Juan Scaliter

El ojo futuro: ver, tocar y oler la imagen

Las fotografías se podrán disfrutar con los cinco sentidos y contaremos con baterías casi infinitas.

Se fantasea con que en las próximas décadas las cámaras tengan la misma calidad que la visión del ojo humano
Se fantasea con que en las próximas décadas las cámaras tengan la misma calidad que la visión del ojo humanolarazon

Las fotografías se podrán disfrutar con los cinco sentidos y contaremos con baterías casi infinitas.

Hay dos clases de personas: los nostálgicos y los modernos. Los primeros se han unido a muchos profesionales que aún creen en las cámaras digitales para demostrar su superioridad. Por su parte, los modernos señalan que, del mismo modo que los smartphone desplazaron a los equipos portátiles de música, a los busca y a los reproductores de DVD, era lógico que ocuparan también el sitio de las cámaras. Desde 2010, las ventas de cámaras digitales han disminuido en más del 80%. Así, 30 años después, hay dos bandos claros en los que la innovación ha cambiado las cámaras actuales: los móviles y las conocidas como compactas o «profesionales».

Sony fue uno de los primeros en reaccionar ante el boom de las cámaras de móviles. Al igual que hizo con su 7 III, un estándar de calidad en vídeo 4K ultra HD y en fotografía, usado por el 90% de los «influencers» en los años 2015-2020, ahora, la décima edición de esta mítica cámara, la 7 X, cambió el panorama fotográfico. Para empezar ha prescindido del botón de disparo y lo ha reemplazado por tecnología Blink: basta parpadear o guiñar el ojo medio segundo para que se tome la imagen. También incorpora funciones de comandos de voz, como pedirle más zoom, un diafragma más cerrado o cambiar la velocidad de obturación. Para quienes quieran, la función parpadeo se puede anular y usar un botón anexo como obturador.

Sony también fue la primera que supo aprovecharse de la tecnología 5G. Primero para almacenar todas las imágenes en la nube y no tener que usar tarjetas micro SD para nada. Y segundo para conectarse directamente a internet. Así, ahora no solo es posible publicar directamente las imágenes en la red o hacer streaming de vídeos con esta cámaras, también se pueden enviar imágenes seleccionadas a impresoras en cualquier lugar del mundo o, por correo electrónico a contactos previamente seleccionados. De hecho, el sistema de IA incorporado en la cámara sugiere enviar imágenes basándose en archivos previos: estas para los abuelos, aquellas para los amigos, etc.

¿Qué es un «scentograma?

Por último y no menos importante habría que hablar de la «Scentografía», la tecnología que ha facilitado llevar los aromas a las imágenes. La idea ya surgió en 2013 cuando la diseñadora Amy Radcliffe desarrolló un proyecto con este nombre. A partir de ese momento los expertos pusieron manos a la obra y lograron crear las pequeñas cápsulas que hoy conocemos como «scentogramas» y permiten grabar el olor asociado a una imagen. Y emitirlo luego.

En cuanto a los móviles, la fotografía en este sector también ha cambiado mucho, principalmente gracias a la combinación de 5G y de inteligencia artificial. Al igual que en las cámaras antes mencionadas, los móviles tampoco necesitan una gran memoria, ya que casi todo se almacena en la nube. La IA, en este caso, permite reconocer cada elemento de una imagen y guardarlo en carpetas de modo automático, sin necesidad de organizar y después buscar palabras como «árbol», o «puesta de sol». De hecho en los retratos pone el nombre de los que aparecen en él y hasta el del fotógrafo, gracias al reconocimiento de huella o de iris que incorpora. La IA también procesa automáticamente las imágenes a nuestro gusto, basándose en las publicaciones que hacemos y en las que más frecuentemente vemos de otros fotógrafos.

Al mismo tiempo, la pantalla de los móviles se ha convertido en un elemento más de la cámara: gracias a ella es posible ver las imágenes en 3D, gracias al procesamiento de colores, distancias, luces y sombras que hace la IA. Se trata de una tecnología que usa la pantalla para emitir la imagen, del mismo modo que lo hace con la luz y en tres dimensiones. Pese a que todo esto requiere una enorme capacidad de procesamiento tenemos la ventaja de contar con baterías casi infinitas. Hoy, en 2032, no es extraño que los móviles combinen baterías con celdas mejoradas, pequeños paneles solares y sensores de movimiento, para alargar la duración de una batería, a pleno rendimiento, hasta una decena de días.