Arte contemporáneo

ARCO: un Miró de dos millones y un presidente de Gobierno de saldo

La Feria de Arte arranca con una presencia notable de pintura respecto a otras ediciones, un retroceso de la fotografía y el vídeo, y con Pedro Sánchez y Don Juan Carlos I protagonizando dos controvertidas obras

Riiko Sakkinen ha acaparado buena parte de las miradas de ARCO con «Mis líderes favoritos de extrema izquierda» (2021)
Riiko Sakkinen ha acaparado buena parte de las miradas de ARCO con «Mis líderes favoritos de extrema izquierda» (2021)Alberto R. RoldánLa Razón

Arranca la 41 edición de ARCO con mucha pintura, pocos vídeos, una presencia menor de la fotografía y un Miró de dos millones de euros en la Galería Leandro Navarro que se postula desde el inicio como una de las más caras presentes este año. No faltan las obras de corte polémico, un área que siempre acapara atención, supone un enorme atractivo para el público visitante y donde sobresale el nombre de Eugenio Merino, artista amparado por ADN, que ha traído una obra que vuelve a incidir en los asuntos más problemáticos del pasado y de la memoria.

Su trabajo es un amplio mosaico de postales procedentes de España y América con los principales monumentos dedicados a Cristóbal Colón. Para el creador, jersey gris, barba canosa y con un martillo en las manos, porque todavía está enredado en las faenas derivadas del montaje, no duda en asegurar que hoy «el arte para conseguir una forma bella no tiene ningún sentido. Existen suficientes elementos en juego en nuestras sociedades para entretenerse en eso. El arte debe conllevar a la reflexión, igual que sucede con los libros de los escritores».

El dedo acusador de Eugenio Merino junto a sus postales con esculturas de Colón
El dedo acusador de Eugenio Merino junto a sus postales con esculturas de ColónAlberto R. RoldánLa Razón

Eugenio Merino, que desprende una afabilidad que contrasta con su afán guerrero y su mentalidad inconformista, despliega un discurso muy bien meditado. Asegura que «hay que tener cuidado con qué se llena el espacio público, porque es de todos, y quiénes son los que colocan ahí monumentos. Creo que el pasado va a ser revisado. Por ejemplo, Colón. En 2005 surgió un documento de una causa que afrontó en España donde se le acusaba de maltrato a los nativos de La Española. Esto hace pensar en si son idóneas estas representaciones. Con el tiempo, estas figuras serán desplazadas. Aquí lo que planteo es cómo quedaran estas plazas si se retiraran». Al lado, hay una mano que sobresale de la pared. Puede recordar al dedo del descubridor del continente americano, pero el artista, señala que es también un homenaje a Lucio de la Nava, que, bajo las acusaciones de bandidaje y terrorismo, se le encausó y encerró.

Sánchez por 16.000 euros

Pero la controversia también proviene de la mano de Riiko Sakkinen, todo un especialista en estas lides. Su propuesta no deja indiferente. Sobre todo por lo chocante y lo paradójico que suena su discurso. En una imagen aparece el presidente Pedro Sánchez bajo el rótulo «Mis líderes favoritos de extrema izquierda» (valorada en 16.000 euros) y aquellos nombres propios del peor comunismo y otros regímenes de infausta factura. «Esta obra fue creada cuando él formaba Gobierno y la derecha amenazaba con que iba a llegar un régimen comunista. Todos pensaban que este Gobierno iba a cambiar algo, pero ya ves, es una decepción para mí».

«Esto es España» (2016) reúne siete bufandas habituales en los campos de fútbol nacionales. A la izquierda, la pieza dedicada a Sánchez
«Esto es España» (2016) reúne siete bufandas habituales en los campos de fútbol nacionales. A la izquierda, la pieza dedicada a SánchezJavier LizonAgencia EFE

Justo al lado hay una colección de bufandas con los colores de España que alude a la Guardia Civil, la legión, Gibraltar y hasta Blas de Lezo. Así que aquí tenemos a un hombre que rechaza la derecha, defraudada con la izquierda y que no se fía de la monarquía: en otra obra alude a don Juan Carlos I como un monarca en venta. Desde luego, nadie lo va a contratar para diseñar una imagen de España. No demasiado lejos, después de contemplar «Ulises» de Eduardo Arroyo, lienzos de Canogar, Tàpies, «Las tres Gracias» en interpretación de Salvador Dalí en la galería Mayoral, y una escultura de un millón setecientos mil euros de Chillida, está la chica del momento, Wynnie Mynerva que ha traído un vídeo de los que no dejan indiferente a nadie.

Lo expuso en Perú, su país, y ahora trae este trabajo a España, donde ha levantado más atracción que una canción de Rosalía. La artista, falda corta, un plumas ancho, unas botas de cordón entrelazado y tacones fuertes, comenta que nunca se sintió «a gusto con su vagina. He renunciado a hijos y penetración. Estaba indignada porque los chicos nunca me preguntaban por dónde quería hacer el acto sexual».

Wynnie Mynerva dará mucho de hablar en esta edición de ARCO por la intervención en su propia vagina, recogida en un vídeo
Wynnie Mynerva dará mucho de hablar en esta edición de ARCO por la intervención en su propia vagina, recogida en un vídeoAlberto R. RoldánLa Razón

Una vagina sellada

La artista, que habla sin ruborizarse, admite que «nunca me identifiqué con mi vagina. Mentalmente siempre estuvo cerrada». Ante esta realidad tomó la resolución de acudir al único hombre que podría ayudarla: un cirujano. Después de algunas deliberaciones, decidió coserse su órgano sexual («La he sellado en un 75 por ciento»). Cuando se le pregunta si está arrepentida, asegura que no. Es más, incluso anima a otras mujeres a que den este paso. «Por culpa de la represión en mi país, esto es una desconexión natural. He encontrado la reconciliación» con esta manera particular de entender el feminismo.

En otro orden de cosas, encontramos a la galerista Juana de Aizpuru, que directamente considera pasajera y olvidable la edición de julio del 2021. Para ella esta edición conecta directamente con la de hace dos años, antes de la pandemia, «cuando pensábamos que no iba a sucedernos nada». Ella conoce ARCO desde sus orígenes, cuando todavía no había estructuras para el mercado del arte y ni siquiera había abierto el Museo Reina Sofía. «No había montadores, había un solo transportista y solo tenía una camioneta».

La veterana Juana de Aizpuru, de espaldas, en el espacio de su galería en la feria
La veterana Juana de Aizpuru, de espaldas, en el espacio de su galería en la feriaManu FernandezAgencia AP

La galerista asegura que en estos cuarenta años más uno, ha ayudado a cimentar el coleccionismo en España, una de las columnas vertebrales del arte en cualquier país. No obstante, comenta que «este coleccionismo tiene que consolidarse más. Esto se puede ver con las crisis. Muchos de ellos dejan de comprar arte. En cambio, los coleccionistas de verdad, los que tienen esa pulsión, se privan de cualquier cosa antes de dejar incompleta su colección. Deberían entrar las grandes fortunas, pero estas personas suelen ser muy conservadoras y suelen invertir en artistas consagrados y las obras clásicas. Deberían arriesgar más».

Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, que estuvo durante la jornada previa a su inauguración, reconoció que este año adquirirán obra por un montante similar al que invirtieron en la edición anterior. Para él, sin embargo, existe una nota que no debe pasarse por alto ni quedar en el olvido. «En estos años, ha nacido en España una nueva generación de coleccionistas, más jóvenes, mucho mejor preparados, que saben lo que quieren adquirir y que compran tanto dentro como fuera del país».