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Kevin Spacey asegura que no se declaró gay hasta los 58 años porque su padre era “supremacista blanco”

El actor testifica en el juzgado de Nueva York y niega las acusaciones del actor Anthony Rapp: “No es verdad”

El actor Kevin Spacey abandona el juzgado después de testificar
El actor Kevin Spacey abandona el juzgado después de testificarYuki IwamuraAgencia AP

El actor Kevin Spacey testificaba en el juzgado de Nueva York que estudia la denuncia de abuso sexual contra él presentada por el actor Anthony Rapp con los ojos llenos de lágrimas. En la sesión, que se dirime la petición de indemnización de varios millones de dólares por daños y perjuicios, el actor negó que tratase de abusar del demandante cuando solo tenía 14 años. En una de las sesiones del juicio, Spacey ha confesado que nunca había declarado su homosexualidad por miedo a su padre, de ideología “supremacista blanca y neonazi”.

En varias ocasiones, Spacey, que entonces tenía 26 años, negó que hubiese levantado al aspirante actor “como un marido lleva a su mujer en brazos hacia su dormitorio” después de una fiesta en 1986 en su apartamento de Manhattan y que, tras dejarle sobre la cama se echase encima de él. Según el relato de la denuncia, Rapp escapó de debajo de un Spacey ebrio y huyó, informa AP. “No son ciertas”, dijo sobre las acusaciones, hechas por primera vez en 2017, en una entrevista con “Buzzfeed” y que supusieron el fin de su participación en la serie de Netflix “House of Cards” e hicieron descarrilar abruptamente su carrera.

Durante su declaración, el actor de 63 años se secó las lágrimas con un pañuelo y sollozó mientras recordaba la presión que sufrió por parte de abogados y medios de comunicación que le exigían una disculpa ante Rapp. En ese momento, el movimiento #MeToo había explotado y, según Spacey, la industria se apresuró a cancelar a los posibles acusados. “Me quedé impactado. Estaba asustado y estaba confuso… Pero sabía que nunca había estado a solas con Anthony Rapp”. En el momento de las acusaciones, escribió en Twitter que no recordaba el encuentro con Rapp y agregó: “Pero si me comporté como él describe, le debo la más sincera disculpa por lo que habría sido profundamente comportamiento de ebriedad inapropiado, y lamento los sentimientos que describe haber llevado con él todos estos años”. En el juicio declaró que ha aprendido la lección de “no disculparse más por algo que no ha hecho”.

A preguntas directas del juez Lewis A. Kaplan sobre la privacidad de su vida sentimental, Spacey reveló que había crecido en un entorno “muy difícil”. “Mi padre era un supremacista blanco y neonazi”, reveló. “Eso significa que mis hermanos y yo nos veíamos obligados a escuchar horas y horas de mi padre sermoneándonos sobre sus creencias”. A medida que Spacey se interesó en el teatro, dijo, soportó los gritos de su padre, quien “solía gritarme ante la idea de que podría ser gay”. Spacey dijo que era “humillante y aterrador cuando sus amigos lo visitaban en casa” porque nunca estaba seguro de lo que su padre podría decirles a ellos o a él. “Todo lo que pasaba en esa casa era algo que me tenía que guardar para mí. Nunca, nunca hablé de esto. Nunca he hablado públicamente de esto”, dijo.

Spacey, testifying on a day when Judge Lewis A. Kaplan tossed out Rapp’s claim of intentional infliction of emotional distress on the grounds that it duplicated aspects of the assault and battery allegation, also was asked if he has been private about his personal life over his career.

“I grew up in a very complicated family dynamic,” he said, explaining that rants by his father when he was a youngster led him to hate bigotry and intolerance.

“My father was a white supremacist and neo-Nazi,” Spacey said. “It meant that my siblings and I were forced to listen to hours and hours of my father lecturing us about his beliefs.”

As Spacey became interested in theater, he said, he endured the screams of his father who “used to yell at me at the idea that I might be gay.”

Prior to Monday's testimony, Spacey said he had "never talked about these things publicly, ever.”

He said he had been considering revealing that he was gay publicly for about 18 months before deciding to announce it after Rapp's allegations came out.

Spacey cried as he described immediately regretting the timing of the revelation as he faced backlash in the gay community, including from friends, and others who thought he was using the announcement to change the subject, to deflect.

“It was really wrong and it was really bad and I’m deeply sorry,” he said as his voice cracked.