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Museos

Los "clientes" que encargaron el robo de joyas en el Louvre tenían "acento eslavo"

Según el diario "Le Parisien", prometieron pagar a los ladrones 15.000 euros

FILE - A police car parks in the courtyard of the Louvre museum, one week after the robbery, on Oct. 26, 2025, in Paris. (AP Photo/Thomas Padilla, File)
Museo del Louvre, ParísASSOCIATED PRESSAgencia AP

Desde que el pasado 19 de octubre se produjera un robo de repercusión mundial, siguen a día de hoy saliendo a la luz, poco a poco, detalles de lo ocurrido. Tiene que ver con quién hay detrás del robo: según publica "Le Parisien", los "clientes" que encargaron a los cuatro miembros del comando de ladrones ocho joyas del Museo del Louvre, aún sin localizar y de valor patrimonial incalculable, tenían "acento eslavo" y prometieron pagarles 15.000 euros. Son parte de las revelaciones que publica este martes el citado diario francés, incluyendo fuentes de la investigación, el mismo día en que la Fiscalía de París informó de cuatro nuevas detenciones, dos hombres y dos mujeres, entre ellos el cuarto y último integrante del comando que perpetró el robo en la Galería de Apolo, pues sus otros tres compañeros ya habían sido detenidos en las semanas precedentes.

Los dos hombres detenidos ahora tienen 38 y 39 años, mientras que las dos mujeres tienen 31 y 40 años y todos ellos son originarios de la región de París. Si bien los autores del robo parecen relativamente inexpertos, la investigación revela que el atraco fue meticulosamente planeado y se está explorando la posibilidad de financiación extranjera, según "Le Parisien". El cuarto miembro del comando, al que los investigadores apodaron "XH4", aparecía en las imágenes de las cámaras de seguridad del Museo del Louvre, grabadas la mañana del domingo 19 de octubre, esperando junto al río Sena con un cómplice mientras los otros dos delincuentes saqueaban las valiosas joyas en la Galería de Apolo, añadió el rotativo.

Los investigadores del caso, del que se encargan la Brigada de Represión de bandas organizadas de París (BRB, por sus siglas en francés) y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC), sospechan que es el individuo que desapareció más tarde en una furgoneta blanca estacionada al sur de París. Esta furgoneta es el centro de la investigación, ya que se cree que fue utilizada para transportar el botín, valorado materialmente en 88 millones de euros y de incalculable valor para el patrimonio francés.

Originario de Aubervilliers (Seine-Saint-Denis), al igual que sus tres cómplices, "XH4" llevaba varios días bajo vigilancia policial durante sus desplazamientos a sus diversos escondites. Esperaban recuperar las joyas, pero hasta el momento, sus esfuerzos han sido en vano. Tres miembros de su círculo, que podrían haber estado en contacto con él durante la búsqueda, también han sido detenidos.

Un árbitro y un "influencer"

Los cuatro presuntos miembros del comando presentan perfiles de ladrones relativamente inexpertos, a veces sorprendentemente inexpertos, según "Le Parisien". Si bien la policía los tenía fichados, se encuadran en la categoría de "una forma de delincuencia multifacética que no suele asociarse con el crimen organizado de alto nivel", según la fiscal de París, Laure Beccuau.

Todos se conocen de los barrios de Aubervilliers. En primer lugar, hay dos viejos amigos que ya habían realizado algunos robos juntos en el pasado: Slimane K., de 37 años, árbitro de fútbol amateur en el distrito de Seine-Saint-Denis, y Abdoulaye N., de 39 años, ex estrella de las redes sociales conocido por sus acrobacias en motocicleta y por su apodo "Doudou Cross Bitume". El tercer hombre, Ayed G., de 35 años, es primo de Slimane K. Es argelino y llegó a Francia en 2010. Se cree que el último hombre arrestado hoy también es un estrecho colaborador de Slimane K. y Abdoulaye N.

Ayed G. y Abdoulaye N. admitieron ser los dos hombres que entraron en la Galería de Apolo por un balcón, al que subieron por la escalera de un pequeño camión usado en mudanzas, y se llevaron las joyas, aunque el segundo afirmó que no sabía que estaba en el Louvre, sino en una joyería cerrada por ser domingo. Unos días antes del robo, dos hombres "con acento eslavo" supuestamente le propusieron un contrato para un robo rutinario con la promesa de un pago de 15.000 euros.

Sin embargo, las meticulosas investigaciones del centenar de agentes de investigación criminal movilizados han determinado que el robo no fue improvisado. Al contrario, requirió preparativos varios días antes y el uso de sofisticados métodos de ocultación. Por ejemplo, la policía identificó varios teléfonos móviles encubiertos que fueron usados para realizar tareas de reconocimiento en la zona del Louvre casi un mes antes del robo o para hacerse con la camioneta con escalerilla.

Gracias a las cámaras de seguridad instaladas en las calles de París y alrededores, los investigadores han podido seguir todo el trayecto de los ladrones antes y después del robo.

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