El cine español entra en acción

Que la industria española ha recurrido al cine de género para llegar a un público más amplio no es novedad. Primero fue el terror y el suspense. Después vino el furor por las «teen films», dirigidas a adolescentes. Incluso Mateo Gil se atrevió en «Blackthorn» con el «western», el género americano por excelencia con permiso del de acción. Precisamente, es el «thriller» la asignatura pendiente del cine español, una materia que puede ser superada este año al amparo del éxito mayúsculo en la taquilla de «Lo imposible» y la nueva película de Daniel Calparsoro, un director de oficio curtido en la pequeña pantalla durante los últimos años que vuelve a dirigir cine con «Invasor», un «thriller» de acción basado en la novela homónima de Fernando Marías. Dos médicos militares de servicio en la guerra de Irak se ven involucrados en un turbio suceso que les enfrentará a un dilema ético a su vuelta a España. Alberto Amman, Antonio de la Torre, Inma Cuesta y Karra Elejalde son los protagonistas de esta producción, que transcurre entre La Coruña e Irak. «Tiene una vocación abiertamente comercial, pretende entretener y ofrecer imágenes espectaculares. Creo que es el camino a seguir, ya que el papel del cine no se limita a la cultura. Su capacidad para hacer desconectar al espectador también es importante», explica Calparsoro.

Tampoco oculta su rechazo a la guerra de Irak y al papel que nuestro Ejército desarrolló allí, un posicionamiento implícito en el mismo título. «"Invasor"no es ambigua en este sentido, aunque se refiere a todos los conflictos bélicos. A diferencia de los anglosajones, a nosotros nos cuesta mucho hacer autocrítica», añade el director. El productor, Juan Gordon, asegura, sin embargo, que «no queremos que enajene a media España, ni criticar al Ejército. En esto, el cine americano sabe hacerlo bien. Lo que se pretende es un reencuentro de los espectadores con el cine hecho aquí», añade. Los elevados presupuestos de estas producciones han explicado hasta ahora su escaso desarrollo en nuestro país. «Invasor» se ha hecho con 3,6 millones de euros, poco más del presupuesto medio de una cinta española. Ahora ya no hay excusa.