Entre África y Llull
El CCCB dedica también exposición a la relación del sexo y la arquitectura, además de impulsar las actividades literarias
Creada:
Última actualización:
El CCCB dedica también exposición a la relación del sexo y la arquitectura, además de impulsar las actividades literarias
El Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona presentó ayer la programación para el próximo año, en la que destacan varias exposiciones de producción propia. Uno de los indiscutibles nombres propios será el del escritor mallorquín Ramon Llull de quien se cumplen el próximo los 700 de su fallecimiento. La muestra, comisariada por Amador Vega Esquerra, podrá verse entre el 13 de julio y el 11 de septiembre. En ella se quiere subrayar el papel de Llull como uno de los precedentes de los modernos lenguajes informáticos y de los actuales sistemas de red. «La máquina de pensar. Ramon Llull. Del “Ars Magna” al arte computacional» combinará las instalaciones artísticas audiovisuales con piezas históricas como manuscritos iluminados latinos, persas, árabes o indios.
Previamente el 22 de marzo abrirá sus puertas «Making África. Un continente de diseño contemporáneo», bajo el comisariado de Amelie Klein y Okwui Enwezor. La muestra acoge la producción de 120 artistas y diseñadores africanos, demostrando cómo el diseño acompaña e incluso promueve los cambios económicos y políticos en el continente. Por ello se quiere presentar África como un centro de experimentación que genera nuevos enfoques y soluciones con un trafondo internacional, además de ser uno de los focos del debate sobre el diseño del siglo que vivimos. La exposición se podrá visitar hasta el 31 de julio.
Entre octubre de 2016 y marzo de 2017 será el turno de «1000 m2 de deseo», comisariada por Rosa Ferré y Adélaïde de Caters, con la colaboración de Beatriz Colomina. La exposición subraya como la arquitectura condiciona nuestro comportamiento. Para ello analiza las utopías sexuales de Ledoux, Fourier y Sade, sin olvidar la arquitectura radical de los 60 y las comunas hippies, así como los clubes Playboy o los megaburdeles actuales.
El mundo de las letras, tras el nombramiento de Barcelona como ciudad literaria por la Unesco, tendrá un peso específico en festivales como Kosmopolis, Món Llibre, Eurocon o Primera Persona.