El desnudo en papel de Lena Dunham
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Acostumbrada a mostrar su cuerpo sin reparos en la pequeña pantalla, la polifacética Lena Dunham se desnuda ahora en el papel con «Not that Kind of Girl».
Acostumbrada a mostrar su cuerpo sin reparos en la pequeña pantalla, la polifacética Lena Dunham se desnuda ahora en el papel con “Not that Kind of Girl”, un libro de consejos para sobrevivir sin daños a esa década de incertidumbre y dudas vitales que es la de los veinte.
“Si con lo que he aprendido puedo hacerte el trabajo más fácil, o evitar que acabes teniendo ese tipo de sexo en el que desearías llevar unas zapatillas puestas para echar a correr, entonces cada uno de mis errores habrá merecido la pena”, escribe la joven en la introducción de su primer libro, que salió a la venta esta semana, editado por Random House.
Con el tono mordaz de la exitosa “Girls” (HBO, 2012), Dunham explica sin escatimar detalles los pasajes más perturbadores, divertidos y vergonzosos de su veintena en trescientas páginas que hablan de los tropiezos y las lecciones vitales propias de los decisivos años que siguen a la universidad.
Aunque el relato del libro abunda en los errores e inseguridades de la neoyorquina, lo cierto es que a sus 28 años ya es estrella atípica de Hollywood, icono “hipster” y ganadora de dos Globos de Oro y otros premios por su trabajo como directora, actriz, productora, y guionista.
Con la publicación de su primer libro cumple además el sueño de su célebre Hannah Horvath, su álter ego en la ficción y eterna aspirante a escritora con más intención que resultados.
“Girls” llegó a la pequeña pantalla en 2012 para mostrar una vida en Nueva York muy distinta al frenesí de zapatos prohibitivos y “cosmos” a todas horas de la popular “Sex and the City” (HBO 1998-2004).
A diferencia de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Hannah no tiene ni un apartamento en el pudiente Upper East Side ni tampoco una cintura de avispa. Ella y sus amigas saben lo que es compartir piso, quedarse sin piso y tener que trabajar en lo primero que salga cuando los padres cortan el grifo del dinero y exigen algo más que sueños.
Las memorias de los 20 de Dunham, en las que se inspira la serie, tampoco hablan de una vida ideal en la ciudad más famosa del mundo. La actriz se prodiga en confesiones de unos años que, como los de la mayoría de los mortales, distan mucho de ser perfectos.
Con la misma falta de pudor que le lleva en la serie a exhibir su cuerpo desnudo constantemente sin que lo exija el guión, en el libro habla sin tapujos sobre sus experiencias sexuales, momentos vergonzosos, miedos y frustraciones más íntimas.
En el capítulo en el que cuenta cómo, hasta conocer a su actual pareja Jack Antonoff, siempre había estado atraída por “gilipollas” (”jerks”), Dunham revela que a los 19 años un chico abusó de ella en una cita.
Al principio tuvo dudas sobre hacer pública la violación que sufrió, y que tardó tiempo en asumir, pero finalmente se decidió al pensar que su caso podría servir para llamar la atención sobre el asalto sexual, un problema universal en el que las universidades estadounidenses tienen estadísticas alarmantes.
En las cinco partes en que divide su libro (Amor y Sexo, Cuerpo, Amistad, Trabajo, Situación General) Dunham también se explaya en su batalla eterna contra los kilos de más. Añade incluso unas notas originales sobre sus comidas diarias en las que también cuenta, por ejemplo, los días que tenía diarrea o había tomado antibióticos.
Con su estilo siempre punzante y rozando lo políticamente incorrecto, Dunham vuelve a hacer en “Not that kind of girl” una exhibición de honestidad y osadía, los rasgos que le han granjeado la admiración de muchos y el odio acérrimo de otros.
A falta de comprobar si el libro alcanza la popularidad de su serie, con esta publicación de 3,5 millones de dólares (2,5 millones de euros), la carrera literaria de Dunham ya es mucho más exitosa que la de su álter ego Hannah, que volverá a la pequeña pantalla el año que viene con la cuarta temporada de “Girls” para seguir contando con humor que la vida es imperfecta y que no está mal que sea así.