Literatura

Roma

Pasolini, más allá del deseo

Pasolini, más allá del deseo
Pasolini, más allá del deseolarazon

Cuando se acerca el 40 aniversario de su asesinato y Abel Ferrara ha finalizado el rodaje de su película sobre el cineasta, interpretada por Willem Dafoe, Seix Barral recupera dos elegías a la juventud, un par de textos dedicados al «eros homosexual» en sendas piezas exquisitas tocadas por la gracia. Dos entregas con idéntico leit-motiv que navegan de «la pena», «la cadena perpetua» y «el pecado», a la preeminencia de la alegría. La contradicción entre la imagen pública de las personas de buena reputación que disfrutan de placeres privados poco entendidos. Pero, tanto en «Actos impuros» como en «Amado mío», la intención de Pasolini es suspender por un momento la pulsión erótica y sustituirla por la captura de la pasión profunda que sólo se alcanza a través de la belleza.... Porque, para él, la belleza era una cuestión de vida o muerte.

Rompiendo censuras

Se estima que el cineasta abordó ambos textos entre 1946 y 1948, aunque sólo vieron la luz de forma póstuma en 1982, previo consentimiento de sus herederos y no sin el denodado trabajo filológico de Concetta D'Angelo. Estamos en Casarsa (Friuli), lugar de nacimiento de su madre y única «patria» del artista criado en el nomadismo de una familia que no cesaba de mudarse de ciudad. Aquel espacio terminaría siendo una suerte de arcadia rural, pura y bucólica, una geografía poética que le empujó a escribir en friulano, no sólo por amor al dialecto, sino también por provocación hacia un fascismo que prohibía los idiomas locales. Allí vivió lo que denominaría «la vejez de la infancia» a sus trece años y descubrió su sexualidad cuya pulsión había experimentado desde la niñez, como explicará en el pasaje conocido como «Teta Veleta» –«la veneración por las piernas de los adolescentes, especialmente la parte convexa del interior de las rodillas, donde al doblarse los nervios se tensan en un gesto elegante y violento»–. Ahí descubrió que se trataba de un sentimiento sexual a medio camino entre el cosquilleo, la seducción y la humillación.

Si sumamos «el amor prohibido» a su tremenda sensibilidad pictórica, su inclinación hacia el terruño friulano y su pasión por los «ragazzi di vita», el «lumpenproletariado» romano que con tanta frecuencia encontraríamos en sus películas, el resultado son estas dos bellas piezas escritas con la fuerza de un estoque. Pasolini sabía que el contenido de sus dos historias tenía demasiado voltaje para la época, pero para él el exceso de polémica nunca fue motivo para retroceder ni un ápice, («escandalizar es un derecho, como ser escandalizados es un placer», sentenció). Vivía la pasión de dentro hacia fuera, y así lo volcó en el cine, la literatura, la pintura o la poesía, al igual que en su militancia política, que molestaba a un bando y a otro. La vigencia de muchas de sus ideas (como sus despiadadas críticas contra la sociedad de consumo, a la que acusaba de haber empobrecido a Italia al imponer la misma cultura uniforme pequeño-burguesa) y su compromiso intelectual y artístico no han perdido a día de hoy altura moral.

En estos dos relatos vertió parte de esa tensión vital y pasional, y de forma muy especial en «Actos impuros». De corte autobiográfico, abunda en su faceta más oscura y secreta. La narración, que oscila entre la primera y la tercera persona, se nos presenta en forma de diario, donde el protagonista es un maestro desertor durante los años de la guerra que está refugiado en casa de su madre en una pequeña ciudad de Friuli. Asistimos al descubrimiento de su homosexualidad y su pasión por la inocencia del joven Nisiuti. Aunque el maestro está sumido en el temor al escándalo de ser descubierto, su deseo de «probar» es demasiado fuerte. Una pasión por la piel joven de su mismo sexo, que el 15 de octubre de 1949 llevaría a Pasolini a ser señalado como corruptor de menores. Fue el comienzo de una humillante retahíla judicial que modificaría su vida. Muchos juicios seguirán a éste, y es lícito pensar que de no haberse producido el primero, no habría habido posteriores escarnios. Los padres de los menores jamás le denunciaron, pero su postura de intelectual comunista y anticlerical le convertía en un blanco vulnerable. Aquellos hechos le llevaron a ser expulsado del PCI, así como del instituto donde impartía clases.... Incluso la relación con su madre se agrietaría temporalmente, aunque era su única aliada anímica frente a un padre militar, fascista, tiránico y violento. Ante semejante escenario decide trasladarse a Roma, donde comenzaría una nueva vida.En «Amado mío» reverbera el personaje interpretado por Rita Hay-worth en «Gilda»... Regresamos a su «arcadia». Vacaciones, amor consumado en pocos días de canícula, baile y playas. Destellos y trazos de pasión veloz, tórrida, que termina con la promesa de retomarse un año después en el mismo escenario.

Un crimen sin resolver

Asistimos a temores, celos, ansiedad, amor secreto. Una historia que exuda una sensualidad que procede de la elección de las palabras, las descripciones que crean el efecto de voyeurismo erótico negado... Dos novelas en las que Pasolini se habla a sí mismo de su dificultad para ser aceptado por su homosexualidad. Para los poco familiarizados con el universo del cineasta, leer estas páginas será una sacudida emocional porque abarca el arte total, se desnuda con exquisitez elevada, sirviéndose tanto de un lirismo extremo como de un premeditado arcaísmo. Hasta su muerte, el nombre de este notable escritor y venerado realizador era sinónimo de escándalo, hasta el punto de ser objeto de treinta y tres procesos dirigidos a tratar de silenciar su pensamiento crítico y polémico, la voz de una conciencia que denuncia aquello que le provoca indignación... Una voz que silenciaron la noche del sábado 2 de noviembre de 1975, cuando se dirigía en su coche a buscar compañía y terminó en los brazos de un golfillo de diecisiete años. ¿Fueron uno o varios los autores? ¿Crimen pasional o político? ¿Crimen de Estado? Hasta el día de hoy, el único que asegura saber la autoría del asesinato es el realizador Abel Ferrara... Pero con una película a punto de ser estrenada en la Mostra de Venecia tiene pocos visos de credibilidad.

ÁNGELES LÓPEZ