Fernández Paz, el autor que acompañaba los sueños de los más pequeños
El gallego ha fallecido esta mañana a las siete, dejando tras de sí un gran legado literario
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Al lado de la cama, en la mesilla de noche, niños y adolescentes posaron las letras de Agustín Fernández Paz, que desde hoy descansa en paz.
El autor nacido en Villalba (Lugo) en 1947, hace algo más de 69 años, usaba a Cunqueiro para explicar que un escritor debía ilustrar sus relatos de forma "clara, seguida y bien", con el fin último, en todo momento, de que el pequeño que agarraba el libro con sus dos manos debía "beber sueños como quien bebe agua".
Esos sueños ocuparon, y aún siguen ocupando, las noches de varias generaciones que crecieron escribiendo junto a Fernández Paz las "Cartas de inverno"y se perdieron hasta encontrar el "Centro do labirinto", en todo momento dejando volar la imaginación.
Desde Xerais, la editorial que dio forma a sus obras, sobresalen la contribución "literaria y personal"a la dinamización de su proyecto, uno de los motivos por lo que lo consideran "una de las figuras más destacables de la cultura gallega".
Sus personajes, como él comentó en una de sus últimas entrevistas, siempre tuvieron algún trazo de su persona, pero sobre todo surgieron a partir de "trazos inventados"y se reconvertían en la mente del lector. No obstante, cuando un niño coge uno de sus libros, siempre tiene la oportunidad de aportar algo de su propia cosecha, de su propia imaginación, que es en todo momento la protagonista de sus letras, las que le llevaron a ser "un referente ético de primera magnitud", subrayan desde Xerais.
Fernández Paz ha fallecido este martes en Vigo a las siete de la mañana, una hora que quedará tallada en la piedra de los ilustres, en la que acompañará al pequeño grupo de escritores gallegos que pueden ser calificados de "excepcionales"y "populares". Casualmente, aunque no deja de ser una efeméride, justo hoy hace 110 años que se marchó Pascual Veiga, natural de Mondoñedo, que fue el autor de la música del "Himno Galego"y de la célebre "Alborada".
Los libros de Fernández Paz fueron constantemente reeditados y traducidos a todas las lenguas ibéricas, así como al coreano, árabe, francés, chinés, italiano o inglés, gracias a lo cual la literatura infantil y juvenil gallega se extendió por multitud de países del mundo.
Entre los numerosos premios que recogió destacan el Lazarillo por "Contos de palabras"(1990), el Edebé de literatura juvenil por "Trece anos de Branca"(1994), el Rañolas al mejor libro juvenil por el citado "Cartas de inverno"(1995) o el Frei Martiño Sarmiento por "Corredores de Sombra"(2006). Hace nueve años, "O único queda é o amor"sobresalió como Premio Nacional de literatura infantil y juvenil, Premio Neira Vilas de la AGE, Premio de la AELG y Premio Frei Martiño Sarmiento, con los que se convirtió en la obra más galardonada de su carrera profesional.
Fernández Paz estaba licenciado en Ciencias de la Educación y hasta 2008 trabajó como profesor de Lengua y Literatura Gallega en el IES Os Rosais 2 de Vigo, aunque anteriormente también había pasado por el Fogar de Santa Margarida, de A Coruña, como docente de EGB, además de por otros centros.
Con su fallecimiento, Galicia y la lengua gallega se quedan huérfanas de uno de sus principales impulsores, el escritor que incluso llegó a ser propuesto como Nobel de la Literatura y que, a partir de ahora, pervivirá en los sueños de los más pequeños, a los que observará desde la mesilla de noche.