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Conservación del patrimonio: «Nuestro pasado, es nuestro futuro»

Representantes de entes públicos y empresa privada debatieron sobre la situación actual del patrimonio español en una mesa redonda organizada por LA RAZÓN
David JarLa Razon
La Razón

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La conservación del Patrimonio se ha convertido en una necesidad para todas aquellas administraciones, entidades privadas y particulares que tienen el privilegio de contar con parte de esa herencia cultural e histórica de la que España puede presumir. Es al mismo tiempo una prioridad y obligación para todas aquellas sociedades que se miran en el espejo del pasado y disfrutan de un legado inapreciable que es a la vez fuente de conocimiento, de símbolos, valores y sentimientos comunes y también, por qué no destacarlo, de recursos económicos.
Ese objetivo, el de la conservación, no solo implica preservar o mantener. Tiene muchos otros aspectos que van intrínsecamente unidos y debe afrontarse desde una perspectiva interdisciplinar, con una visión unitaria de las actuaciones a acometer y contando con el asesoramiento e intervención, según sea el caso, de arquitectos, arqueólogos, historiadores, restauradores, físicos, geólogos, químicos, biólogos, documentalistas, etc.
Conservar hoy es preservar, proteger, investigar, salvar, restaurar, conservar, planificar, invertir, poner en valor. Tenemos la suerte de vivir en un país cargado de historia y rico en patrimonio en todas sus vertientes. También la de contar con empresas y entidades y profesionales con conocimiento y voluntad de mimarlo.
Tres de ellos participaron el pasado 21 de octubre en una mesa redonda en el Salón de Actos de LA RAZÓN en la que se analizó la situación actual de la conservación del patrimonio en España. Los ponentes fueron: Luis Lafuente Batanero, director general de Intervención en el paisaje urbano y el patrimonio cultural del Ayuntamiento de Madrid; Víctor Cageao Santacruz, coordinador general de Conservación y dirección adjunta de conservación e investigación del Museo Nacional del Prado y por último, Juan Federico Gallardo, director de Murprotect Andalucía, una empresa que se ha distinguido por la rehabilitación de destacados edificios públicos e históricos en esta comunidad autónoma. El encuentro fue moderado por la periodista de LA RAZÓN Concha García.
Entre los temas que se debatieron, el papel de las administraciones y las entidades privadas, la financiación de la conservación del patrimonio, protección del medio ambiente y el papel de la investigación y las nuevas tecnologías.

Entidades públicas y privadas

Todos los ponentes se mostraron de acuerdo en que los poderes públicos deben de tener un papel fundamental en este ámbito, desde el Gobierno central, pasando por las comunidades autónomas, ayuntamientos, cabildos insulares, diputaciones provinciales, etc., eso sí, siempre que sea posible en colaboración con las entidades privadas. Luis Lafuente, como representante del Ayuntamiento de Madrid, resaltó que “España es un país muy rico en patrimonio, por lo que, para su correcta conservación, necesita una gran inversión económica. La ley contempla medidas de incentivo, solo que se ha aplicado muy poco. A la hora de restaurar, la financiación recae en el propietario, y el Estado no ayuda”.
En esa misma línea comenzó su discurso Víctor Cageao, representante del Prado, añadiendo “que, en su caso, el Museo es un ejemplo de cooperación público-privada, ya que de esa sinergia y buen hacer, surgen muchas de las exposiciones que se realizan”. Además, quiso incidir en que para conservar nuestro legado, es necesaaria una “concienciación, que reside en la educación de los niños de cara al futuro. Para ello, el Museo realiza labores de concienciación y actividades relacionadas con el patrimonio”.
Desde el lado de la empresa privada, Juan Federico, director de Murprotect Andalucía, defendió que la unión de lo público y lo privado tiene que ser aún más fuerte, ya que “España es el tercer país del mundo con mayor número de patrimonios declarados. Tener obras de este estilo es un factor de crecimiento, sobre todo en zonas rurales, lo que es la España vaciada, ya que no es lo mismo Madrid que esos pueblos”. Además, hizo hincapié en que las empresas privadas necesitan aún más ayudas fiscales. “Tenemos mucho patrimonio, y lo que muchas veces se hace es reparar a corto plazo por esa falta de dinero, provocando que al poco tiempo las estructuras se dañen de nuevo. Por eso, con más inversión, se puede mirar a más largo plazo”, añadió.

