
-Ya he ganado! He formado una banda que es increíble, hemos tocado, y es increíble. Y el álbum, los vídeos, todo. Así que todo lo que venga será la crema del pastel.
-¿Buscaba una motivación extra en su carrera después de tantos años con Kiss?
-No, es simplemente la vida que quieres vivir. Por eso empecé a pintar, por eso hicimos “El fantasma de la ópera”. Quiero experimentar todo, porque cuando más vives, mejor te conoces. Yo simplemente no quiero aburrirme.
-Hace casi 40 años, Kiss lanzó el disco de debut. ¿Qué sentimientos tiene al respecto?
-Nunca pude imaginarme adónde nos llevaría esto. El camino ha sido tan largo, lluvioso, accidentado, peligroso y retorcido que nunca sabes qué puede pasar. Mis expectativas entonces no eran ni a diez años, sino hasta donde me alcanzaba la vista, pero la vida luego sigue más allá de donde puedes verla.
-Estaban en plena gira de despedida de Kiss cuando llegó la pandemia. Quizá han reconsiderado la decisión.
-Hicimos 120 conciertos en el “End of the road tour”, y cuando sea de nuevo seguro y lo permitan los gobiernos, terminaremos de despedirnos y de celebrar la banda. Si yo estuviera en el escenario vestido como me ves ahora, podría tocar hasta los 90 años, pero llevamos encima un peso enorme, de 13, 15, o 20 kilos de equipo con el que corremos de aquí para allá, y simplemente no es posible hacerlo para siempre. Así que, como somos conscientes, tiene que llegar. Hay una belleza en decir: “hasta aquí”. Y que la gente sepa que es hasta ese momento. El tiempo ha pasado y bueno, llega el día de decir: esta es la última vez juntos. Y esa gira es el mayor espectáculo que hemos hecho hasta ahora.
-Leí sus memorias y las encontré inspiradoras para todo el mundo que, por una discapacidad, se sienta diferente.
-Cuando eliges ser diferente, es eso, elección. Pero cuando no la tienes y naces diferente, hay una situación difícil. Y desde luego que hay gente con problemas muchísimo más importantes, pero yo nací sin la oreja derecha y sordo de ese lado. Y estoy celoso de lo que hoy en día la ciencia puede hacer por la gente que nace con el mismo problema que yo, sabes, las reconstrucciones... a mí me hicieron seis operaciones. Hoy, con una sola, obtienes mejores resultados. El tiempo avanza y sin embargo, trato de decirles a los niños que la vida no es justa, porque no todo el mundo recibe el mismo tratamiento y que los que nacen con dificultades pueden convertirse en ganadores y tener éxito. Supongo que, en cierta manera, yo soy el resultado de eso, la prueba. Y estoy aquí para animar a todo el mundo y decirle que pueden conseguirlo, que no es fácil y que la vida no es justa. Cuando alguien dice: eso no es justo, tienen razón. Pero si te ves a tí mismo como una víctima el único que pierde eres tú. Así que la elección es aceptar o luchar. Y yo estoy allí para decirle a todo el mundo que hay que luchar.
-También habla de lo importante que fue deshacerte de maquillaje. Por fin puede cantar sin todo eso...
-¡Sí! Kiss es muy especial, y bueno, es algo que trataré con mucho respeto. pero es una situación muy diferente hacerlo con Soul Station, aunque me lo tomo igual de seriamente. Nunca saldría al escenario con camiseta y vaqueros. Eso no muestra respeto suficiente por la música.