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Un chow chow travieso, aurreskus, maharajás, dandis y hasta 'Ciudadano Kane': así eran las felicitaciones navideñas de Alfonso XIII

El Archivo General de Palacio conserva decenas de las tarjetas de Navidad que la Casa Real ha recibido de todo tipo de personalidades y de todas las partes del mundo

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El Archivo General de Palacio es prácticamente infinito. "Yo pensaba que no, pero voy entendiendo que es así", responde María José Pelayo González, técnica superior de Archivos de Patrimonio Nacional. Junto a su compañero Álvaro Moreno Egido, recibe a LA RAZÓN en un lugar que suma hasta 12,5 kilómetros de información. Sobre la mesa han dispuesto "una selección" de decenas de felicitaciones navideñas de las que guardan en sus estanterías. "Las hay de todo tipo", presentan: paisajes nevados, de militares, americanas, de "socialites", religiosas... Más o menos sobrias, con fotos de los hijos o del lugar de origen, en blanco y negro y a todo color, escritas a mano y a máquina, con calendario... "No sabíamos que teníamos tantas".

Incluso guardan documentos similares de mucho antes de que los "christmas" se convirtieran en una tradición. Son dos cartas de los reyes de Portugal, ambas dirigidas al cardenal Álvaro de Mendoza y firmadas en Lisboa: una, la respuesta de María Ana de Austria, fechada el 1 de febrero de 1748; la otra, de su hijo José I (ya convertido en monarca), del 30 de diciembre de 1751. Sorprende el tamaño, "son grandes" –dicen–, y en ellas desean lo mejor al religioso español. “Me complacerá muy especialmente poder manifestarle mi reconocimiento y tenerle una gran estima que le confío como persona que conoce también sus excelentes cualidades”, se lee en la contestación en portugués del rey al cardenal aprovechando las “Santisimas festas [sic]”.

Avanzando algo más de un siglo y medio, el Archivo General de Palacio dispone lo que ya sí se puede llamar un "christmas" al uso. Son las clásicas felicitaciones heredadas de la Inglaterra victoriana, de cuando un funcionario, Sir Henry Cole, impulsó las primeras tarjetas de Navidad. Ya fue por entonces cuando se popularizaron las imágenes de pueblos y paisajes nevados que todavía hoy se mantienen y de las que también tienen su correspondiente cupo en Palacio.

Entre el conjunto, sobresale una felicitación de Alfonso y Luisa de Baviera en la Navidad de 1928 al que era su sobrino, “Su Majestad El Rey de España”, se lee en el revés de la postal sellada en Múnich: “Permites que Te enviamos nuestros mejores felicitaciones por las Pascuas de Navidad, salida y Entrada de año. Pedimos a Dios que Te guarda siempre, y bendica Tu hermoso y querido país Mil saludos cariñosos [sic]”.

En el mismo pliego se conservan las indicaciones para la respuesta de Alfonso XIII: “Excmo Señor Don Fernando Espinosa de los Monteros, Embajador de España en Berlin, su querido Jefe y amigo y le ruega tenga la bondad de disponer el envio del adjunto pliego a SS. AA. Los Príncipes Alfonso y Luisa de Baviera, que contiene la felicitacion de Pascua y año nuevo de nuestro Augusto Soberano q. D. g. [que Dios guarde] por lo que le anticipa las mas expresivas gracias, rogandoles perdone la molestia. 29 Diciembre 28 [sic]”.

También de Baviera llegaban noticias de María de Borbón, que, acompañando un “christmas” en inglés (“Que en Navidad vuestro buen barco tome un rumbo verdadero y claro, y que el faro de luz de la felicidad os guíe durante el próximo año”), manda una pequeña nota en castellano para desearle unas “felices pascuas y Año Nuevo”. Era 1929 y Alfonso XIII quiso mandar de vuelta una vista del Acueducto de Segovia para desear “todo género de venturas para el año nuevo! Te desea tu affmo. Primo [sic]", firmaba.

De las altas esferas también venían los mejores deseos de “Piedita”, Piedad Yturbe, madre del creador de la Marbella más chic, Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, y mujer del príncipe Maximiliano Eugenio de Hohenlohe-Langenburg o, como le denomina “Alfonso R.”, “mi antiguo capitán”. Una felicitación que el rey ordenó completar con un retrato suyo “de marino”.

Indicaciones que se repiten de una a otra tarjeta y que se recogen en un documento aparte. Al Duque de Santoña se le adjunta otra imagen, aunque en esa ocasión fue con “uniforme de mariscal inglés”: “Whising you all sort of luck & health for de New Year & Xmas [sic]”. Al año siguiente (1929), el monarca volvía a contestar en unos términos muy similares y cambiaba la fotografía por un calendario. S. A. R. Andrés de Grecia también intercambió correspondencia con la Casa Real española, y Alfonso XIII le respondía “muy afectivamente” (“very affectuly”) con una “fotografía pequeña de Su Majestad con uniforme de Su Majestad el Rey [sic]”.

