Esta zapatilla «futurista» vale más de 92.000 dólares

Cada vez son más los objetos que salen al mercado de subastas, ya sea una guillotina con marcas de golpes en la cuchilla o unas zapatillas en descomposición.

Esto de la mitomanía, que linda con el fetichismo y en casos extremos la perversión (baste recordar la peculiar colección del marqués de Leguineche en «La escopeta nacional»), no conoce límites. Cada vez son más los objetos (y la vasta cultura popular contribuye a ello) que salen al mercado de subastas, ya sea una guillotina con marcas de golpes en la cuchilla, como atestiguábamos en estas páginas hace menos de una semana, como unas zapatillas en descomposición. Pero ¡qué zapatillas! Nada más y nada menos que las Nike Mag creadas «ex profeso» para que Michael J. Fox, es decir, Marty McFly, regresara al futuro en la segunda parte de la popular saga ochentera. En principio la subasta organizada por la plataforma digital eBay no contaba con un atractivo muy utilitario: una sola «zapa», la del pie izquierdo, con casi 30 años, en estado precario tirando a descuajeringado, poco o nada apta para lucirla en la fiesta de graduación o los carnavales de Cádiz.

Tanto es así que eBay advertía que el nuevo propietario tendría que ir a recogerlas personalmente, por aquello de responsabilizarse si se deshacían por el camino. Pero, de todos modos, ¿quién puja por algo «útil»? Así, hasta 200 mitómanos se han lanzado a la carrera por hacerse con este objeto exclusivo que finalmente ha alcanzado los 92.100 dólares (79.000 euros). En 2011 y 2016, Nike sacó un centenar de zapatillas que replicaban este modelo cinematográfico para recaudar fondos para la Fundación Michael J. Fox, que investiga soluciones al Párkinson, enfermedad que el actor padece y dio a conocer al mundo. Aquellos ejemplares se los disputaron por sorteo los fans de la saga aún sabiendo que, como este mismo modelo subastado en eBay, el cierre automático sobre la pierna que se veía en «Regreso al futuro II» es una de esas maravillosas ilusiones del séptimo arte. En el caso del modelo por el que ha pujado hasta casi 100.000 dólares un mitómano desconocido, el valor añadido es la originalidad del mismo, en el que se enfundó el propio Michael J. Fox.

Con ellas, Marty McFly volaba sobre su tabla en una de esas escenas que todos los niños de los 90 han intentado reproducir (con escasa fortuna, que se sepa), mientras que Nike, muy sagaz desde hace décadas a la hora de ligar su firma y sus productos a iconos (ya sean del cine como del deporte), volvió a calzarse un éxito morrocotudo en el campo del «product placement». Dicho lo cual, ¿para cuándo una subasta de la peluca de Doc o de las bujías del DeLorean?