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Palmarés

Yorgos Lanthimos, León de Oro en Venecia en un palmarés muy político

"Poor things", protagonizada por Emma Stone, se ha llevado la gloria en el 80 Festival de Cine de Venecia

En Resumen
Yorgos Lanthimos fue el vencedor de la noche de clausura con su "Poor things" ETTORE FERRARI EFE

La 80ª edición de la Mostra de Venecia será recordada por ser una galaxia sin estrellas, pero ni tan mal. No las necesitó. Para muestra, un botón: una película tan generosa, exuberante, creativa y radical como «Poor Things» («Pobres criaturas» en España) no echó de menos a la, por otro lado, magnífica, Emma Stone, para defender sus bondades y ganar el León de Oro. El jurado, presidido por Damien Chazelle, bien secundado por cineastas como Jane Campion, Martin McDonagh, Mia Hansen-Love, Santiago Mitre o Laura Poitras, decidió rendirse al viaje iniciático de Bella Baxter hacia la construcción de una subjetividad femenina que desafía las normas sociales, que descubre la sexualidad como lúdica forma de autoconocimiento y que propone una nueva forma de mirar la realidad, libre y anárquica. El merecedísimo León de Oro a «Pobres criaturas», del griego Yorgos Lanthimos, definió un palmarés que, sorprendentemente, adquirió una dimensión eminentemente política.

Porque la extraordinaria «Evil Does Not Exist», Gran Premio del Jurado, también podría entenderse desde esa perspectiva. Enigmática y desconcertante, la película que nos devuelve el genio de Ryusuke Hamaguchi después de «Drive My Car» habla de los peligros de la sobreexplotación turística de los entornos rurales, de la colonización corporativa que no sabe de equilibrios ecológicos. El filme trasciende ese mensaje desviándose, en su último tramo, con una ominosa meditación sobre la misteriosa relación del hombre con la naturaleza. Menos sutil es «Io, Capitano», que ganó dos premios, al mejor director para Matteo Garrone, y, fantástica decisión, al mejor actor emergente para Seydou Sarr, auténtico corazón de esta fábula odiseica sobre dos adolescentes senegaleses que emprenden su particular vía crucis hacia la tierra prometida para hacer realidad sus sueños de ser músicos.

De repente, la ceremonia de premios se convirtió en una plataforma de reivindicaciones. Decíamos que la Mostra veneciana se recordará por la ausencia de estrellas, pero los pocos actores que pisaron la alfombra roja se erigieron en portavoces de la huelga que está paralizando Hollywood. Peter Sarsgaard, que recibió una (exagerada) Copa Volpi al mejor actor por interpretar a un hombre con demencia en «Memory», de Michel Franco, aprovechó su momento estelar para defender la lucha de su gremio en contra del diabólico advenimiento de la inteligencia artificial. Apeló a la humanidad de la expresión artística y a la conexión emocional inherente a su profesión, puestas en peligro por una tecnología que los estudios de Hollywood parecen encantados de explotar en beneficio de sus cuentas anuales. El chileno Pablo Larraín hizo lo mismo, pero con el gremio de los guionistas, cuando recogió el premio al mejor guion para la desigual «El conde», cuya mejor idea –Pinochet como un vampiro inasequible al paso de los siglos– se gestó, en efecto, en la fase de escritura.

Y, por supuesto, el deber de Agnieszka Holland era agradecer a los activistas polacos, los que se dejan la piel para salvar vidas entre los inmigrantes que se esconden en los bosques de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, el Premio Especial del Jurado para «Green Border». Por mucho que a este crítico la película no le convenza, porque parece empeñada en poner la cámara allí donde las heridas sangran y el sufrimiento supura abyección, es todo un gesto político, siendo Holland una de las cineastas más consagradas de su país. No es casual que, desde el gobierno polaco, ya se hayan alzado voces despreciando la despiadada visión que da el filme sobre el maltrato a los refugiados extracomunitarios, un problema del que Holland responsabiliza a toda Europa. Mientras tanto, Caylee Spaney, cuya discreta interpretación de la exmujer de Elvis Presley en «Priscilla» le procuró la Copa Volpi a la mejor actriz, parecía ajena a tanta protesta. Pobre criatura.

PALMARÉS

►León de Oro a la mejor película: «Poor things», de Yorgos Lanthimos

►Gran premio del jurado: «Evil Does Not Exist», de Ryusuke Hamaguchi

►León de Plata al mejor director: Matteo Garrone, por «Io, capitano»

►Copa Volpi a la mejor actriz: Cailee Spaeny, por «Priscila»

►Copa Volpi al mejor actor: Peter Sarsgaard, por «Memory»

►Mejor guion: Guillermo Calderón y Pablo Larraín, por «El Conde»

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