Bruni año 2060: Biografía-bomba en Francia
Carla pierde la memoria: Patrick Besson irrumpe en el panorama literario francés con unas falsas memorias en las que retrata y parodia a la esposa de Sarkozy, convertida en una viuda arruinada y con alzhéimer
Cuesta imaginar que una trepidante vida como la de Carla Bruni pueda resultar demasiado prosaica como para dedicarle una biografía. A Patrick Besson, reconocido y controvertido escritor francés, así se lo pareció. Pese a tener un contrato firmado con una editorial, llegado el momento llegó a la conclusión de que, en realidad, poco había que destacar de la esposa del ex mandatario francés, Nicolas Sarkozy. «Me di cuenta de que no le había ocurrido nada: ha desfilado, cantado y se ha casado con un presidente. Es algo completamente banal», confesaba estos días a un diario regional.
Así que sin abandonar a la ex primera dama, decidió transformarla en personaje de novela. Porque eso sí, reconoce que aunque para glosar el periplo vital de la ex top model en una biografía faltaba dramaturgia, el personaje le intriga y le interesa. Y entre contar su pasado o imaginar su futuro, se quedó con esto último, lo que le ofrece la posibilidad de hablar del tiempo, del olvido y la muerte. Claro que el autor tuvo que cambiar de editorial y convencer a otra algo más aventurada, con sentido del humor... y del riesgo.
Para entrar en la novela hay que echar mano de la imaginación. Corre el año 2060 en un Francia en donde «las mujeres tienen todas las palancas del poder» gracias a leyes inicuas, el cuscús es el emblema de la gastronomía gala, el árabe es obligatorio en la escuela, y muy útil para traducir los versos del Corán impresos sobre los foulards Hermès.
En este decorado, algo crepuscular, destaca el personaje protagonista de Clara Bruti –cualquier parecido con la realidad, ya se sabe...–, de 98 años y viuda de Brancussi, ex presidente de la V República. Retirada en Niza tras haberse arruinado y perdido su inmensa fortuna en la debacle posterior a la guerra mundial que aconteció entre 2039 y 2045, la nonagenaria ex primera dama decide escribir sus memorias. O, más exactamente, lo que su enfermedad de Alzheimer le deje recordar. Para escribirlas recurrirá al biznieto de una amiga, directora editorial, para ejercer de «negro». El problema es que Clara Bruti acabará mezclándolo todo, dando lugar, dicen los más entusiastas del libro, a una novela «muy divertida» en la que sin un gran esfuerzo intelectual son reconocibles personajes y lugares de la sociedad parisién.
En el mundo de Bruti, la banca islámica lo domina todo, en la calle los burkas Burburry campan a sus anchas como los coches Saarab (Saab). Las tiendas Zara se han transmutado en Zarab. Las grandes superficies se han transformado en mezquitas mientras que en Gran Bretaña, la inamovible monarquía de los «Ben Windsor» ocupan el trono.
Reaccionario y provocador
Entre reaccionario y provocador, «La memoria de Clara» («La mémoire de Clara», Edition du Rocher, 2014) es, sobre todo, según su autor, «un libro antiburgués. Ataco a esa burguesía intelectual que decreta, decide y elige. Esos que se creen que todo les está permitido. Es un libro incendiario, una bomba, un objeto no identificado», declaraba Besson al diario «Nice Matin». Una ficción con tintes muy reales en la que Carla, asegura, se ha tornado en un personaje novelesco, «mordaz y brillante».
No es la primera vez que Besson toma a la ex primera dama por musa inspiradora. Su artículo publicado por «Le Point» en 2008, «24 consejos al presidente de la República en vista de su boda con Mademoiselle Bruni», le causó más de una tribulación. Su tono, políticamente incorrecto, explica por qué cuatro meses después de su aparición fue despedido de tres revistas con las que colaboraba («Le Figaro Magazine», «VOD» y «Marianne»). A Sarkozy, desde luego, la publicación le hirió el ego y de la furia de aquel momento nació la desafortunada frase «¿dejarías que llamen puta a tu esposa?» que, según el director de «Le Point», el entonces presidente le había soltado tras la lectura del artículo.
A pesar de todo, el autor disfruta de este tipo de temeridades lietrarias y, cuando le preguntan si teniendo en cuenta los antecedentes teme las consecuencias de esta publicación, asegura que «los que han leído el libro se han muerto de risa. Los otros, los que salen retratados en él, tal vez se sientan halagados», asegura el escritor francés con su particular ironía.
Y es que Bruti, el trasunto literario de Carla Bruni, promete no dejar indiferente a nadie –la pluma de Besson parece tener esa cualidad de fábrica–. «Golpea duro y seco. (...) Este libro, que provocará un escándalo, es un verdadero placer», adelantan en las reseñas literarias más amables. Lo que ya dan todos por hecho es que junto al controvertido «Gracias por este momento» de Valérie Trierweiler, éste será uno de los bombazos literarios del año. El propio autor lo advertía en una entrevista en «Varmatin»: «Mi libro es muy político. Se trata de una diatriba, una bomba, un objeto no identificado».
Polémicos consejos prenupciales
Bruni se ha convertido ya en una de las obsesiones literarias de Besson, que ya despertó la ira de Sarkozy cuando publicó un artículo en 2008 con 24 polémicos consejos (algunos se reproducen a continuación) que le daba al presidente antes de su boda con la modelo. La publicación provocó el enfrentamiento entre el mandatario y el director de «Le Point» al que espetó: «Este artículo es una guarrada que justifica una paliza».
1. No hable con la futura señora de Sarkozy de sus gustos musicales (Serge Lama, Jeane Manson, Enrico Macias ...).
2. En el mismo sentido, evite el encuentro entre ella y Mireille Mathieu [cantautora francesa].
3. En general, musicalmente, haga un esfuerzo.
4. Mantenga al hijo mayor de su nueva pareja.
7. Ni siquiera sueñe con combatir la influencia intelectual que ejerce sobre Carla su psicoanalista.
8. No abuse de las visitas a sitios arqueológicos en su compañía, ella podría tomárselo mal.
9. En caso de perder las próximas elecciones presidenciales, usted volverá a ser soltero.
12. Si le quiere darle placer, déjele cortarle el pelo. Su primera vocación era ser peluquera.
13. Si tiene oportunidad [en aquel momento era presidente de Francia], no renuncie a su luna de miel en el yate o en la propiedad de un multimillonario francés o extranjero: sólo tiene una vida.
24. No ceda a la tentación de correr.