El grafoscopio, un aparato único
No hay sólo dibujos. También hay estampas, como las que elaboró Goya sobre Velázquez (también se conserva un dibujo que hizo de «Los borrachos»), y fotografías. La colección de instantáneas comenzó en el Museo del Prado a raíz del grafoscopio o cuadro en rotación. Un aparato que era capaz de recoger una serie de imágenes en una sola. La pinacoteca madrileña es, probablemente, la única institución que conserva un instrumento de estas características en todo el mundo. El fotógrafo Jean Laurent trabajó, entre 1879 y 1890, en el museo. Y registró una panorámica excepcional de la galería central. Un documento inédito que se conserva con verdadero celo, y que
enseña cuáles eran los criterios museísticos entonces y cómo estaban colocados los cuadros en la estancia principal durante esa época. Pero José Manuel Matilla explica otra función. Este documento gráfico excepcional sirve para que los expertos puedan evaluar con precisión cuál era el estado de conservación de las pinturas y cómo están en la actualidad.