Tom Cruise, misión: sobrevivir a los rodajes

El actor, de 56 años, regresa con la sexta entrega de la popular saga de acción del agente Hunt, después de una grabación en la que se rompió un tobillo y, como siempre, se expuso a un gran riesgo.

Tom Cruise es conocido en Hollywood, entre muchas otras cosas, por empeñarse en interpretar siempre él mismo las escenas de riesgo en sus filmes. A pesar de que esa sea la peor pesadilla para sus productores, el actor ha conseguido salirse con la suya durante años. En «Misión: Imposible. Fallout» esta afición ha llegado a límites insospechados. El actor parece no conocer el miedo a la hora de arriesgar su vida en los rodajes, y en ocasiones tiene que pagar el precio de esta bravuconería. Durante la filmación de esta sexta entrega de la saga iniciada en 1996, el intérprete (que, por cierto, tiene ya 56 años) se rompió el tobillo saltando de un edificio. La escena, eso sí, valió para el montaje final. Cruise tuvo entonces que cumplir un periodo de rehabilitación con sesiones de 10 horas al día para poder continuar rodando. Según el actor, los doctores le expresaron sus dudas de que, por ejemplo, pudiera volver a esprintar, pero al final el suceso no dejó secuelas.

Christopher McQuarrie, que dirigió a Cruise en «Misión: Imposible. Nación secreta» (2015) y vuelve a hacerlo con «Fallout», es consciente de que este tipo de incidentes provocan un impacto importante en la producción de un filme de esta envergadura, pero lejos de entrar en pánico lo tomaron como una oportunidad para mejorar. «Aprovechamos la rotura de tobillo de Cruise para parar el rodaje y empezar a editar partes del filme mientras Tom se recuperaba y nos dio la oportunidad de hacer algunos cambios que creo han sido beneficiosos para el resultado final», explica. McQuarrie es el primer director en repetir en esta franquicia tan exitosa, cuyas entregas anteriores fueron dirigidas por Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams y Brad Bird, respectivamente.

Pero tras el suceso, Cruise no aflojó el pistón, para mayor espanto de los productores. Otro día tuvieron que rodar una escena denominada HALO (de las siglas en inglés «High Altitude, Low Open»), también conocida en el ámbito castrense como MFF, de «Military Free Fall», es decir, «caída libre militar». Este ejercicio consiste en saltar rápidamente de un avión y abrir el paracaídas lo más tarde posible a fin de que el enemigo tenga menos tiempo para detectar a la unidad. Este tipo de salto se ha popularizado entre los amantes del riesgo y básicamente se diferencia del normal en que el practicante se mantiene en el aire el doble de tiempo sin abrir el paracaídas. Tom Cruise lleva años intentando ejecutarlo en sus películas y finalmente ha podido cumplirlo en «Fallout».

20 minutos con oxígeno

Para rodar la escena, el neoyorquino tuvo que inhalar oxígeno durante 20 minutos a fin de evitar problemas de descompresión, pues el salto debía realizarse a más de 7.000 metros. Para complicar las cosas todavía más, el equipo solo contaba con un día para la grabación y se trataba de una escena que transcurría cercana a la puesta de sol, por lo que tanto Cruise como el cámara tenían que darlo todo en el primer intento. El director comentó en el pasado Cinemacon de Las Vegas que la escena fue rodada con la intención de que los espectadores vieran que es realmente Tom Cruise el que la hace.

Al presidente de Paramount Pictures, Jim Gianopulos, la agenda de aquel día le ponía los pelos de punta: «Saber que es Tom Cruise quien está saltando es algo que te pone bastante en tensión». A pesar del mal trago, está convencido de que ésta es «sin duda, la mejor entrega de todas».

Rebeca Ferguson repite en el papel de Ilsa Faust, la aliada del agente especial Ethan Hunt que protagoniza Cruise que ya desempeñó en «Misión: Imposible. Nación secreta». La actriz sueca cuenta a LA RAZÓN cómo se enteró en aquel entonces, a lomos de un camello, de que Tom Cruise y Christopher McQuarrie querían reunirse con ella: «Estaba rodando otra película y alguien de producción vino y me dijo que Cruise quería conocerme. Habían intentando que viniera a verme pero no había sido posible, así que volé a Luton Hoo, que es el lugar en el que se rodó ''Eyes Wide Shut''. Es una mansión impresionante. Así que literalmente me bajé del camello y me monté en un avión. Cuando llegué a la mansión estuvimos hablando y riéndonos, y hubo una conexión inmediata. Supe desde ese mismo instante que quería trabajar con ellos. Tom no era la estrella que todos conocemos sino un tipo sencillo y encantador».

Clases de moto

A diferencia de su compañero, Ferguson no es tan partidaria de hacer sus propias escenas de riesgo. «A Tom le encanta, pero creo que para rodarlas tienes que estar muy preparado y ser bueno, hay que entrenar mucho, no es una cosa que decidas hacer en el último minuto –explica–. Por un momento se te pasa por la cabeza ''si él lo hace yo también'', hasta que te das cuenta de que Tom no tiene miedo, y eso es algo poco común». Paramount le ofreció a la intérprete la posibilidad de sacarse el carnet de moto y tomar lecciones privadas para rodar algunas escenas, algo que aceptó encantada. El problema vino cuando la actriz se dio cuenta de lo peligroso que era: «Gracias a Dios tenía a Jenny, la especialista que hacía las escenas por mí, porque yo no tenía ni idea de en lo que me había metido. Recuerdo que Tom se sentó conmigo y me dijo que no tenía que rodarlas si no me sentía cómoda, lo cual me tranquilizó bastante».

La cinta se estrena simultáneamente este viernes en todo el mundo y de momento las expectativas son más que prometedoras. Las críticas del filme han sido espectaculares en Estados Unidos por lo que la franquicia sigue pisando fuerte y Cruise continúa demostrando que, independientemente de la edad, continúa atrayendo público a las salas de cine, incluyendo a los más jóvenes. Los saltos, los disparos, la acción en suma, sigue estando de su parte. Tanto que muchos expertos colocan incluso a «Fallout» en el primer puesto de las mejores entregas de la franquicia, superando a «Protocolo fantasma» (2011).