Mia Wasikowska: «Rodar con Depp es de locos, siempre improvisa»
Vuelve a meterse en la piel de Alicia, aunque está vez no a las órdenes de Tim Burton. Ahora viaja en el tiempo y regresa al país mágico de su infancia para salvar al Sombrerero Loco
Vuelve a meterse en la piel de Alicia, aunque está vez no a las órdenes de Tim Burton. Ahora viaja en el tiempo y regresa al país mágico de su infancia para salvar al Sombrerero Loco
Mia Wasikowska atiende a los medios españoles con el pelo corto y vestida completamente de negro. Así, a primera vista nadie diría que es la actriz que Tim Burton eligió para dar vida a la «Alicia en el país de las maravillas» de Lewis Carroll, de cabellos largos y dorados y siempre vestida con colores alegres, como los del traje asiático que lleva puesto en la secuela «Alicia a través del espejo», que hoy presenta su estreno mundial. La película esta vez no está dirigida por Burton (aunque sí es uno de los productores), sino por James Bobin, conocido por estar al frente del largometraje de «Los Muppets» (2011). Además, desarrolló los personajes Ali G, Borat y Brüno, interpretados por Sacha Baron Cohen, quien en la nueva película de Alicia ocupa el papel de Tiempo.
Precisamente es él quien posee el elemento que dispara la trama, la cronoesfera, lo único que puede salvar al Sombrerero (Johnny Depp), cada vez más deprimido y apagado porque nadie cree que su familia siga viva. Para descubrirlo, Alicia «toma prestada» la cronoesfera, que le permite viajar al pasado hasta el Día Horriboloso, en el que la Reina de Corazones (Helena Bonham Carter) destruyó todo el reino para dominarlo. Pero además de conocer el destino de la familia del Sombrerero, también averigua la historia mejor guardada por la Reina Blanca (Anne Hathaway). Este argumento no sigue fielmente el de la novela, como reconoce el director James Bobin: «No se corresponde porque en el libro de Carroll no hay nexos ni una trama lineal». Y añade que «es una novela muy triste, más melancólica que la primera porque la niña en la que se inspira para construir el personaje, Alicia Liddell, ya se ha hecho mayor. A mí en la película me interesaba realizar algo como una partida de ajedrez en la que ocho movimientos eres el peón se convierte en reina».
Una metáfora de la madurez de Alicia que, aunque en la pantalla sea la heroína de un mundo fantástico, durante el rodaje Wasikowska era la líder de un plató completamente verde: «La primera semana nos cuesta adaptarnos a actuar en la nada que es el croma, pero luego nos vamos acostumbrando y no te sientes ridículo, pero sí que es la grabación más extraña en la que he participado. De hecho, El primer día de rodaje de la primera parte me resultó extraño que todo el decorado fuera verde y que hubiera unos señores vestidos completamente también de ese color con ojos pegados por todo el cuerpo».
Sobre todo a ella le debió llamar la atención, ya que suele trabajar con directores que no apuestan tanto por los efectos especiales: «Me gusta grabar con directores diferentes y a los que admiro porque por encima de todo soy una fan del cine. He recibido guiones que me han emocionado muchísimo, por ejemplo el de ‘‘Stoker’’, pues siempre me ha gustado su director, Park Chan-wook, que es uno de mis fetiches; con el de ‘‘Mapa de las estrellas’’ de Cronenberg me quedé horrorizada pero a la vez bastante conmovida». También ha rodado con Jim Jarmusch, Guillermo del Toro o Gus Van Sant, pero a la actriz todavía le queda un reto por delante complicado de alcanzar: «Quisiera trabajar en una comedia, pero es más difícil encontrar una buena que un drama». No obstante, después de haber rodado junto a Johnny Depp y Sacha Baron Cohen dice en tono de broma que no rodaría una comedia con ellos porque «nunca sabes qué esperar porque improvisan mucho y siempre hay que estar bastante atento para seguirles el ritmo». Por su parte, Bobin dice que «la secuencia que comparten Depp y Baron Cohen primero la grabamos ciñéndonos al guión y después les dije que siguieran y estuvieron media hora respondiéndose sin parar. Era muy gracioso, son geniales».
Un mensaje feminista
El mensaje de «Alicia a través del espejo» no tiene mucha gracia aunque es positivo, y parte de una tragedia. La joven echa la culpa a su pasado de la muerte de su padre, pero al conocer a Tiempo comprende que «tenemos que avanzar, no podemos obsesionarnos con lo que nos duele de nuestro pasado ni podemos pretender cambiarlo, hay que aceptarlo y eso nos liberará para vivir en el presente». Otra de las reflexiones de la cinta tiene un carácter feminista. Al comienzo del filme Alicia vuelve de estar varios años surcando los mares como capitán de barco, y al volver a Inglaterra intentan reprimir su espíritu aventurero porque una mujer no se puede dedicar a ser un héroe, por lo que lucha para lograr una mayor libertad de acción. Sin embargo, cuenta Bobin que «no creo que Carroll estuviese convencido de los derechos de la mujer porque Alicia Liddell en el momento en el que escribió «El país de las maravillas» tenía siete años y la sociedad victoriana aún no le había machacado lo suficiente para que no fuera una niña con opinión, valiente, inquisitiva e inteligente. Las mujeres debían callarse y luego casarse o ser gobernantas, pero en al generación de Alicia Liddell se convirtieron en sufragistas. De hecho, la última palabra de la película es ‘‘mujer’’ y está hecho a propósito. Esta es una de las pocas cintas de este año que tiene un personaje femenino protagonista. Me gustaría que las mujeres tuvieran un papel más relevante o, como mínimo, que no siempre se tenga que valer de un hombre». Wasikowska subrayó que «no es muy común en este tipo de películas tan comerciales encontrar un papel tan relevante para una mujer. Me gusta también que Alicia no dependa de una historia de amor, sino que se vale por sí misma».
Si las versiones de carne y hueso de las películas de los libros de Carroll esconden consignas educadoras, a Wasikowska la adaptación de Disney de «Alicia en el país de las Maravillas» le «causó miedo»: «No vi el filme de animación para preparar el papel pero sí lo había hecho de pequeña y me producía bastante terror. Ahora reflexiono y me sorprende que muchas de las cintas de Disney tengan una parte tan oscura». No obstante, la madre de Wasikowska le puso cuando ésta era una niña una película de Alicia en «stop-motion» que «me traumatizó bastante». Así que, en cierto sentido, es paradójico que años más tarde haya terminado siendo la intérprete de Alicia y que se haya convertido en un icono para los niños: «Los hijos de las amigas de mi madre me mandan dibujos y si pudiera elegir un público al que llegarle más, serían los niños de 6 años porque siempre me hacen comentarios sobre el pelo, que lo llevo muy bonito y esas cosas».
Más allá de su cabello, lo más llamativo para los espectadores es el vestuario de los personajes. Wasikowska explica que «hemos trabajado con Colleen Atwood, que ya hizo el vestuario de la primera película, y ha sido genial. En esta ocasión, Alicia es una mujer más libre y segura de sí misma, así que viste con una ropa más accesible y cómoda. En este tipo de filmes el vestuario resulta muy importante porque es lo que te da la primera impresión del tono del largometraje». Las ropas de «Alicia a través del espejo» dejan la sensación de que estamos ante un proyecto que apuesta por lo visual, intentando que todo entre por los ojos, mientras que el contenido es explícito para no provocar quebraderos de cabeza al público. En definitiva, estamos ante una película dedicada al ciento por ciento al mero entretenimiento.