El Reina Sofía se suma al día del Orgullo
El museo dedica la primera exposición individual a Henrik Olesen, que reflexiona sobre el cuerpo, la sexualidad y la construcción de identidades
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El museo dedica la primera exposición individual a Henrik Olesen, que reflexiona sobre el cuerpo, la sexualidad y la construcción de identidades
Mientras el Ayuntamiento de Madrid comienza su legislatura perdiéndose en polémicas por mantener o retirar la cartelería sobre el Día del Orgullo, el Museo Reina Sofía se suma a esta fiesta con una exposición de Henrik Olesen, un artista que, partiendo de experiencias autobiográficas, denuncia, en palabras de Manuel Borja-Villel, director del centro, “las estructuras de poder que ejercen presión sobre las minorías y cómo estas oposiciones conforman los sujetos. El artista lo hace a partir de la voluntad de romper el cientificismo con las categorías estancas, maneras de ser y proceder. En su trabajo asoman los elementos que no están definidos y que no han tenido visibilidad en la historia del arte”.
Henrik Olesen, un hombre alto, pero tímido, que rehuye las preguntas en las ruedas de prensa y prefiere hablar en espacios más cortos, se apoya en la fotografía, la escultura y los montajes para denunciar cómo en el pasado se han tratado (a través de la pintura o la estatuaria) a los homosexuales o las lesbianas. Sus obras están planteadas como una denuncia casi periodística, como puede apreciarse en su manera de reivindicar el nombre de Leonardo da Vinci o Alan Turing, que tanto contribuyó al desarrollo de ordenadores y la inteligencia artificial, pero cayó estigmatizado por no ser heterosexual.
De hecho, su imagen es casi un icono de la represión que este colectivo ha padecido en el pasado. Según indicó la comisaria, Helena Tatay, “en sus trabajos existen referencias de imágenes y de actitudes que han ido configurando la visión que lo social tiene del cuerpo. Sus obras cuestionan la autoridad, sobre todo en sus primeros trabajos, donde cuestiona las estructuras de poder, el comportamiento, la conducta, todo lo que contribuye a una normatividad y que a él le excluye.
Esto le lleva a apoderarse de ese lema que asegura que lo personal es político. La exposición se abre con un cuestionamiento de la familia como núcleo de producción y reproducción. Es un adiós a la familia patriarcal y heteronormativa”, A través de carteles, collages, textos o instalaciones, Olesen logra introducir una mirada claramente homosexual en territorios donde nunca se había planteado esta visión y en la que esta mirada siempre había sido marginado o censurada, aparte de sacara a la luz cómo se ha criminalizado a la homosexualidad en Occidente a lo largo de su historia.