La otra vida del iluminado Tesla

Fue el genio que inventó el siglo XX. Domeñó la corriente alterna, sus descubrimientos permitieron iluminar grandes ciudades, enviar la electricidad a miles de kilómetros y construir la primera central hidroeléctrica en las cataratas del Niágara. Electromagnetismo, robótica, balística, mecánica... Ninguna disciplina le fue ajena. Ni siquiera la Física, que le permitió poner en tela de juicio algunas de las teorías de Einstein. Pese a todo, no solo malvivió económicamente, sino que vio cómo era otro quien recibía el Nobel apoyándose en anteriores patentes suyas. Hablamos de Nikola Tesla, el hombre que concibió una versión de la actualidad mucho mejor que la que hoy tenemos. Aquella máxima de que tarde o temprano la genialidad se abre paso, cobra cuerpo con la existencia de este visionario cuya leyenda empezó a fraguarse el 7 de enero de 1943, cuando murió en la habitación 3327 del hotel New Yorker, y –según teorías «conspiranoicas»– el FBI confiscaba sus notas. Precisamente en esa misma habitación, doce años antes de su fallecimiento, arranca la trama de esta novela. Estamos en un Nueva York ucrónico donde los hechos transcurren en una realidad paralela. El «punto Jombar», el acontecimiento clave que determina esta modificación de la historia, pasa porque en 1931 las ideas del servocroata se han llevado a término a diferencia de lo que ocurrió en realidad: la transmisión inalámbrica de la electricidad ha posibilitado un mundo sin contaminación, la energía es libre y la evolución tecnológica abastece al planeta gracias a un sistema de torres, la Red Mundial. En ese universo alternativo, personajes reales como Marconi o el banquero Morgan coexisten junto a nuestro protagonista, el joven Edgar, que sueña con ser piloto. Mientras ejerce de mensajero descubrirá la gran mentira fraguada desde el poder: que Thomas A. Edison no es el padre todopoderoso que ha proporcionado el desarrollo del planeta... El verdadero artífice está recluido en un hotel sin que nadie sepa de su existencia.

Por ello, se involucrará en la organización que intenta rescatarle del olvido, al tiempo que una escisión integrista de esos «teslianos» prepara un atentado el día del funeral del «mago de Menlo Park» para destruir la Red Mundial y precipitar el mundo civilizado hacia el caos. Estas páginas son un regalo para el lector, un tributo a Tesla y un ajuste de cuentas emocional del propio autor. Una biografía imposiblemente posible, con hechuras de ciencia ficción, ritmo narrativo torrencial, minuciosa documentación, hábil intriga y una gestualidad literaria con ecos de todas las grandes plumas que han transitado por el noble género del entretenimiento.