Otra mentira de Hollywood: de enemigos no tienen nada
Ryan Gosling y Russell Crowe tienen química en pantalla y fuera de ella, aunque el equipo de esta cinta dirigida por Shane Black explotó promocionalmente una presunta mala relación
Ryan Gosling y Russell Crowe tienen química en pantalla y fuera de ella, aunque el equipo de esta cinta dirigida por Shane Black explotó promocionalmente una presunta mala relación
Dicen que antes y después, y sobre todo durante el rodaje, Ryan Gosling y el entrado en kilos Russell Crowe apenas se podían soportar. Las pullas sobrevolaban el set y los chismes circulaban a la velocidad de la luz. Como consecuencia de estos presuntos desencuentros tuvieron que acudir a sesiones de terapia para poder sobrellevar la ardua tarea de verse la cara durante semanas. ¿A que suena bastante creíble para el mundo de Hollywood? Lo cierto es que este rumor sobre una presunta desaveniencia, acompañado de un vídeo en internet, fue utilizado como maniobra publicitaria para promocionar la película. En dicho «spot» se puede ver a los dos durante varias sesiones con una psicóloga (obviamente interpretada por otra actriz), con Gosling haciendo constantemente hincapié en los problemas de mal genio de Crowe.
Pero este no es el único vídeo que la productora ha realizado para dar publicidad al filme. En otro se observa al productor Joel Silver en la habitación donde Ryan y Russell están dando entrevistas para medios televisivos, mientras los abronca por no tuitear y retuitear lo suficiente para promocionar la película. «Éste es un mercado muy competitivo actualmente», grita Silver y añade: «¡Downey lo está petando!». Sugiere entonces a Crowe que se vista de gladiador y a Ryan de tigre para atraer la atención del público. Las órdenes van subiendo de tono muy al estilo «over the top» del orondo Silver. A pesar de todo el ruido generado, de momento estas grabaciones en tono jocoso no parecen haber ayudado demasiado a la taquilla. El filme, que se estrenó el pasado 20 de mayo en EE.UU, ha recaudado hasta hoy solamente treinta millones de dólares, aunque las críticas han sido bastante favorables.
Guión a cuatro manos
En el filme, Gossling interpreta a un investigador privado que une fuerzas a las de Crowe, que da vida a un sicario para resolver la muerte de una actriz porno y la búsqueda de una niña desaparecida. Un «filme noire» con acento cómico en el que comparten repartoin con Kim Bassinger y Matt Bomer.
La película está dirigida y escrita por Shane Black, considerado como uno de los guionistas pioneros del género de acción americano. Entre los suyos se encuentran «Arma Letal» (1987), «Kiss Kiss Bang Bang» (2005) y «Iron Man 3» (2013), estas dos últimas también dirigidas por él, siendo la primera su debut como director. Esta vez, el guión lo ha escrito a cuatro manos con Anthony Bagarozzi, aunque confiesa que el filme poco tiene que ver con el primer borrador que redactaron hace años. «La historia que escribimos en 2001 está a años luz de la actual, pues la idea era rodar una serie de televisión. Estoy contento de que no sucediera porque no creo que hubiera funcionado; era demasiado diferente y fuera de tono, nos habrían hecho cambiarla radicalmente. Trece años después hemos podido hacer lo que realmente queríamos. Es mucho pensando en estos personajes, los conozco demasiado bien. Tanto, que me gustaría escribir una secuela, aunque para eso tiene que hacer dinero porque así funciona este negocio», explica.
Según Black no existen demasiadas películas de detectives, por lo que las fuentes de inspiración se cuentan con los dedos de una mano. «Hay tres que me parecen muy interesantes: “La noche se mueve”, de Arthur Penn, con un fantástico Gene Hackman, “El dulce sabor del éxito’’, con Burt Lancaster y Tony Curtis, y ‘‘Bullit’’ de Steve McQueen. Digamos que ‘‘Dos buenos tipos’’ es un western urbano», aclara. Al igual que en las cintas mencionadas, ésta cuenta con un actor de tronío en el reparto, de esos que pueden dinamitar un rodaje. De hecho, que Crowe tiene fama de imprevisible y colérico es un secreto a voces en Hollywood. No obstante, el actor confiesa que ha trabajado «a gusto» con Black: «No soporto el exceso de control, no me gusta nada tener un director que me esté dando órdenes en todo. Si colaboras con un cineasta que tiene que meterse en todo, es que no entiende el medio ni cuál es mi trabajo».
Además, Crowe se apresura a desmentir aquella tan cacareada desaveniencia con Gosling: «La primera vez que leímos algunas escenas juntos Ryan y yo nos dimos cuenta que nos íbamos a llevar bien, porque no podíamos parar de reírnos. No cabe duda de que Shane (Black) sabe como inspirarnos a la hora de interpretar nuestros papeles. Impide que se haga aburrido. Posee una capacidad increíble para hacerte sentir cómodo aunque hayas repetido la escena varias veces y te encuentres cansado. Por ejemplo, es capaz de ponerte a bailar para sacarte de la monotonía y que des lo mejor de ti». Para Gosling, la figura del director es un mundo en sí mismo, «enloquecido y divertido al mismo tiempo. Tengo que reconocer que trabajar Black ha sido una bocanada de aire fresco. Espero que la gente lo pueda ver en esta película porque nos lo pasamos realmente bien rodándola».
Una trama con fondo
En este sentido, puntualiza Crowe que, a pesar de lo divertido que resultó el rodaje y la carga cómica implícita, detrás hay una historia interesante capaz de enganchar al espectador, «una trama que te mantiene pendiente, no se trata de un divertimento puro y duro», añade Crowe, quien destaca jocosamente la profesionalidad de su compañero, «que se implicó totalmente y asisitió personalmente a las entrevistas para la selección de las chicas, se interesaba por su trayectoria y su experiencia y procuraba que se encontraran a gusto ante sus preguntas». Aunque la taquilla no ha sido demasiado favorable al filme, los actores se pronunciaron (a medias) sobre la posibilidad de una segunda parte. Crowe, con cierto desdén y bastante ironía, asegura que «ahora mismo estoy demasiado ocupado». Por cierto, no le pregunten al «ex gladiator» qué método sigue a la hora de interpretar porque ya lo contó en el pasado Festival de Cannes: «Utilizo el método Russell Crowe. Nunca he ido a una escuela de interpretación. Voy al corazón del personaje. No tengo ni la menor idea de en qué consiste el método Stanislavski. Por favor, si eres un actor, debes saber trabajar tú solito. Si sigo un consejo, es el que decía [Laurence] Olivier: ‘‘Sé puntual, apréndete los diálogos y no choques con los muebles”».
Lo cierto es que todo en «Dos buenos tipos» genera titulares. A este respecto, Gosling ha realizado unas recientes declaraciones muy aplaudidas entre el universo femenino en las que dice que las mujeres son el sexo fuerte: «Se involucran más. Te das cuenta especialmente cuando tienes hijas y ves cómo evolucionan y dan pasos de gigante con respecto a los chicos. Soy padre de dos niñas y sé de lo que hablo». De hecho, el actor se crió entre féminas y no puede tener un mejor recuerdo de aquello: «Fui educado por mi madre y por mi hermana mayor. Encontré mi sitio en clases de baile. Mi vida en casa está rodeada de mujeres. Son mejores que nosotros y me hacen ser más bueno», añadió. Puestos a debatir la cuestión femenina, ¿qué tal una mujer a la cabeza del Gobierno de Estado Unidos? Gosling se muestra totalmente a favor, aunque, eso sí, no es momento de dar nombres concretos. Ni de hacer campaña.