A los extranjeros, ni agua
La Resistencia acentuó su actividad al socaire del éxito aliado en los frentes. Las Forces Françaises de l’Interieur (FFI), que desde 1944 agrupaban a los resistentes, elevaron su número a unos 400.000 –entre ellos, 60.000 españoles, a los que apenas se dio las gracias–. Su labor fue relevante en la preparación informativa y saboteadora del desembarco de Normandía y, una vez efectuado, guiaron a los paracaidistas desperdigados, entorpecieron las comunicaciones alemanas y atacaron a sus unidades. La resistencia causó unas 25.000 bajas al 7º Ejército alemán, atrincherado en las playas, y unas 50.000 al 19º Ejército, que se replegaba hacia el norte. La Resistencia perdió unos 20.000 miembros y unos 115.000 fueron deportados, de los cuales 75.000 no regresaron. La recompensa fue desigual: la mayoría pasó a un segundo plano. A los extranjeros, como los españoles, ni agua.