Buscar Iniciar sesión

Qué buen rollito, Legardinier

larazon
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

Creada:

Última actualización:

Quien quiera saber cómo se fabrica un «best-seller» sólo tiene que leer las cuatro últimas novelas de Gilles Legardinier. Escritor de libros juveniles y varias novelas policiacas, Legardinier decidió un buen día escribir «Mañana lo dejo», una novela un tanto loca, al modo de «El diario de Bridget Jones», urgido por la apremiante necesidad del amor en un mundo de emociones reprimidas. Pero el núcleo diferenciador de su literatura es el chute de endorfinas que producen sus novelas. Tanto es así que en Francia han catalogado sus libros con la etiqueta «feel-good». Ese buen rollito que hace feliz al lector, contagiado por la simpatía de sus protagonistas, que cambian de vida con la misma naturalidad que éste recibe esas buenas vibraciones que contagian sus obras.
Cambiar de vida
En todas ellas, el protagonista siente la imperiosa necesidad de cambiar, de adaptar su resignada y gris existencia a una nueva, en la que acaba reformulando radicalmente su vida. Tras el cambio, cuantos le rodean se verán afectados positivamente. Se irán trasformando hasta aceptar con alegría los vaivenes de la vida, su inexorable destino y aquello que nos hace mejores y más solidarios con nuestros semejantes. Estamos en el mundo lejano pero no extinto de la «abuelita» Frank Capra en «¡Qué bello es vivir!». Optimismo a raudales, sensibilidad y emociones controladas por la mente cartesiana de Legardinier, que sabe mantener sus novelas en el rango donde la emoción, el humor tierno, el sentimiento amoroso y la razón se entrecruzan.
«Días de perros» es una revisión de la parábola del buen samaritano bíblico. Los personajes viven en un estado de resignación. Son personas heridas por la pérdida de sus seres queridos y una pena que se manifiesta en forma de humor ácido no exento de ternura, que renacen a la ilusión con la llegada del personaje catalizador. Un ejemplo típicamente francés sería el compasivo y generoso protagonista de «L’auvergnat», de Brassens, que ayuda al prójimo cuando todo el mundo le ha dado la espalda. El presente libro es el tipo de literatura repleta de verdades sencillas y amor a ese prójimo que destila algo que parece prohibido expresar en la literatura posmoderna: la bondad. Suena cursi, fuera del tiempo actual en el que se prima el cinismo y la condescendencia en la faceta más agria y nihilista y no la ayuda desinteresada y el apoyo moral.
Las novelas de Gilles Legardinier son perfectas para leer en tiempos de crisis. Levantan el ánimo. Refuerzan sus sentimientos positivos y consiguen el consuelo de convertir el pequeño mundo que nos rodea en esa familia extensa que nos falta cuando las cosas se tuercen y nada parece tener sentido. Por eso sus ventas son millonarias. ¡Su lectura es un chute de entusiasmo!