Zombies al cuadrado y al cubo

Uno de los trabajos a concurso el magnifico thriller «Comancheria» con Jeff Bridges como protagonista merecedor de un Oscar sin la menor duda

Ayer, mientras que en todos los festivales de cine apenas hay proyecciones aquí se proyectaron cinco películas además de una marathon a la 1:15 de la madrugada que duró 341 minutos. Hoy sábado ya hay siete películas y una noche zombie con más de tres horas de duración en la sala oficial del Festival (Auditorio) donde se exhiben las principales películas. Vamos con “Train to Busan”, del coreano Bu Sang Haeng, una película que se convirtió este verano en un fenómeno de taquilla en Asia y que resulta bastante entretenida con una batalla tremenda entre contagiados y sanos. De la sensación de que existe un cierta revisión del género como si se quisiera revitalizarlo. Por otra parte se proyectaron cintas ya vistas en el Festival de San Sebastian como “Un monstruo viene a verme”, magnífica película de J.A.Bayona, y “Colossal”, un filme que deja bastante que desear, dirigido por Nacho Vigalondo.

Entre las proyecciones vistas naufraga “The Love Witch”, de Anna Blier que, además de dirigirla es autora del guión y de la producción. Se trata de una película de brujas que no hacen brujeríaa, que sería lo propio de su condición y cuya perfección sexual lleva al amante de una de ellas a quitarse la vida. ¿No les parece increíble? Absolutamente prescindible.

Otro de los trabajos a concurso es un magnifico thriller (cada vez es más común en Sitges incluir películas que no son de género) con Jeff Bridges como protagonista merecedor de un Oscar sin la menor duda. Se titula “Comancheria” y como las buenas películas introduce detalles de comedia muy bien logrados.

Otra película con protagonistas zombies es “Melanie, the girl whit all the gifts”, dirigida por Colm McCarhy, en la que a pesar de incluir todos los tópicos de este cine presenta ciertas dosis de originalidad.

Acción clásica, con los no infectados huyendo de los unos zombies estáticos los que únicamente el ruido puede alterar. Nos encontramos con una Glenn Cloose muy rabiosa y reminiscencias literarias de “Soy leyenda”. Una película muy entretenida con un final muy bobo.