Benzo: vamos a contar verdades
El secretario de Estado de Cultura desmantela en el Congreso las «mentiras,falsedades interesadas y elucubraciones» que han rodeado al proyecto de Fusión Real-Zarzuela.
El secretario de Estado de Cultura desmantela en el Congreso las «mentiras,falsedades interesadas y elucubraciones» que han rodeado al proyecto de Fusión Real-Zarzuela.
El secretario de Estado de Cultura compareció ayer a petición propia ante la Comisión de Cultura del Congreso. Su objetivo estuvo claro desde el minuto uno: poner blanco sobre negro en el asunto de la fusión del Teatro Real y la Zarzuela. No le dolieron prendas al repetirlo una y otra vez: se habían tejido demasiadas mentiras alrededor de la futura fundación («ante una noticia falsa me revuelvo; no soy empático con quienes mienten», dijo).
Salía, dijo, así al paso de las «elucubraciones que se han podido escuchar y leer desde que esta información fuera parcialmente filtrada a la prensa. Estoy aquí para aclarar las verdades y desmontar las mentiras». Y fue desgranando una por una las que a su juicio eran más flagrantes: «La mayor de todas es que se trata de una privatización. La Zarzuela no se privatiza al incorporarse a una fundación pública». Segunda: nunca se obrará en detrimento del teatro de la calle Jovellanos. «¿Llevaríamos adelante el proyecto si fuera un perjuicio para la Zarzuela?», preguntó (fácil era saber la respuesta), lo que le sirvió para aludir al blindaje de días atrás al declarar al género patrimonio inmaterial de la humanidad. Y siguió: «Jamás se hubiera puesto en marcha el proyecto si uno solo de los trabajadores se hubiera podido ver perjudicado». Tampoco es cierto que se quiera desmantelar el Inaem: «Funciona bien desde el punto de vista cultural y de gestión». Otra «gran mentira». ¿Lissner al frente de la nueva fundación? «Ni por un instante el Real ha pensado en prescindir de Matabosch».
«No habrá un solo despido»
Tampoco es cierta la cantidad de 100 millones de presupuesto que garantizaría la fusión, «pues serían poco más de 75». Y acabó con «otra falaz y absurda mentira»: la privatización del Centro Dramático Nacional. Puestas en solfa las mentiras tocaba acometer las verdades: la fusión, no absorción, será un proyecto sin coste; «no habrá ni un solo despido», frase que repitió en varias ocasiones; se va a potenciar la Zarzuela «y su papel a nivel internacional bajo un mismo paraguas público», será «un proyecto sin coste» adicional. E incluso entonó el «mea culpa» y pidió perdón por la manera en que se había transmitido el acuerdo: «No se ha comunicado bien a los trabajadores del Teatro de la Zarzuela. Eso se ha hecho mal. La difusión se ha precipitado horas antes de que se lanzara a la luz pública desconozco con qué interés». Después llegó el turno de preguntas de los diputados y Fernando Benzo contestó. Y dio por zanjado el tema («no pretendo vencer, sino convencer») mientras no muy lejos, en la Plaza de Oriente, los trabajadores del Inaem se manifestaban contra la fusión. A ellos, dijo, no los entiende: «El diálogo resulta absolutamente imposible» Y ellos, los sindicatos, aseguran que si no se retira el proyecto y se empieza a negociar de cero no desconvocarán los paros.