Los Goya vuelven a dar guerra
«Han pasado cosas en la política y el cine de las que hay que hablar», dice Eva Hache
En 2003, un protagonista inesperado se coló en la gala de los Goya: la guerra de Irak. Las protestas contra la postura del Gobierno frente a este conflicto empañaron el triunfo de «Los lunes al sol», de Fernando León de Aranoa, en aquella velada. Esta edición de los premios, con la actualidad informativa copada por la crisis económica, ya se postula también como polémica. Eva Hache, que repite por segundo año consecutivo como conductora de la gala, lo adelantó ayer: «Este año han pasado cosas en cuanto a la política, la sociedad y el cine. Creo que hay que hablar de ello», explicó. Aunque el presidente de la Academia, Enrique González Macho, que acompañó a la humorista junto a Emilio Pina, productor de la gala, y Eva Cebrián, responsable de cine español en RTVE, en la presentación de la gala no contradijo sus palabras, sí aclaró que «el guión no está escrito todavía, entre otras cosas, porque no se puede hacer hasta que se conozcan las películas. Eva es la presentadora y, aunque aporta mucho, no escribe los guiones», matizó.
Más aforo, menos céntrico
A la pérdida de glamour que implican las reivindicaciones políticas se suma este año el lugar de la celebración, el Hotel Auditorium, situado al lado de la carretera de Barcelona en Madrid. Su tradicional emplazamiento, en el Palacio de Congresos del Campo de las Naciones, está cerrado desde la tragedia del Madrid Arena, y, según González Macho, no había otro sitio que reuniera las características necesarias. ¿Ventajas? Capacidad para 300 invitados más (el Auditorium tiene un aforo de 2.240 personas) y más espacio para la Prensa. «No es por peloteo», broméo el presidente. También aspiran a los cabezones un mayor número de películas que en 2012 (cuatro más hasta las 120), mientras que el número de galardones no varía: 28 y el de honor, concedido a Concha Velasco.
Hasta ese día, el 17 de febrero, en el que se espera al menos revalidar la audiencia de la anterior edición, de cuatro millones de espectadores, se sucederá una antesala a los premios que comienza el día 8 de enero con el anuncio de los candidatos, fecha que hubo que cambiar para no coincidir con la de los Oscar, el 10. Después, el 28 de enero, se celebrará la tradicional fiesta de los nominados, que también cambia de escenario: en lugar de la Real Casa de Correos la albergarán los Teatros del Canal. Manel Iglesias dirigirá la gala, que será retransmitida en directo por TVE, como se confirmó ayer. Para terminar, una promesa que suena a viejo: una gala más divertida.
El aperitivo de la ceremonia
Rosa María Sardá, Julia Gutiérrez Caba o María Pagés fueron ayer algunas de las galardonadas con los premios Aisge en una gala muy reivindicativa que sirvió como aperitivo para los Goya. Pilar Bardem hizo un discurso a favor de la cultura y en contra del actual Gobierno y la Iglesia. Bardem cargó las tintas especialmente contra el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, del que dijo que «en lugar de hacer pagar a las multinacionales, prefiere que apoquinemos todos los españoles».