La cómica que pulverizó con sus series las audiencias

En 1996 el mercado televisivo ya estaba fragmentado. Las cadenas privadas habían llegado para quedarse y Lina Morgan llegó a la cadena pública para reventar los audímetros durante cuatro temporadas, a los que hay que sumar algunos especiales, con «Hostal Royal Manzanares» (en la imagen). Con buen ojo, Valerio Lazarov hizo una serie a su medida y ella respondió con creces como Remedios, «Reme», que llegaba a Madrid para hospedarse en un hostal. El ocho de febrero de ese año, arrancó la temporada con 5.4 millones de espectadores, un inicio brutal, aunque hubo picos de audiencia de algunos capítulos que se quedaba al borde de los nueve millones de espectadores y una cuota cercana a los partidos en abierto de la «Champions», con un irrepetible 50 por ciento del «share». Si se prefiere otra comparación, otro de los grandes momentazos televisivos del años, «Las campanadas», logró en 2015, un 45 por ciento de cuota en La 1.

Los especiales de Navidad que protagonizó en aquellos años, centrados en sus obras de teatro también barrían en las audiencias. «Celeste no es un color», emitido el dos de enero de 1997 llegó a los 6,6 millones de espectadores, «Vaya par de gemelas», 5,4 y «El último tranvía», 4,7 millones. Estas cifras son más que estimables si se tiene en cuenta que eran obras que ya habían visto en La Latina centenares de miles de personas.

Sus últimas apariciones televisivas fueron con personajes episódicos en series como «Aquí no hay quien viva», «A tortas con la vida» y «Escenas de matrimonio».