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Arqueología

Las musas de Cartagena, de visita en Madrid

Tres pinturas recuperadas en las excavaciones del Parque Arqueológico del Molinete se exponen a partir de hoy en la capital.

Apolo, dios de las artes, normalmente aparecía acompañado de las nueve musas y era representado con una lira, como en este cuadro del siglo I d. C.
Apolo, dios de las artes, normalmente aparecía acompañado de las nueve musas y era representado con una lira, como en este cuadro del siglo I d. C.larazon

Tres pinturas recuperadas en las excavaciones del Parque Arqueológico del Molinete se exponen a partir de hoy en la capital.

Según la mitología griega, las nueve musas que formaban la corte de Apolo –Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore, Urania– y representaban las artes –desde la poesía, la música y la danza hasta la historia y la comedia– eran deidades a las que se rendía culto por ser consideradas «intermediarias entre la sabiduría divina y el aprendizaje humano». Así las describe el historiador y arqueólogo José Miguel Noguera Celdrán, comisario de una muestra temporal que hoy abre sus puertas en el Museo Arqueológico Nacional. Tras un largo trabajo de restauración, la institución puede mostrar orgullosa tres pinturas del siglo I d. C. que fueron halladas entre 2014 y 2015 en el Parque Arqueológico del Molinete, en Cartagena, donde hoy se realiza una de las excavaciones más punteras de España.

Realizados en estuco, en uno de ellos puede verse a Apolo, dios de las artes, y en los otros dos a un par de las musas que normalmente le acompañaban, Calíope y Terpsícore. La primera, musa de la poesía, viste una túnica helénica y sostiene un rótulo, símbolo del arte poético que representa, mientras que Terpsícore, musa de la danza, sostiene una cítara en su mano izquierda. El buen estado de los cuadros sorprende no solo por su antigüedad sino porque fueron encontrados entre los escombros de un edificio que se había derrumbado, llamado el Atrio y construido a mediados del siglo I d. C. Por si fuera poco, la estructura fue reformada dos siglos más tarde, por lo que los investigadores creen que las musas y Apolo fueron extraidos de las paredes que decoraban originalmente y trasladados a este nuevo espacio; de hecho, en sus bordes aún pueden verse las juntas con las que los instalaron en los nuevos muros. Fue posible establecer la fecha exacta de este segundo edificio gracias a un texto conmemorativo, también expuesto en la muestra, que marca la de su creación: año 218 d. C.

Según Noguera Celdrán, el hallazgo de estas tres pinturas, realizadas por artesanos posiblemente itálicos y venidos a Cartagena especialmente para hacerse cargo de estas obras, sugiere que el edificio del Atrio fue originalmente un espacio de culto dedicado a los dioses Isis y Serapis. Visto de este modo, podría haber existido allí un «Museion», es decir, un precursor del concepto actual de museo, espacio donde se veneraba a Apolo y a las musas y que también cumplía la función de centro de encuentro para las personas vinculadas con la cultura. Noguera sugiere que incluso pudo existir allí una biblioteca: «Ya que estas eran espacios donde se depositaban de manera sacra los libros sobre la cultura del mundo antiguo para que estuvieran bajo el cuidado de las musas».

Repensar la Historia

El descubrimiento de un «Museion» en Cartagena –conocida durante el imperio romano como Cartago Nova– obliga a repensar la idea establecida hasta ahora de que entre los siglos II y III la ciudad se encontraba sumida en una profunda crisis. Por eso mismo, el comisario asegura que «estos materiales acrecentan notablemente el conocimiento histórico de la colonia romana Cartago Nova y el patrimonio cultural de Cartagena, donde se inaugurará el futuro Museo del Molinete, a donde será trasladada la muestra». Efectivamente, las musas y Apolo se encuentran en Madrid solo hasta el 9 de diciembre.