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Halloween, 40 años esperando la última puñalada

Cuatro décadas después de la célebre cinta de John Carpenter, Jamie Lee Curtis vuelve a enfrentarse al sádico Michael Myers en un duelo final que llega a los cines en la semana clásica del terror, con varios estrenos de género.
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Cuatro décadas después de la célebre cinta de John Carpenter, Jamie Lee Curtis vuelve a enfrentarse al sádico Michael Myers en un duelo final que llega a los cines en la semana clásica del terror, con varios estrenos de género.
Cuando «La noche de Halloween» se estrenó en octubre de 1978 el periódico «The New York Times» no escribió una crítica del filme. No fue por dejadez o desinterés, sino porque los trabajadores de la imprenta estaban en huelga. Al renombrado crítico del citado periódico, Jason Zinoma, uno de los más veteranos, la cinta de John Carpenter siempre le pareció un filme experimental. Pauline Keil, en «The New Yorker», tachó el filme de «terror memo». Había opiniones para todos los gustos. Y es que Michael Myers no es como el resto de los seres diabólicos de los filmes de terror, no emite sonidos extraños, ni se arrastra. Todo lo contrario: camina de forma normal y viste como cualquier hombre de su edad. No sabemos cuál es el motivo de sus matanzas.
Cuatro décadas han pasado desde que Myers y su terrorífica máscara asustaron a medio mundo. La cinta, una continuación directa de la primera (dejando a un lado las secuelas que ha «padecido» el ya clásico de Carpenter) se ha hecho esperar cuatro décadas, aunque ha dado su frutos en el primer fin de semana de su estreno, pues ha arrasado en taquilla con una recaudación de más de 77 millones de dólares (su presupuesto apenas llegaba a los 10) y encabezar el top ten en Estados Unidos. Jamie Lee Curtis escribió un post llena de orgullo: mejor estreno de una película protagonizada por una mujer mayor de 55 años, mejor estreno de una cinta de terror interpretada por una mujer, segundo mejor estreno de un filme de terror y segundo mejor estreno del mes de octubre, junto a una imagen de las tres actrices del filme y el hashtag #TimesUp. Ella relaciona el filme de terror con lo que ha sucedido en los últimos meses en Hollywood con el #MeToo: «Esta película trata sobre un trauma, lo que sucede después de un acto de violencia. Me recordó lo que ha pasado estos meses atrás, con mujeres que han aguantado situaciones extremas de opresión, de abuso constante, de terror, al cabo... Ahora, algunos de esos tipos que tanto hicieron sufrir han dado con sus huesos en la cárcel», declara.
80 versiones en ocho meses
El monstruo Myers ha pasado su vida recluido en el Smiths Grove Sanitarium para tratar su psicopatía. Tanto él como su víctima, Jamie Lee Curtis (que es productora ejecutiva), la Laurie Stroder de la cinta inicial, han arrastrado durante este largo lapso de tiempo las huellas de lo que sucedió una terrible noche en la que ella tuvo que enfrentarse a una criatura sin rostro. Se casó, pero su matrimonio ha naufragado. Tiene una hija con la que mantiene una mala relación. Hasta su aspecto externo resulta desaliñado. Vive mirando hacia atrás hasta que en un traslado del centro psiquiátrico en que está recluido Myers éste se escapa. Ha llegado el momento de su venganza. La de ella.
Ha contado con la supervisión de John Carpenter, quien se ha mostrado satisfecho con el resultado. «Es la película que yo quería hacer», han sido sus palabras. Para todo aquel que conozca cómo funciona el proceso de hacer una película en Hollywood, sabe que el guión pasa por varias revisiones hasta llegar alcanzar lo que se denomina el «final draft» (borrador final). Al parecer el director David Gordon Green y su coguionista Danny McBride llevaron este proceso al límite. En una entrevista con «The Hollywood Reporter», el director confesó la multitud de cambios por el que ha pasado el texto. «Creo que hicimos 80 versiones en ocho meses, explorando posibilidades con diferentes personajes. Fue entonces cuando supimos que Jamie Lee Curtis quería participar y tuvimos que empezar a trabajar y focalizarnos más en su personaje», explica Gordon. Al parecer, a raíz de esta aceptación de la hija de Janet Leigh mucha gente empezó a mostrar interés y las oportunidades se multiplicaron.
El principal motivo por el que la intérprete decidió formar parte de esta nueva entrega fue, además del guión, la recomendación de Jake Gyllenhaal, que le comentó que su amigo David Gordon Green quería hablar con ella sobre la posibilidad de rodar una secuela de Halloween. «Lo que me hizo decidirme fue la escena inicial en la cual su nieta (interpretada por Andi Matichak) camina a través de la ciudad, llega a casa y se esconde en el interior del armario como yo lo había hecho en la primera entrega. Entonces me recordó a como me sentí en la película original. Seguí leyendo y en la tercera página ya estaba enganchada». A Curtis le gustó lo diferente que era este guión a las anteriores secuelas en tres de las cuales participó. «Sentí que esos segundos que no esperas vivir y que van a determinar todo lo que suceda después estaban presentes en el texto. Así es una película de terror», asegura. «Nos paramos a pensar qué es lo que hizo que la película original diera tanto terror y llegamos a la conclusión de que era que lo que pasa en el filme le puede pasar a cualquiera en cualquier lugar», remarca Green.
Cuando el director contactó con Jamie Lee Curtis la primera vez estaba convencido de que ella diría que no, así que se planteó varias opciones alternativas por si ella no aceptaba. Pero cuando dijo que sí no se lo podía creer: «Parece una frase manida pero fue como un sueño hecho realidad». El director llevaba obsesionado con el personaje de Michael Meyers desde adolescente. Y tenía en sus manos el poder continuar con la saga. Para hacer una secuela de Halloween como Dios manda, la aprobación de John Carpenter era fundamental. Cuando el director y compañía se pusieron en contacto con él, la principal preocupación o mejor dicho consejo de John Carpenter, era hacer las cosas de forma simple, sobre todo la historia. Para Green trabajar con Curtis ha resultado toda una experiencia: «Jamie es de esas actrices con las que tienes que ser completamente honesto y saber exactamente lo que quieres que haga, las indicaciones que les va a dar y tener muy claro que intenciones tienes en cada escena y que es lo que quieres que ella te de. Para nosotros era fundamental hacer un homenaje a Carpenter».
Ambos charlaron sobre un momento particular en el final de la película original donde está con los niños que está cuidando y de manera muy autoritaria les dice que hagan lo que ella les diga. Ese momento donde se transforma de una dulce «babysitter» a una mujer con mando y caracter es lo que les sirvió para basar su personaje en esta entrega. Esto se convirtió en el mantra para su personaje. Curtis le pasó a Green algunas observaciones sobre su personaje: en el guión Laurie parece ser bastante descuidada y eso es algo que la actriz no compartió. «Si alguien tiene que tener un arma a mano cuando duerme porque toda su vida está esperando a que vengan a matarla no puede ser descuidada sino más bien todo lo contrario. Para meterse en el personaje Curtis decidió apartarse y vivir sola: «Necesitaba meterme en el papel, sentir de primera mano esa soledad que vive el personaje y revivir los traumas de hace cuatro décadas, cuando lo interpreté por primera vez».