El viejo (la niña) y el mar

Nicos Cavadías (1910-1975) nació en Manchuria, hijo de un matrimonio griego originario de Cefalonia. Su vida estuvo marcada por la poesía, el mar y los viajes. Siendo joven se enroló en un carguero y tras la Segunda Guerra Mundial se volvió a embarcar y viajó durante el resto de su vida trabajando como operador de radio. Conocido como «el poeta del mar» encontró en sus viajes la fuente de inspiración para sus poemas, su única novela larga, «La guardia», y este inolvidable relato breve que narra el encuentro de un marinero con una niña china. El marino llega al puerto de Hong Kong donde debe esperar diez días hasta cambiar de barco. Una niña de diez años llamada Li se ofrece como sirvienta a cambio de comida. Vive en los sampanes, como tantos miles de hongkoneses que pueden pasar toda su vida sin pisar tierra firme.

Cavadías describe los hechos y las personas con un estilo breve, casi telegráfico y deja que el lector ponga los adjetivos. Las niñas son vendidas por sus familias para trabajar como prostitutas y cuando el marino y Li pasan el día en la ciudad, se comprueba hasta qué punto la miseria, la suciedad, el hambre y la enfermedad dominan la vida de miles de personas. Li, delicada, dulce, sabia, surge de esa sordidez y su ágil subida al barco desde el saipán, cargada con su hermanito en la espalda, parece simbolizar la fuerza de la belleza y la bondad para abrirse camino desde el fango. Pero el rudo marino griego no hace juicios de valor, los momentos intensos se definen por sí mismos y no sabemos cuánto hay de autobiográfico y de ficción en este relato llevado al cine en 1995 y que transmitía la aguda sensación de nostalgia y el deslumbramiento ante la pequeña Li que siente el lector ante este magistral relato.