El Teatro Real, la mejor ópera del mundo
Optaba a cuatro premios en los International Opera Awards y se llevó uno, pero fue el «gordo», el de mejor compañía; además, Xabier Anduaga se consolida como mejor joven
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Casi a mitad de 2021 ya tenemos más que interiorizado eso de las galas de alto copete a distancia. Ni los todopoderosos Oscar aguantaron el envite del virus e hicieron, como pudieron, una ceremonia «online» que hasta se perdió uno de los premiados, Anthony Hopkins, mejor actor y hombre que antepuso su sueño al fervor de la estatuilla. Nada de alfombras rojas de las de antes ni de olfatear perfumes sacados del mismísimo Edén. Ahora toca verlas con pantuflas y ropa cómoda (aunque esperemos que, vacunas mediante, no sea así por mucho tiempo).
Sin embargo, también existe una resistencia en todo esto. Aquellos que hacen bueno eso de que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. Que no se pueden celebrar los International Opera Awards –los galardones considerados los Oscar de la ópera que no pudieron fallarse en la edición del pasado año, suspendida por la pandemia– en vivo y en directo, pues el Teatro Real abre su sala Gayarre de par en par y monta el oportuno seguimiento allí mismo con distancia y con todos los aparatejos oportunos del momento. Así fue como se vivió en la Plaza de Oriente esta edición de unos premios a los que el coliseo madrileño acudía con cuatro opciones de rascar medalla (compañía, orquesta, estreno y grabación) y que terminó cerrando la gala con solo uno, aunque fue el «gordo», el de mejor compañía de ópera (a la segunda fue la vencida). Además de contar allí mismo con Carlos Álvarez y Xabier Anduaga, candidatos y parte del elenco de «Viva la mamma».
Y fue precisamente este último el que abrió la noche. En una gala conducida por el presentador británico Petroc Trelawny, la primera distinción sería para el mejor cantante joven. Y ahí estaba escrito el nombre de Anduaga (San Sebastián, 1995) junto al de Vasilisa Berzhanskaya, la mezzosoprano rusa con la que compartió reconocimiento. Desde el propio Real, donde se sentía «como en casa», decía, el tenor español atendía a LA RAZÓN «feliz», aunque sin asumir su consolidación en la élite más que para «seguir trabajando y con la responsabilidad de mantener el nivel». Para ello no tendrá mejor ocasión de hacerlo que en el «Viva la mamma», de Gaetano Donizetti, desde el 2 de junio, cuando debutará sobre este escenario. Menos suerte tuvo Álvarez, que sucumbió ante un Javier Camarena que festejó ser la mejor voz masculina cantando «La malagueña». Tampoco Peralada pudo celebrar ser el mejor festival, que fue para otro gigante como Salzburgo.
Pero más grande todavía que los austriacos fue el Teatro Real, que, si bien Anduaga abría la gala, sería el centro presidido por Gregorio Marañón el que cerraría la cita como la compañía del año en un acto de justicia después de meses de pandemia en los que los ojos de la cultura mundial y, en especial, de los escenarios miraban hacia Madrid con envidia por mantener buena parte de la actividad, como supo reconocer la organización de los International Opera Awards. Pero no solo esta lectura romántica fue el único contrapeso de la elección sino también producciones como «Idomeneo», de Mozart (con la dirección escénica de Robert Carsen, premiado como mejor director de escena), «Falstaff», de Verdi, «Capriccio», de Richard Strauss... Joan Matabosch, director artístico del Real, agradecía la noticia a todo el equipo: «Cada día, con tesón, profesionalidad e ilusión consiguen levantar el telón».