El terrorismo vacía el Louvre
Las visitas caen un 15 por ciento y su hegemonía como museo internacional más visitado se tambalea
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Las visitas caen un 15 por ciento y su hegemonía como museo internacional más visitado se tambalea
Durante 2016, el Louvre perdió casi un millón y medio de personas respecto al año anterior. Esto se traduce en una pérdida del 15% que los responsables del museo atribuyen al efecto que los atentados yihadistas y el estado de emergencia han tenido sobre el turismo en la capital francesa. Con estas cifras, el Louvre, que en 2015 fue encumbrado como el museo más visitado del mundo, con 8,6 millones de visitantes, se queda con 7,3 y podría ver amenazada su hegemonía si otros grandes museos que le siguen en el ranking internacional consolidan su pujanza, como el Museo Nacional de China (7,2 millones de visitantes en 2015), o el Museo Nacional de Historia Natural y el Nacional del Aire del Espacio, los dos en Washington y ambos rondando los 7 millones anuales.
Además del miedo a la amenaza yihadista, ha habido otra circunstancia que ha incidido en la pérdida de visitas. Durante el mes de junio, el Louvre tuvo que cerrar durante cuatro jornadas seguidas a causa de la subida del río Sena.
Las cifras del Louvre mejoran la afluencia hasta los 7,7 millones en total durante 2016, pero sólo sumando su sucursal de Lens, al norte de Francia, que lleva abierta cuatro años. «Un año difícil», ha sañalado el director de la institución, Jean-Luc Martínez, en una entrevista en «Le Figaro». Martínez justifica las cifras por el descenso de extranjeros, especialmente japoneses, con una caída del 61%, pero también brasileños (-47%), chinos (-31%) y rusos (-53%). Sin embargo, el descenso ha sido más suave entre los estadounidenses (-18%), que siguen siendo los principales clientes del museo.
- Una ayuda surrealista
El número de franceses se ha mantenido estable, pero siete de cada diez de sus visitantes tienen pasaporte extranjero, lo cual indica una mayor dependencia que otros museos y salas parisinas, menos afectadas que la joya de la corona. De hecho, el Museo del Centro Georges Pompidou, cuyas cifras también se han dado a conocer ayer, incrementó su asistencia en un 9% durante los últimos 12 meses, situándose por encima de los 3,3 millones de visitantes anuales. El éxito de la retrospectiva del pintor Paul Klee y la del surrealista belga René Magritte han insuflado un dinamismo especial al Pompidou a lo largo de 2016. Pero sus buenas cifras se explican sobre todo por una menor dependencia del público extranjero. Su presidente, Serge Lasvignes, ha explicado que la pérdida de visitantes de fuera se ha compensado de sobra con el turismo interno francés.
Pero lo del Pompidou no es una excepción. Hay otros museos que, lejos de perder visitantes han dado campanada con sus muestras y se han apoyado en el público local para mantener cifras meritorias pese al descenso del turismo internacional en París. Éxitos inesperados como el de la muestra de Oscar Wilde en el Petit Palais (que permanece abierta) y ya ha sobrepasado las 75.000 visitas o la retrospectiva de Albert Marquet en el Museo de Arte Moderno, que ha seducido a 160.000 personas. En general, los museos de menor talla gestionados por el Ayuntamiento de París, se han mantenido con 3 millones de visitas en 2016, lo cual supone una estabilidad respecto a años precedentes, explicada por una menor concentración de público extranjero. El Palacio de Versalles es otro caso homologable al Louvre. Su dependencia del turista extranjero lo ha condenado a una bajada del 15% , con los japoneses también en este caso liderando las deserciones.
El Louvre ha hecho hincapié en datos positivos: el porcentaje de los que se declararon satisfechos por el museo subió a cerca del 70 %, frente al 53 % en 2015. También en el éxito que tiene en las redes sociales: es el museo del mundo con más celebridad en Facebook (con 2,3 millones de amigos), el más geolocalizado en Instagram y el más seguido en su cuenta de Twitter (ha superado el millón de seguidores).
Vermeer para romper la mala racha
Para 2017, el Louvre se reserva dos ases para reconquistar terreno perdido: una muestra dedicada a Vermeer y la escuela holandesa y otra retrospectiva del pintor barroco Valentin de Boulogne. Por su parte, el Museo de Orsay contará como muestra estrella con «Más allá de las estrellas. El paisaje místico», dedicada a Monet y Van Gogh. El Pompidou dedicará una amplia exposición al escultor francés Baldaccini César. Además, celebrará los 80 años de David Hockney y dedicará un lugar especial al fotógrafo americano de la Gran Depresión, Walker Evans.