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Halston

La moda de los años 70 nació en una discoteca

Posiblemente, el estilismo del pasado se forjó en la pasarela del mítico club Studio 54, donde se dejaron atrás las telas rígidas y las siluetas encorsetadas

Halston con tres modelos en la embajada de Irán en Washington, en octubre de 1977
Halston con tres modelos en la embajada de Irán en Washington, en octubre de 1977Charles HarrityAP

No sería muy descabellado afirmar que la moda de los años 70 se gestó sobre una pista de baile. Posiblemente, la del mítico club Studio 54. Atrás quedaban las telas rígidas y las siluetas encorsetadas. Las mujeres de la «nuit» neoyorquina querían bailar cómodamente al ritmo de Chaka Khan. Y qué mejor para la libertad de movimiento que telas fluidas como la seda y los drapeados sinuosos. Pero no hablamos de cualquier patrón ni de cualquier mujer. Nos referimos a la estética sartorial de Roy Halston Frowick, más conocido como Halston, un diseñador visionario que supo conjugar la comodidad con los trajes de vestir sin que perdiera un ápice de «glamour». Aunque es recordado en la mente colectiva por sus trajes de noche, entre sus piezas más vendidas está un vestido camisero de ante. Prácticamente inventó el concepto actual: del día a la noche. Posiblemente fuera porque en cualquier momento te podían invitar a una fiesta y había que ir para la ocasión.

Sus creaciones impactaban por su aparente simplicidad (a veces las diseñaba a partir de una sola pieza de tela). ¿La mejor definición de su estilo? Minimalismo con máximo impacto. Lo que se veía era la mujer que lucía la prenda, y no al revés. Eso sí, como para no verlas... porque las primeras que las llevaron fueron las «it girls» de la época, que convenientemente también eran las íntimas del modista. Desde Bianca Jagger, Liza Minnelli, Angelica Huston y Elizabeth Taylor a Carol Channing o la modelo Iman.

Conclusión: si eras alguien en los 70, vestías Halston, punto. Podríamos decir que este diseñador fue el precursor del «influencer marketing». Y lo hizo en una época en la que no existía instagram, ni wifi, ni internet, ni móviles. Aquí los únicos «selfies» que importaban eran los retratos pop de Andy Warhol.

Dicen que lo de vestir a la «jeunesse dorée» femenina de la época era intencionado. Halston sabía que ellas serían sus mejores embajadoras y que resultaba mucho más fructífero que hacer publicidad pagada en medios con modelos al uso. Hasta existía un nombre para el séquito de mujeres que usaba su ropa, las «halstonettes». Era una ley no escrita que si querías formar parte de la gente cool tenías que vestir como ellas. En la época de Halston no había pulseras VIP para entrar en las discotecas de moda, solo sus creaciones. Te daban acceso a un mundo de destellos de luces en la bola de discoteca.