Historia

La Excalibur de Montesiepi

En la Toscana italiana hay una espada clavada en una piedra, como la célebre de la saga artúrica: su leyenda, un mito del cristianismo, esconde varios enigmas desde hace casi un milenio

La Excalibur de Montesiepi
La Excalibur de MontesiepiWikipedia

La mitología germánica y nórdica está marcada por la espada y los caballeros que la empuñan rodeados por un halo de misticismo. Esto queda recogido, por ejemplo, en el «Cantar de los Nibelungos», un poema épico, del siglo XIII, comparable al «Cantar de Mio Cid» o el «Canto de Roldán». El texto contiene 2.400 estrofas y 39 cantos. Sus protagonistas son Sigfrido, Gunther, Brunilda, Hagen, o Krimilda. En esta narración se inspiró Richard Wagner para componer su tetralogía «El Anillo de los Nibelungos». Por su parte, el mito artúrico nos presenta a un caudillo britanorromano que defendió Gran Bretaña contra los sajones en el siglo VI. La primera vez que apareció esta historia fue en «Historia Regum Britanniae», crónica pseudohistórica, de Godofredo de Monmouth, entre los años 1130 y 1136. Sin embargo, el que añadió elementos de leyenda fue Chrétien de Troyes. Dentro del mito arturiano tenemos los Caballeros de la Mesa Redonda, Perceval, el Santo Grial, la Dama del Lago o Excalibur, la mitológica espada que Arturo extrajo de una piedra. De toda aquella leyenda surgieron personajes wagnerianos como Parsifal y Lohengrin, y el romance de Lancelot y Ginebra que se convirtió en «Tristán e Isolda».

Todas estas leyendas y fábulas se retroalimentaron entre sí durante la Edad Media. Sin embargo, cualquier mitología tiene un origen y, muchas veces, se basan en una realidad. En esta ocasión hablaremos de una espada, clavada en una roca, que está localizada en el eremitorio Rotonda de Montesiepi, en Chiusdino, en la Toscana italiana. Aquella espada perteneció a Galgano Guidotti, conocido como San Galgano, que vivió entre el 1148 al 1181. El Papa Lucio III lo canonizó en 1185.

La cruz y una cabaña

¿Por qué hay una espada clavada en una piedra? Para contestar a la pregunta nos tenemos que referir a una leyenda. Según esta, el Arcángel San Miguel se le apareció a Galgano Guidotti. Ante tal experiencia, abandonó su vida y empezó a predicar por los alrededores de Siena. Su familia estaba ligada, por vasallaje, a los obispos de Volterra, señores feudales de Chiusdino. Se dice que sus padres, Guido y Dionisia, deseaban tanto tener un hijo que se lo pidieron a San Miguel. La historia dice que, cuando vino al mundo, descuidaron su educación cristiana y tuvo una juventud tempestuosa, plagada de pasiones y vicios.

Aquel cambio en su vida sorprendió a la familia. La madre quería casarlo con un muchacha de Civitella, llamada Polixena. Dice la leyenda que el día de Navidad de 1180, cansado de todo y de todos, se montó en su caballo y se marchó de su casa. Otra parte de la historia dice que aquel día fue a conocer a su prometida. Poco después de partir el caballo se paró y no había manera de hacerlo caminar. Galgano Guidotti le pidió a Dios que lo condujera a un lugar donde pudiera encontrar la paz espiritual. El caballo arrancó y se detuvo en la colina de Montesiepi. Otra historia explica que paró bruscamente en Montesiepi, se puso de rodillas y lo tiró al suelo. Como consecuencia de la caída quedó inconsciente.

De nuevo se le apareció el Arcángel San Miguel. En aquella ocasión lo llevó ante los doce apóstoles y Jesús. Estos le pidieron que allí levantara una ermita. Galgano Guidotti volvió de la inconsciencia. En ese momento sacó su espada y la clavó en una piedra. Así la trasformó en una cruz. Allí construyó una especie de cabaña. Esa sería la ermita que le pidieron. Se retiró a esa cabaña, vivió en silencio, en penitencia y oración, hasta su muerte. Con varios monjes de San Salvatore di Giugnano creó una nueva orden religiosa, con la aprobación del Papa Alejandro III. Sobre aquella vieja cabaña se construyó una capilla y, con los años, una abadía conocida como San Galgano. Hoy en día solamente se conservan los muros de la misma.

Es uno de los principales patronos de Siena. Inició su canonización, en 1185, el Papa Lucio. Se cree, aunque no hay datos, que su causa la finalizó Urbano III o Gregorio VIII. La espada en cuestión, a lo largo de los años, ha sido sometida a diferentes estudios. Todos ellos han concluido datarla en el siglo XII. También la espada está completa en el interior de la piedra. Un análisis hecho con radar reveló que debajo de la piedra hay una cavidad de 2x1 metros que se cree es la tumba de San Galgano, aunque no se ha podido acceder a ella.