Un entierro «vip» para el maldito Caravaggio

Michelangelo Merisi, quien pasó a la historia del arte por el nombre de su localidad natal, Caravaggio, no descansa en paz. La polémica persigue a este pintor universal cuatrocientos cuatro años después de su muerte con la inauguración el pasado viernes de un parque monumental de dudoso gusto estético en el que se han depositado sus supuestos huesos emn lo que sería ya su tercer entierro: el primero se produciría cuando murió en julio de 1610; el segundo cuando sus supuesto restos óseos fueron hallados en 2010 y el tercero hace apenas cuarenta y ocho horas. Está ubicado el túmulo en Porto Ercole, la localidad del centro de Italia a orillas del mar Tirreno en la que encontró la muerte después de llevar una apasionada y ajetreada vida.

Además de por las autoridades locales, el monumento ha sido promovido por la Fundación Caravaggio, cuyo presidente es Silvano Vinceti, quien lideró al equipo de expertos que aseguró en 2010 a bombo y platillo haber descubierto los restos de Merisi. El hallazgo catapultó a Vinceti (que acudió a la inauguración del evento VIP vestido con vaqueros y una americana y no dudó en posar agarrado a un botella de champán para sellar la inauguración) a la fama mundial, pero al poco tiempo surgieron serias y fundadas dudas sobre la credibilidad del proyecto. El estudioso, presidente del Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos Culturales y Ambientales, una organización privada, aseguró entonces a LA RAZÓN que había una «certeza casi absoluta» de que los restos hallados pertenecían al maestro del claroscuro.

Tras utilizar la prueba del carbono 14 y realizar análisis de ADN a los descendientes de la hermana del pintor –la única de la familia que tuvo descendencia–, los científicos aseguraron que existía un 85% de posibilidades de que los restos hallados en Porto Ercole fuera los del pintor. Vinceti despejaba las pocas dudas restantes al añadir los resultados de sus investigaciones históricas. «Los huesos de Caravaggio muestran que sufría de saturnismo, una enfermedad que no era mortal y era muy típica entre los pintores debido a la acumulación del plomo que contenía la pintura. También nos dicen que sufría de sífilis. Era una persona caliente, pasional, que cuando tenía dinero frecuentaba prostitutas de alto nivel y cuando no se iba con las meretrices de la calle. De ellas se contagió de esta enfermedad, que unida al saturnismo, a las heridas mal curadas de una pelea y al fortísimo calor de aquel verano, que fue el más tórrido en 40 años, acabaron costándole la vida», decía entonces Vinceti.

La tesis de que los restos hallados en el antiguo cementerio de San Sebastián de Porto Ercole pertenecían a Merisi fue desmontada por un estudio del departamento de bioquímica de la Universidad Federico II de Nápoles, según aseguró el historiador del arte Tomaso Montanari en un artículo publicado en el diario italiano «Il Fatto Quotidiano». Según los expertos del ateneo partenopeo la supuesta compatibilidad al 85% en el ADN entre los huesos y los descendientes de la hermana del pintor es la misma que une a cualquier ser humano con un chimpancé. No ofrece por lo tanto ninguna relevancia. Montanari recordaba además que no había sido publicado en ninguna revista científica el supuesto descubrimiento del Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos Culturales y Ambientales, que financió aquel proyecto. Sí que tuvo en cambio eco en medios divulgativos reconocidos, como National Geographic, que hizo un documental al respecto.

Más allá de la discusión acerca de la autenticidad de los huesos, el monumento que se ha inaugurado en Porto Ercole ha estado rodeado en todo momento por la polémica tanto por su coste como por su fealdad, que al mismísimo pintor seguro habría ahuyentado. Por 65.000 euros las autoridades han levantado un soso arco con el nombre del pintor grabado en toscas letras en cuya parte superior luce un cesto repleto de frutas y hojas de parra construido en cerámica. El artista, Giuseppe Conte, asegura haberse inspirado en las obras que Caravaggio pintó en algunas de sus obras como «Cesta de frutas» (1585) o «Joven con cestos de frutas» (1594), de la Galería Borghese o las composiciones presentes en obras como «Baco adolescente» (1591). A los pies de esta construcción, elevada en una columna artificial a modo de túmulo, se enterró la urna donde se guardan los supuestos restos óseos del pintor. Los fastos para celebrar tan magno acontecimiento arrancaron a las 11:30 de la mañana. Al acto del entierro de los restos siguieron por la tarde la tercera edición del concurso de pintura al aire libre con el nombre del pintor, un concierto de música barroca y la proyección de un documental titulado «Caravaggio, il corpo ritrovato». Completan el entorno una hilera de setos y un buen número de plantas aromáticas propias del Mediterráneo, como el jazmín, la lavanda y el romero. «El lugar, rico de olores y colores, ha sido concebido como un memorial alegre a Caravaggio, no triste», explicó Vinceti a la publicación «Le Journal des Arts». Sería interesamente haber podido preguntarle a Merisi si habrían sido d esu gusto tanto el show montado en Porto Ercole como el horrible túmulo erigido en honor de unos de los artistas más grandes que ha dado la pintura.

Como desvelaba «Il Fatto Quotidiano», a los 65.000 euros que cuesta el monumento hay que añadir otros gastos derivados: 40.000 euros por la preparación del terreno y 4.400 por la compra de 400 ejemplares de dos libros dedicados a Caravaggio y al descubrimiento de sus huesos, que serán regalados a los asistentes a la inauguración. El total, pues, es de 109.400 euros, una cifra con la que el Ayuntamiento espera haber dotado al municipio de un lugar de obligada visita para los innumerables admiradores del pintor italiano que vivió a caballo entre el siglo XVI y el XVII. El autor de los dos ensayos adquiridos no es otro que Vinceti, lo que ha provocado las críticas de la principal formación de la oposición municipal en Porto Ercole, el izquierdista Partido Democrático (PD). «Se trata de una escandalosa política de favoritismos», denunció el PD, recordando la anterior pertenencia de Vinceti a Forza Italia, el partido que gobierna en la ciudad donde falleció Caravaggio.