Decepciones en Locarno

Es vergonzoso proyectar un engendro como «Cosmos» de Andrej Zulawski. Llamarla película es un insulto al cine.

Locarno es una bonita ciudad junto al Lago Mayor, en el Ticino suizo. Mucho calor húmedo y casi todos los años terribles tormentas.

Tras este preámbulo geográfico, es vergonzoso proyectar un engendro como “Cosmos” de Andrej Zulawski. Llamarla película es un insulto al cine. Fea, aburrida, falsa y encima esto va a Concurso Internacional.

Zulawski en su Polonia natal hizo algún largometraje pero fuera de allí se desmadró con su obsesión de destrozar violentamente a sus personajes femeninos como hizo con Romy Schneider o a Sophie Marceau. El colmo llegó con pasear desnuda a Valérie Kaprisky sin saber por qué en “La mujer pública”. Es lo único que se recuerda de esta película.

En la Piazza Grande, cinta americana de la Universal, con lo que a lo mejor se estrena, y candidata al premio del público. La vieron 7200 personas que se rieron un par de veces al principio. Luego no. “Trainwreck”, que la dirige un tal Judd Apatow, con flojísimo currículum. Es una comedia, género muy difícil y aquí con el problema añadido de que Amy Schumer es la guionista y a la vez protagonista. Angustiosa su constante presencia en primer plano. La película poco a poco va decayendo en el desarrollo del absurdo hasta un grotesco final a mayor gloria de la Schumer.

Otro estreno mundial en Piazza Grande que no hacia falta: “Jack”, de Elisabeth Scharang. Filme austríaco de la que más público del pase de prensa se ha escapado. Teórico thriller que se queda en teórica. Más falsa que Judas.