“Identidad y amistad”: Emilio Lledó nos redescubre el sentido de las palabras
★★★★★
Por Toni Montesinos
«El concepto “poiesis” en la filosofía griega» (1961), su tesis doctoral, para la cual le consiguió una beca su maestro Gadamer, en Alemania. «Filosofía y lenguaje» (1970), en que estudió la relación entre la lengua y el pensamiento, «El epicureísmo» (1984), sobre el filósofo griego. «El silencio de la escritura» (1991), una reflexión sobre la memoria y escribir. «Imágenes y palabras: ensayos de humanidades» (1998), donde extendió el concepto de humanismo a la ciencia. «Elogio de la infelicidad» (2005), de paradójico título. «Los libros y la libertad» (2013), en torno a la necesidad de la lectur.
Estos hitos de Emilio Lledó, de noventa y cuatro años, tienen una guinda con este libro al que ha consagrado los últimos diez años. Aunque, en realidad, es un trabajo de toda una vida, desde que en su lectura de la «Ilíada» vio cómo Príamo reclamaba a Aquiles el cadáver de su hijo Héctor, en un contexto de guerra en que incluso la piedad se abría paso. Así las cosas, en esta «Identidad y amistad. Palabras para un mundo posible», el pensador se sumerge en la cultura griega para estudiar dos conceptos fundamentales a la hora de examinar de qué estamos hechos los seres humanos. Lo fraterno y lo identitario vehiculan un ensayo en que el autor comparte cómo de útil y consolador es hoy establecer un diálogo con la Grecia antigua, con un significativo primer capítulo: «El refugio de la ética».
Sedimento moral
Se diría que es lo que más nos urge: tener sedimentos morales para pensar y actuar, buscando la concordia en la «organización de la vida colectiva, la ciudad, la polis». El otro pilar, dice, sería la educación, como equivalente de tener cultura, pues cabe ser conscientes «del sentido de las palabras», «de los sentimientos hacia los que nos llevan». Es un gozo dejarse llevar por este sabio y conocer o redescubrir valiosas ideas que tanto pueden iluminarnos sobre la tolerancia, el cuidado por la expresión y el respeto a conceptos que han ido degenerando y ya no se sabe qué implican por su uso partidista o ignorante, como «democracia», «libertad» o «verdad».
▲ Lo mejor
Cómo comenta pasajes, por ejemplo, de la «República· de Platón, sobre el vivir en sociedad
▼ Lo peor
Sólo cabe felicitar a este miembro de la RAE por cómo nos hace reflexionar