Festival de San Sebastián

La Habana negra de Villaronga

El director catalán lleva al festival de San Sebastián su nuevo filme, un retrato de la pobreza dramática durante el «periodo especial» cubano de los años 90.

Villaronga presentó en San Sebastián su nueva cinta
Villaronga presentó en San Sebastián su nueva cintalarazon

El director catalán lleva al festival de San Sebastián su nuevo filme, un retrato de la pobreza dramática durante el «periodo especial» cubano de los años 90.

Soplan vientos de cambio para la Isla, dicen. El deshielo de las relaciones con EE UU y la política tímidamente aperturista de Raúl Castro, han abierto una espita en la atmósfera irrespirable de un país sumido en la dictadura y la autarquía desde los años 50. Pero ésa, o ésta, no es la Cuba de «El rey de La Habana», la cinta presentada ayer a concurso por el catalán Agustí Villaronga, quien en 2010 dio la campanada con «Pa Negre», ganadora de nueve Goyas. La cinta, adaptación de una novela de Pedro Juan Gutiérrez –autor de la «Trilogía sucia de La Habana»–, plantea un viaje descarnado (negro, no mestizo) de la pobreza a la pobreza sin salir de una ciudad en la que el único recurso de supervivencia es la villanía y la carne propia.

Son los años 90, los del denominado «periodo especial». El bloque soviético acaba de colapsar dejando a Cuba sin aliado exterior, mientras el embargo norteamericano se recrudece. No hay futuro. Y el día a día en la Isla asfixia, sin nada que llevarse a la boca más allá de un trago de ron. La primera visita de Villaronga a Cuba data de aquella época. «Me juré que no volvería a un país tan difícil», dice. Pero lo ha hecho para traer del pasado reciente un pedazo de puro polvo. «El rey de La Habana» narra la historia de Reinaldo quien, recién salido del correccional de menores, tendrá que ganarse la vida ayudado por sus atributos sexuales, al tiempo en que trata de conciliar dos historias de amor paralelas con las buscavidas Magda y Yunisleidy, esta última un travestido que frecuente los cabarets donde el dólar tiene bula.

El director define su película como «un fresco de una época muy dura para Cuba, de un país pobre que se convierte en más pobre aún. Yo intento ofrecer un paseo por esas personas que viven en una sociedad que no aparece tanto en el cine. Pero no es una Cuba inventada». Tan incómodo es el planteamiento de la cinta, que recoge asimismo los estragos causados por el huracán El Niño en el año 97, que el rodaje ha tenido que trasladarse a República Dominicana. Santo Domingo sirvió de molde para las calles y los edificios del Centro Habana, el distrito en el que malviven los protagonistas.

Para Héctor Medina (Yuneisleidy en la película), «es una vergüenza para Cuba que tenga que venir gente de otros países a contar una historia cubana bien contada, incluso con las palabras malsonantes adecuadas y los personajes bien construidos». Una cinta, asegura la actriz Yordanka Ariosa, «que Cuba necesita, con esta profundidad, porque allí hemos visto la misma película muchas veces», ironizó. El actor amateur Maykol David, nieto de la cantante Celeste Mendoza, da vida a Reinaldo, el gran protagonista. Asegura Villaronga que su interpretación de un habanero de bajos fondos se debe exclusivamente a él: «Tuve que ceder mucho a los actores porque los personajes a mí me eran más ajenos que a ellos». ¿Será posible ver el filme en la ciudad que retrata, 20 años después de la época que plasma? «Nuestra idea es poder inaugurar el Festival de La Habana, pero me cuesta pensar que nos dejen», matiza la productora. En cualquier caso, interviene Medina, «el público agradecería ver una obra así porque es una etapa que han vivido». O sobrevivido. Como supervivientes son los protagonistas de la otra cinta de a concurso, la georgiana «Moira», que puso el cierre a la jornada más «social» de San Sebastián frente al «martes loco» con «High Rise», «The Boy and the Beast» y «El apóstata».