J. K. Rowling se hace adulta
La autora de la saga de Harry Potter debuta en la novela negra
La última novela de J. K. Rowling se publicó con el pseudónimo de Robert Galbraith. El experimento fue un éxito para la autora de la saga de Harry Potter. Tuvo excelentes críticas, algo bastante improbable si la hubiera publicado con su nombre. Durante tres meses, la editorial mantuvo que Galbraith era un autor novel y permitió que la novela fuera relegada al montón de novedades que carecen de apoyo publicitario, vendiendo unos miles de ejemplares.
J. K. Rowling estaba encantada con el experimento. Demostraba que ser un autor famoso es una desventaja a la hora de demostrar su valía, especialmente cuando se cambia de género y de público. Haber triunfado escandalosamente en la literatura infantil le impedía abordar el género policiaco adulto sin los condicionantes de la fama. El secreto se mantuvo hasta que la editorial decidió revelarlo y las ventas se dispararon, así como las traducciones, como en cualquier otra operación comercial.
En verdad, Rowling es una excelente cuentista, una narradora que domina el oficio y sabe crear personajes y situaciones singulares dentro del marco de la novela de misterio con trama policíaca, como viene demostrando con sus fantásticas novelas de Harry Potter. Es una eficaz fabuladora de un subgénero típicamente inglés, el «whodunit»: quién lo hizo.
En «El canto del cuco» despliega su muy elaborada magia para crear unos personajes ciertamente atípicos. Tanto el detective con prótesis Strike como Robin, la secretaria eficiente, rememoran la química de Sherlock Holmes y el doctor Watson, pero insertos en el mundo actual de las «celebrities» y los paparazzi. No es difícil adivinar en la modelo Lula Landry una fusión literaria de Amy Winehouse y Kate Moss, ambas ligadas a novios broncas con problemas de drogas.
Atmósfera londinense
El mundo del cine más casposo y los famosos de la noche, un ambiente que Rowling conoce bien, es el telón de fondo de la trama, pero donde destaca la novelista es en la descripción de Londres y la atmósfera de sus calles, que juegan un papel esencial en la curiosa y muy elaborada trama policíaca en la que nada es lo que parece y resulta difícil saber dónde acabará la intriga. El resultado es insuperable. Tanto, que ya prepara la segunda entrega de Corcoman Strike y Robin, dos personajes cuajados en la estela de Perry Mason y su eterna secretaria Della Street.