Festival de Málaga

Con Coixet llegó el drama

La directora presenta «Ayer no termina nunca», una tragedia con Candela Peña y Javier Cámara

Candela Peña e Isabel Coixet, ayer, en el Festival de Málaga
Candela Peña e Isabel Coixet, ayer, en el Festival de Málagalarazon

La programación de la nueva película de Isabel Coixet en la sesión inaugural del Festival de Málaga constata que éste ya no es el certamen de las comedias. «Ayer no termina nunca» es un drama sin matices: una pareja, encarnada por Javier Cámara y Candela Peña, se reencuentra cinco años después de su separación y tras la pérdida de un hijo, y, durante toda la cinta, conversan sobre los efectos de esta tragedia en sus vidas. «La película está inspirada en la historia de Cristina, una amiga que perdió hace cinco años a su hijo y su trabajo. Por circunstancias de la vida a mí me tocó decirle que su hijo había muerto. Desde ese momento, su vida obviamente fue otra y la mía también. He visto cómo ha luchado por volver a ser un ser humano. Ha sido una lección de vida y humildad que me ha marcado», asegura Coixet.

Ambientada en la España de 2017, inmersa en una profunda crisis, la cinta aborda la influencia de la coyuntura económica y social en la vida de estas dos personas al sugerir que la muerte de su hijo pudo ser consecuencia de los recortes en la sanidad pública, un tema sobre el que Coixet ha sido, según dice, «pretendidamente ambigua». La directora se desmarca, sin embargo, de animar a sus colegas de profesión a abordar esta coyuntura: «No considero que los cineastas tengamos que hacer un tipo de película, sino lo que sintamos o podamos en cada momento. Un director no tiene ninguna obligación de contar ninguna historia en concreto, sobre todo en este caso, porque he sido yo la que me he financiado la película con la ayuda de la distribuidora», añade. La película, con sólo dos personajes y tres localizaciones, se trata de una producción sencilla: «Hay que hacer películas acordes con los tiempos que corren. Cuando la escribí, el verano pasado, ya me temía que no iba a contar con muchos medios», añade.

No a los escraches

Aunque la imagen que nos presenta Coixet de nuestro país dentro de 4 años resulta desoladora, la directora se muestra optimista con el futuro: «Tengo un punto de idealismo que me preocupa lo naif que es. Estoy convencida de que en este país tenemos recursos para hacer las cosas de otra manera. Igual sale algo bueno como, por ejemplo, librarnos de cosas inútiles. Por otra parte, y sobre los acontecimientos que están pasando últimamente, lo que más me hace desconfiar de la naturaleza humana es el robo institucional de las preferentes sin ninguna consecuencia. Entiendo que la gente vaya a la casa del señor de la caja de ahorros, pero no soy partidaria de los escraches porque el ruido, la algarabía y la queja no están en mi naturaleza», sentencia.

Una actriz indignada

Tras protagonizar uno de los momentos más polémicos de los Goya al denunciar las condiciones en las que falleció su padre en un hospital público, Candela Peña arremetió contra las críticas recibidas: «Pensaba que había libertad de expresión, pero no. Confiaba en la bondad de los desconocidos y me he dado cuenta de que los humanos somos mezquinos y carroñeros. En 2017 me veo peleando por que me den trabajo y me paguen dignamente, y espero que la gente viva mejor, que no llamen nazi a quien se manifiesta, que a la gente de las preferentes le hayan dado la pasta y que este Gobierno haya pasado y haya otro que respete la cultura».