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La ley (empresarial) del silencio

Nicolas Silhol debuta con una historia basada en hechos reales de suicidios en el entorno laboral.

Fotograma de «Corporate»
Fotograma de «Corporate»larazon

Nicolas Silhol debuta con una historia basada en hechos reales de suicidios en el entorno laboral.

Tuvo que comprender lo que estaba en juego. Para no ser esquemático, didáctico ni moralista, Nicolas Silhol decidió hablar y entender la complejidad del silencio. Reunió testimonios e hizo de ellos una obra de ficción «respetando la complejidad de cada punto de vista, lo que fue realmente un reto», asegura el cineasta. Silhol es francés y presenta su primer largometraje, «Corporate», con el que pretende que no se olvide lo vivido durante la ola de suicidios en la empresa France Télécom en 2008, gestada a través del miedo.

Emilie Tesson (Céline Sallette) es jefa de recursos humanos de la multinacional Esen, recientemente contratada por su superior, quien le encarga conseguir que algunos empleados renuncien voluntariamente a su puesto, evitando así que la imagen de la multinacional se vea perjudicada por haber despedido a gran número de trabajadores. Se establece un plan, una estrategia basada en el engaño y en la manipulación de «llevar a alguien a tomar decisiones negativas en lo que le concierne», según Silhol. La protagonista realiza su deber con absoluta obediencia, hasta que la estrategia desemboca en el suicidio de uno de los empleados.

«Uno de los engranajes de este terror corporativo es reducir a los individuos al silencio, hacer que se callen porque existe miedo de las consecuencias o porque no hay valor para hablar», explica Silhol. Así, la cinta expone una lucha entre los valores de la empresa y los de una persona. El recorrido de Emilie a lo largo de la cinta representa esta batalla: en el momento en que su trabajo ha provocado la muerte de una persona, se aparta de la empresa para volver a conectarse con sus sensaciones, valores y emociones.

Según el director, la desvalorización de un trabajador comienza con la mentira, «que consiste en trasladar la responsabilidad de las decisiones a los empleados, aunque realmente son decisiones de la empresa». Así, el director expone un proceso en el que la mentira desemboca en el silencio y éste en la presión del empleado: «Es lo que se llama la ley del silencio, todo el mundo se calla y todo el mundo tiene miedo, y en ese momento los efectos negativos y los círculos viciosos se despliegan».

Con su película, Nicolas Silhol invita a hablar, «a decir cuándo uno no está de acuerdo», puesto que, si alguien no lo está, «se va a liberar, se va a romper el silencio y el aislamiento». En la dinámica empresa-individuo, considera el francés, este último tiene las de perder, ya que, el título de la cinta «Corporate», «es una especie de exhortación que utilizan las empresas. Para ellos, hay que ser así, hay que se corporativo, incluso cuando uno no sabe qué quiere decir eso».