Historia

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Hora límite para los bienes de Sijena

Un equipo del Gobierno de Aragón se desplaza hasta el Museo Diocesano de Lérida para reclamar in situ las 44 piezas que, según el Juzgado de Primera Instancia de Huesca, han de ser devueltas hoy antes de las 22.00 horas

Los ansiados bienes de Sijena podrían descansar esta noche en esta sala, su lugar de origen, si se cumple la resolución judicial
Los ansiados bienes de Sijena podrían descansar esta noche en esta sala, su lugar de origen, si se cumple la resolución judiciallarazon

Un equipo del Gobierno de Aragón se desplaza hasta el Museo Diocesano de Lérida para reclamar in situ las 44 piezas que, según el Juzgado de Primera Instancia de Huesca, han de ser devueltas hoy antes de las 22.00 horas.

No queda más tiempo para excusas, dilataciones y subterfugios: los 44 bienes de Sijena que todavía permanecen en el Museo de Lérida han de descansar al acabar el día en el Real Monasterio de Santa María de Sijena. Después de 22 años de litigios, Aragón no quiere esperar más y un equipo técnico viajará hoy a Lérida para que se respete la resolución judicial que obliga a la Generalitat a devolver estas piezas a su lugar de origen. El Juz-gado de Primera Instancia número 1 de Huesca puso como hora límite para acabar el proceso de entrega las 22.00 horas del 31 de julio, pero lo cierto es que nada hace esperar que, de nuevo, desde Cataluña se respete la sentencia.

Lo que no ocurrirá hoy, como se esperaban en Aragón, era que la policía judicial acompañase a su equipo técnico para obligar al Museo de Lérida a entregar las piezas y acabar así con el juego del escondite de la Generalitat. Desde Aragón pidieron a la juez Carmen Aznar, que ha llevado el proceso, que permitiera que sus técnicos fueran acompañados por la policía, pero su petición fue desestimada ya que no se quería actuar de forma preventiva y se esperaba todavía la buena voluntad del museo leridano. A partir de mañana, si no se ha entregado, se volverá a pedir el auxilio de la policía y, en ese caso, no hay razón para que la juez no lo otorgue.

La estrategia de la Generalitat de dilatar el proceso lo máximo y quemar cada uno de los escollos judiciales hasta llegar a la hora de no retorno parece querer buscar este enfrentamiento final. La imagen de la policía judicial entrando en el Museo y sacando «a la fuerza» las piezas sería vendido como un capítulo más del choque de trenes entre el independentismo y el Go-bierno. Llegaría entonces la victimización de un proceso que es totalmente ajeno a la independencia y que se remonta al ya lejano 1995.

Desde el Museo de Lérida aseguraron la pasada semana que dejarían agotar hasta el último segundo los trámites judiciales antes de devolver las piezas. Aún así, por si deciden cumplir hoy la sentencia, el Real Monasterio de Santa María de Sijena tiene todo listo para exhibir las piezas. Se ha realizado una inversión de 400.000 euros en la rehabilitación y acondicionamiento de los antiguos dormitorios y la sala capitular del monasterio, que se encuentran en perfectas condiciones. Además, se han instalado seis módulos para exhibir los bienes en forma de bastidor de madera, además de la iluminación necesaria para su mejor lucimiento. Entre las 44 piezas que se esperan, figuran las cajas sepulcrales de tres prioras del cenobio, además de diversas obras de alabastro atribuidas a Gabriel Joly, entre pinturas y otros objetos. La mayoría de las piezas no se exhiben en Lérida, sino que descansan en los fondos que posee el museo.

Un conflicto sin final

Hace un año, el 26 de julio de 2016, ya llegaron a Sijena 51 de las 53 piezas que se encontraban en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), cumpliendo así una parte de la sentencia. Según la Generalitat, había dos piezas extraviadas que no se pudieron adjuntar a los bienes reclamados. Desde hace un año se exhiben en Sijena. Cuando se devuelvan los bienes retenidos en Lérida, se habrá cerrado el total de las 97 obras reclamadas originalmente. Sin embargo, todavía quedará el mayor escollo de todos, el retorno de los murales que conserva el Mnac y que son, en realidad, la joya de la corona de todo lo surgido del monasterio de Sijena. Esta lucha todavía estará en marcha durante mucho tiempo. Desde el Mnac ven un crimen patrimonial poner en riesgo estas piezas tan delicadas con un nuevo traslado, pero desde Aragón sólo ven estos argumentos como otro subterfugio para no querer devolver las piezas a sus legítimos propietarios. La cuenta atrás para la resolución del conflicto ha empezado, pero todavía queda mucho. Incluso desde Aragón se asegura que se reclamarán nuevas piezas que no se vendieron directamente a la Generalitat, pero que sí descansan en depósito en el Museo Diocesano de Lérida. El monasterio de Sijena, fundado en 1188 y de estilo románico tardío, acaparó desde sus inicios una riquísima colección artística, que fue conservada y ampliada por las monjas hasta finales del siglo XIX.

El conflicto arrancó en 1969, cuando las cinco últimas monjas de la orden de San Juan que quedaban en el cenobio se trasladaron a Barcelona. A partir de ese momento, el Obispado de Lérida envió tres camiones de mudanzas para recoger las obras. Entonces, el monasterio pertenecía a la Diócesis de Lérida, pero en 1995 pasó a corresponder a la de Barbastro-Monzón, iniciando el proceso. En 2015, se dictaminó nulas las operaciones de venta de 97 obras del cenobio por parte de las monjas a la Generalitat entre 1983 y 1994 y se afirmó que Sijena era su legítimo dueño.