Para el almirante estadounidense Roger Welles fue una estampa del buque 'Príncipe Alfonso'; y para la escritora y cantante Tryphosa Bates-Batcheller, una vista de Aranjuez; el marqués de St. Sauveur se llevó una postal de El Escorial; un "calendario con jugador de polo" fue a parar a manos de la infanta Isabel Alfonsa; y para el capitán de navío Giovanni B. Gabetti, un retrato “con uniforme de marina en pie y con la gorra debajo del brazo”; más precisa todavía era la imagen destinada a Enrique Careaga, "mi viejo gabarrero" –escribía–: "Fotografía con uniforme de marina en pié y con la gorra debajo del brazo [sic]"; mientras, los “best wishes for the New Year” a los señores Randolph Hearst –él, William, fue quien inspiró 'Ciudadano Kane'– se acompañaron de la catedral de Burgos; y por su parte, Lieut Milles y su esposa iban a recibir una fotografía del rey entregando una copa, aunque finalmente se tachó esa opción.

Otras carpetas vienen con "sorpresa", como la de Harvey Delano. Junto a la particular felicitación del comandante de la US Navy, en la que aparece un aviador coloreado dejando una postal en un paisaje invernal, se adjunta una carta explicativa de la embajada estadounidense en Madrid en la que se da un pequeño perfil del personaje: "Ingresó en la Academia Naval, procedente de Illinois, en 1902 (...) El Commander Delano fué hasta el 1º de Octubre pasado Jefe de Estado Mayor del Almirante Welles en Europa y regresó a los EE. UU. con dicho Almirante en Octubre [sic]", se lee en un texto dirigido al secretario particular de Alfonso XIII, Emilio M. de Torres.

Llamativa también es la correspondencia que el monarca se enviaba con “el excéntrico”, como le señalan en Patrimonio Nacional, Evander Berry Wall, un miembro de la élite neoyorquina que terminaría expatriado en Francia durante la Belle Époque. El mensaje, no variaba de un año a otro: “Saludos sinceros en esta Navidad y todos los buenos deseos para el próximo año”, pero sí cambiaba una ilustración que giraba sobre un mismo protagonista, su mascota. Cada postal de "King of the Dudes" llegaba a Palacio con un guiño de su perro, un chow chow que en ocasiones aparecía dibujado entre la nieve y, en otras, mimetizado con el Patio de los Leones de la Alhambra. Como si de un PhotoShop primitivo se tratase, el simpático can aparece sujetando la fuente al lado de sus otros once "compañeros". "Me fijé en el perro de la Alhambra, por favor, felicidades también", se respondía al dandi americano en las Navidades de 1928.

Igualmente, el maharajá de Kapurthala también escribía a la jefatura de Estado. Las postales, firmadas de su puño y letra, son de las más exóticas del conjunto: entre otras, se pueden encontrar ilustraciones de una Durga (diosa hindú) e imágenes de elefantes. Sus palabras siempre se acompañaban con motivos de un país que recogió Javier Moro en las páginas de 'Pasión india' (Seix Barral, 2005), donde contaba la historia de Anita Delgado, aquella bailarina andaluza que entró en la India a lomos de un elefante para casarse con el maharajá y convertirse en "raní".

Mucho más cercano nos pilla el dibujo del aurresku que envía Jean Borotra, un tenista vasco-francés al que el rey respondía el 10 de enero de 1931 a través del diplomático José Quiñones de León: "Querido Pepe: Contando con tu conocida amabilidad y pensando que seguramente en los circulos deportivos de esa capital será conocida la dirección de Monsieur Borotra, el famoso jugador de Tenis, te remito la adjunta carta a él dirigida por Su Majestad el Rey (q.D.g.) y que contiene un Xmas. Card, rogandote la hagas llegar a su destino por lo que anticipo las mas expresivas gracias en nombre de nuestro Augusto Soberano [sic]". De esta forma devolvía los buenos deseos a todo un ganador de cinco "grandes" entre 1924 y 1931.

Pero no todas las felicitaciones iban a ser para el rey. Dentro de la selección aparece el nombre de Eulalia de Borbón, tía de Alfonso XIII e hija de Isabel II, y sus "carteos" con Jorge VI de Reino Unido, quien le envía una postal en la que dos figuras representan a América y a España, "aunque no sabemos muy bien por qué", comentan los archiveros de unas tarjetas firmadas como "Bertie", como era conocido el monarca que vimos en el cine en el personaje de Colin Firth en 'El discurso del rey' (2010).

Son algunos ejemplos de las tarjetas de Navidad que el AGP guarda para cumplir con su deber de "servicio público", señala Juan José Alonso Martín, director de un Archivo "de libre acceso" que cuenta con fondos de la Casa Real desde el siglo XII: 65.000 fotografías, 11.500 planos, 1.500 pergaminos... que se cuidan con celo para alejarlos, entre otras, de clips o grapas que en su día marcaron los papeles. O de las gomas elásticas, interrumpe Moreno Egido: "Esas son las peores porque dejan todo el rastro", dice de unos documentos que se conservan en muy buen estado. "Lástima que no dispongamos de la mayoría de los mensajes que mandó el rey Alfonso XII, pero, claro, esos había que enviarlos. Los tendrán las otras partes", lamenta la archivera Pelayo González.