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¿Es Meloni la Mussolini del Siglo XXI?

Hace casi exactamente un siglo, el «Duce» ascendía al poder y las comparaciones se han disparado tras la victoria de Giorgia Meloni, pero, desde un punto de vista histórico, ¿se parecen?

Benito Mussolini se dirige a sus partidarios
Benito Mussolini se dirige a sus partidarioslarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

En las elecciones llevadas a cabo el domingo 25 de septiembre de 2022 ha ganado Giorgia Meloni. Diferentes medios de comunicación han titulado esta victoria como que la derecha dura, la ultraderecha vencía en Europa. Incluso se ha querido comparar esta victoria con la victoria, el 31 de octubre de 1922, de Benito Mussolini, hace casi exactamente un siglo. Recordemos que Mussolini fue presidente del Consejo de Ministros del Reino de Italia hasta el 25 de julio de 1943 y, desde esta fecha hasta el 28 de abril de 1945 es conocido como Duce de la República Social Italiana. Teniendo en cuenta esto, nos tenemos que hacer una pregunta, ¿ha vuelto la ultraderecha a Italia después de 100 años?

En las elecciones de Meloni podemos decir que ha ganado la derecha italiana. Meloni es crítica con la Unión Europea sin plantear salir del euro. Es contraria a la inmigración y está a favor de la familia tradicional. En materia fiscal, plantea una rebaja de impuestos, dentro de un debate más amplio en el que la derecha estudia imponer un tipo único para todos los niveles de renta del 15%. Feminista, defiende la igualdad real y la familia.

¿La política de Benito Mussolini se parecía algo a la que plantea Meloni? ¿Formaba parte Mussolini de la ultraderecha italiana? Mussolini ganó las elecciones de 1922, pero las de 1919 sólo llegó a conseguir 5.000 votos en Milán. Incrementó su contundencia y, en 1921, consiguió 35 diputados. En todas ellas se presentó por el Partido Nacional Fascista. Una nueva formación y una nueva ideología que, en su momento, se tildó de inclasificable. Lo de Mussolini no era un partido o movimiento pacífico. Quemaron locales y lo justificaron diciendo que la violencia era moral. También Mussolini amenazó que si no le entregaban el poder marcharía sobre Roma. La verdad es que cumplió su palabra. El 29 de octubre de 1922 le arrebató el poder al primer ministro Luigi Facta. De esta manera, el fascismo se impuso en Italia. Pero incluso todavía podemos preguntarnos, ¿el fascismo era un movimiento político de derechas o de izquierdas?

Aunque ellos mismos no lo sabían definir muy bien, su origen es socialista. Y esto lo ratifica el escritor catalán Josep Pla. En una entrevista –publicada en el diario «El Sol» de Madrid– a un fascista italiano, a la pregunta: «¿Son todos ustedes obreros del campo?». El fascista le contesta: «Sí, todos, y antes éramos socialistas. Figúrese usted que, en la provincia de Ferrara, hay 80 ayuntamientos que hace dos años eran socialistas y ahora son todos fascistas. Todos han sido ocupados por ellos. De los 63 ayuntamientos que hay en la provincia de Rovigo, 61 son ahora fascistas y dos del partido popular».

La desolación de la izquierda
La desolación de la izquierdaGregorio BorgiaAgencia AP

Medidas socialistas

Así que la respuesta no nos ha de extrañar. El propio Mussolini no escondió que sus orígenes eran socialistas. Militó en el Partido Socialista Italiano y fue director de «Avanti!», periódico cabecera del socialismo italiano. El economista Thomas di Lorenzo, en «The problem with Socialism», escribe que «Benito Mussolini fue un socialista internacional antes de ser un socialista nacional, siendo esto último la esencia del fascismo. Al socialismo nacionalista que este defendía no le importaba dejar sobrevivir a empresas privadas, siempre y cuando éstas fueran controladas por políticas y subsidios gubernamentales».

Mussolini, desde su partido, defendió medidas sociales planteadas, con anterioridad, por el socialismo. ¿Como cuáles? «Il Duce» defendía el salario mínimo, la jornada laboral de ocho horas, el voto femenino, la participación de los trabajadores en la gestión de la industria, el retiro a los 55 años, la nacionalización de las fábricas de armas, la confiscación de los bienes de las congregaciones religiosas y la abolición de las rentas episcopales. Con el paso del tiempo, Mussolini abjuró del socialismo y dijo pestes del comunismo. Consideraba que el fascismo reemplazaría al capitalismo y que el mundo asimilaría sus ideales. Era anti-liberal, totalitario y dictador. Todo lo que no estuviera dentro del fascismo era perseguible y tenía que defenestrarse.

Así pues, han pasado 100 años desde que Mussolini tomó a la fuerza las riendas políticas de Italia. La victoria de Meloni no es comparable con el período oscuro que vivió Italia durante los más de 20 años que el «Duce» estuvo al mando de una política dictatorial bajo el jugo del fascismo. Por todo esto, desde una perspectiva histórica, la victoria de Meloni no es comparable con la de Mussolini, ni por ideología ni por trayectoria personal.