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Eurovisión 2022: del biquini a Julio Iglesias, memoria histórica del Festival de Benidorm

TVE rescata la famosa gala creada en 1959, pionera de los festivales de la canción, para elegir al representante español para el evento musical europeo
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Todo comenzó en San Remo en 1951. La ciudad de la flores, devastada tras la IIGM, decidió reconvertirse en un lugar turístico y junto a la RAI convocar un festival de la canción en su famoso casino. El éxito que acompañó al Festival fue de tal magnitud que las televisiones de siete países europeos decidieron imitarlo creando el Festival de la Canción de Eurovisión en 1956, retransmitido al unísono por los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión, con la intención de promocionar la música pop europea.
Italia tuvo la ingeniosa idea de que participaría en Eurovisión con la canción ganadora del Festival de San Remo, lo que, en apariencia, le garantizaba el éxito. Cosa que no ocurrió, exceptuando a Gigliola Cinquetti con «Non ho létà» en 1964.
En la España que salía de la autarquía y luchaba por modernizarse y conseguir una democracia homologable a las europeas, se creó en 1959 el Festival de Benidorm, pionero de los festivales de la canción, donde triunfaron los mejores cantantes melódicos de los años 60 y 70: Monna Bell, Raphael, José Guardiola, Bruno Lomas, Julio Iglesias, Dúo Dinámico, Los Bravos, Víctor Manuel y Tino Casal, que formarían un soberbio elenco para que muchos de ellos participaran en Eurovisión y triunfaran, como Massiel y Salomé que ganaron en 1968 y 1969.
En pocos años Benidorm pasó de ser un pueblecito de pescadores, gracias a su alcalde, el intrépido José Zaragoza, que se fue en vespa al Pardo para rogarle al Caudillo que permitiera que las guiris lucieran bikini en sus playas como una señal de aperturismo en sintonía con los planes de desarrollo y el programa turístico, que alcanzó el famoso «boom» a mediados de los años 60, y convirtió a Benidorm en la estrella del Mediterráneo.
En 1970, RTVE tuvo la idea de reunir en un minifestival televisivo a los mejores vocalistas jóvenes de aquellos años para que defendieran las canciones escogidas y que la ganadora representara a España en el Festival de Eurovisión de 1971 en Dublín. Las distintas grabaciones de los clips y presentaciones en estudio dispararon la audiencia.
Los concursantes fueron Los Mismos, Nino Bravo, Rocío Jurado, Karina, Cristina, Junior, Dova, Jaime Morey, Encarnita Polo y Conchita Márquez Piquer. Lo presentaba José Luis Uribarri, Valerio Lazarov mareaba con el «zoom» y los cromas y quedó inmortalizada la sintonía de Mario Clavell en la que los cantantes susurraban «Pasa-porte aaa Dublíínnnn».
La ganadora fue —¡cómo no!— Karina con «En un mundo nuevo», que quedó segunda en Eurovisión. Nino Bravo sacaba su primer álbum que lo convertiría en el mejor intérprete de voz potentísima y con un repertorio que aún hoy sigue vigente. En realidad, TVE inventaba sin proponérselo «Operación Triunfo», un concurso para escoger tanto la melodía como el cantante que nos representaría en Eurovisión, como así hicieron en 2002 cuando Rosa ganó el concurso y su participación con «Europe’s living a celebration» la vieron más de 10 millones de personas y quedó en séptimo lugar.
Televisión Española debe haber pensado que si «La vida sigue igual», pese al covid, no es mala idea organizar otro Pasaporte pero a Eurovisión utilizando la prestigiosa plataforma del Festival de Benidorm y celebrar su 40 edición con tres galas, cantantes jóvenes y consagrados y una selección de canciones entre las que elegir la que representará a España en Eurovisión en 2022. De nuevo, Benidorm será la estrella.