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Festival de Cine de Gijón: «Je suis un soldat»: cuando menos es más

El director francés Laurent Larivière, en el Festival Internacional de Cine de Gijón, donde compite con su primer largometraje: "Je suis un soldat"
El director francés Laurent Larivière, en el Festival Internacional de Cine de Gijón, donde compite con su primer largometraje: "Je suis un soldat"larazon

Hay dieciséis largometrajes a concurso, así como varias secciones paralelas ya creadas por el anterior director del festival. Una buena película ha sido la francesa “Je suis un soldat”, de Laurent Lariviere.

Habría que destacar que con un argumento nimio lograr un buen trabajo no es tarea fácil y se necesita un talento como el de este joven director.

El argumento pivota sobre una familia un tanto extraña, con una madre, dos hijas, un marido y un tío (éste, con interpretación sobresaliente de Jean Hughes Anglade) y la temática se centra en el comercio clandestino de perros, con falsos certificados de vacunación. Una magnífica película. Resulta curiosa la diferencia de ver una proyección en el pase de prensa o en con público. En el del Teatro Jovellanos tuvimos que sufrir a un presentador vestido deportivamente como para salir a hacer footing que contó la película. A ello se sumó una traductora -para el director francés- que cometió alguna que otra torpeza.

En el extremo opuesto, “Much Loved”, de Nabil Ayuch , cineasta franco-marroquí que tiene pendiente un juicio por esta película con una asociación que le denuncia por considerar que el filme "contiene escenas pornográficas". Yo no las he visto: se trata de una aburrida y reiterativa cinta, de esas contadas en primeros planos sin que el espectador sepa cómo es el escenario. Si la intención del autor es mostrar cómo es el mundo de las mujeres dentro de una sociedad machista, da pena pensar que la libertad de las mujeres sea convertirse en prostitutas.