El papel de los medios

Víctor Cageao se mostró muy claro en esta valoración: “Los medios tienen que acompañar a los poderes públicos y empresas dedicadas a este mundo. Ya se hacen muchas cosas, pero si ves los informativos, se incluye de vez en cuando alguna píldora en la sección de cultura, pero nunca son parte de la información principal, solo si es algo catastrófico como el incendio de Notre Dame”. Ejemplificaba la importancia de su patrimonio para una ciudad con el 25 aniversario del museo Guggenheim de Bilbao, el cual hizo cambiar completamente la estética de la ciudad. “El patrimonio genera riqueza”, insistió.
En esa misma línea continuó Luis Lafuente, poniendo más ejemplos de ciudades en España que han seguido el mismo guion que Bilbao, como Málaga y Cartagena, incluyendo los numerosos pueblos pequeños que “presumen de su patrimonio, por poco que sea”.

La financiación

Pero casi todo al final es cuestión de dinero. Y España, a pesar de tener leyes que invitan a la ayuda, ésta es muy escasa. Por eso hay que buscar unas nuevas formas de financiación, coincidieron los ponentes. Tanto Luis Lafuente como Víctor Cageao pusieron el papel del patrocinio sobre la mesa, algo que en Estados Unidos ya es muy común. Pusieron como ejemplo el poner el nombre a una sala en concreto a cambio de financiación.
Esa es una opción para museos o entes públicos, pero para las empresas privadas como Murprotect, es necesario ayudas, ya que de lo contrario muchos proyectos no son rentables. Aquí Juan Federico Gallardo puso un ejemplo que hacía ver a la perfección la situación: debían acometer “una reforma que valía cientos de miles de euros ejecutarla, y las administraciones solo nos daban 554 euros, todo por la ley que tenemos”. Añadió que la ley de contratos de las administraciones públicas les atan de manos y pies, puesto que estos contratos públicos no contemplan la delicadeza y la preparación que se necesita para ejecutar estas obras de restauración. “Al no haber suficientes empresas especializadas en este tipo de obra tan delicada, los trabajos se realizan mal, y al final es peor el remedio que la enfermedad”, aseguraron los participantes.
En este punto todos coincidieron en que medio ambiente y patrimonio es actualmente una simbiosis, que incluso llevó a la ONU a crear el Patrimonio de Paisajes Culturales, como lo es por ejemplo El Retiro. Esto permite que haya ciudades como Antequera, Úbeda o Baeza, entre muchas otras, que multipliquen sus visitantes gracias a sus entornos, lo cual es una fuente de riqueza económica. Por ejemplo, en Madrid eso no pasaría, según el representante del Ayuntamiento de la capital, pero “sí puede hacer cambiar la forma en la que se ve Madrid”, declaró.
En el mismo sentido se expresaba Víctor Cageao, poniendo el ejemplo de Lugo. Hace años la muralla era vista como un “trozo de piedra”, y hoy, una vez declarada Patrimonio mundial, ha cambiado la percepción de los habitantes sobre ella, por lo que genera, y también la de los miles de visitantes a los que atrae cada año.
Por otro lado, en el mundo de hoy, las nuevas tecnologías están presentes en todos los sectores económicios y culturales, y el patrimonio no es una excepción. Es más, son casi hasta imprescindibles actualmente gracias a todas las aportaciones que ofrece para la conservación. De hecho, el Ayuntamiento de Madrid ha tenido que usarla recientemente con motivo de la restauración de la Puerta de Alcalá, en la que “se usaron miles de fotos a través de drones para hacer una recreación en 3D y así poder estudiarla al milímetro”, explicó Luis Lafuente.
En el ámbito de los museos los avances se han acelerado, sobre todo en el ámbito de la documentación de obras, el punto de partida de la conservación. Además, “también se realizan con gran precisión análisis de pigmentos, llegando a conseguir formas de restauración menos dañinas y más precisas”, resaltó Víctor Cageao. En cuanto a la investigación, Juan Federico Gallardo tiene claro que va ligada a la conservación, ya que «lo que antes se hacía de una forma más artesanal, gracias al I+D+i ahora se hace de una forma mejor».
En la conclusión del debate los tres ponentes insistieron en que la conservación genera riqueza a corto, medio y largo plazo, pero para ello tiene que haber más sinergias entre lo público y lo privado, con ayudas a las empresas y particulares, con la tecnología como herramienta fundamental y necesaria. También en que “nuestro pasado, es nuestro futuro”.