Sofi Oksanen: el fenómeno finlandés «invade» Estonia
La escritora más leída de Finlandia relata en su tercera novela la vida de los estonios entre las sucesivas invasiones que sufrieron durante los años 40
Si con tan sólo 36 años te conviertes en la escritora más leída de tu país es para ponerse nervioso. Sin embargo Sofi Oksanen se toma la vida con cierta filosofía, y demuestra pasión cuando habla de sus obras. La autora presentó esta semana en Madrid su tercera novela, «Cuando las palomas cayeron del cielo» (Salamandra), rodeada de ese halo de misticismo que despide su estética gótica. La escritora, finlandesa de madre estonia sabe que «se escribe mucho de la historia reciente de Estonia, pero suelen ser libros de texto, biografías y memorias» por lo que a los autores no les interesa, y «la literatura no se está utilizando como medio para hablar de ella», y cuando se hace, siempre se refiere de manera recurrente a la época medieval y la de los zares. Aun así ha encontrado su propio espacio ya que «cada vez que he publicado un libro es la novela más vendida del año» y todavía le queda un título más que se centra en las sucesivas invasiones sufridas por el país báltico antes y después de la Segunda Guerra Mundial, «aunque escribiré de otros temas».
Sofi Oksanen se niega a enmarcarse dentro del realismo «sucio» debido a su lenguaje directo, y siente que «mi lenguaje es bastante poético». El mundo en el que se mueve requiere de mucho tiempo dedicado a la investigación: «Al empezar a escribir este libro tenía muy claro que iba a escribir sobre los años 40, y que el tema principal iban a ser las ocupaciones sucesivas de Alemania y la Unión Soviética». En el año 2009 descubrió a una persona que era perfecta para el argumento: «Al descubrirla influyó en la dirección que tomó todo el relato». Para conseguir la documentación necesaria para aportar los datos del hilo conductor «no me han puesto pegas, se tiene acceso a la mayoría de los datos, pero no a todos. En el Archivo nacional de Estonia tienes una serie de libros que se han publicado que son una recopilación de los servicios secretos tanto de Alemania como de la Unión soviética y que luego han sido traducidos al estonio». Pero reconoce que «he estado indagando cuantos trabajadores tenía la KGB en Estonia o cuantos estonios estaban trabajando para ellos y esas informaciones son imposibles de obtener».
Tallin, capital de Estonia, año 1941, el ejército rojo está a punto de retirarse del país empujados por los alemanes en nombre de la independencia total, ahí transcurre la novela. Muchos habitantes se debaten entre aliarse con los nazis o esperar a que llegue el siguiente invasor. «El tomar partido por nadie para los estonios, era estar de parte de Estonia. También es verdad que lo que querían era volver a tener la independencia de la que habían disfrutado antes brevemente, y de hecho, durante la ocupación alemana se les prometió oficialmente que se independizarían», explica Oksanen. El argumento gira alrededor de tres personajes, Roland, y el matrimonio que forman Juudit y Edgar. Cada uno se enfrenta a la Historia a su manera. «Había gente que se lo creía, gente que no lo hacía y la que de alguna forma se lo quería creer». Pero los invasores causaban estragos entre familias y amigos que se entregaban al poder del silencio. «En el 39 ya había bases soviéticas en Estonia, después fue ocupada totalmente, y en el 41 llegan los alemanes. Todos quieren matar a los que estaban antes. Estaban en guerra permanente y por lo tanto nadie decía nunca nada para no meterse en más líos con los anteriores o los siguientes», desvela. Aun así la escritora matiza rotundamente que «no existe una añoranza soviética en Estonia. Lo que sí se puede encontrar es gente que se sentía más segura, que tenía ventajas sociales y ahora buscan volver a esa situación porque eran privilegiados».
Sus personajes, aunque «obviamente algo mío puede llegar hasta ellos, están construidos para esa historia que se está contando» y se mueven en un mundo de sentidos donde el lector puede experimentar el olfato y el oído de manera amplificada. «En realidad no he separado los sentidos para decir ahora voy a utilizar este y ahora este otro. Hay cosas que se separan por su propio pie y en el cine o en el teatro no puedes expresar el mundo olfativo, entonces le concedo más importancia», cuenta la autora. El personaje principal femenino, Juudit, tiene un motivo clásico para moverse en un mundo de militares y guerras: «Su leitmotiv es su matrimonio infeliz. Ella había puesto grandes esperanzas en él, lo que le convertía en el candidato perfecto, y cuando resulta ser un fracaso y su marido es movilizado por el ejército ruso, ella se encuentra en una situación única. Porque cuando a tu marido le llevan al frente obligado, tú deberías estar afligida, pero ella se ve como la única mujer que no está pasando ninguna tristeza; casi se siente antipatriótica. Está prácticamente dispuesta a enamorarse del primero que se le ponga por delante, y resulta que es una alemán, ¡pues
qué le vamos a hacer!
Mucha de la información sobre el estilo de vida del báltico en los años 40 no es pura documentación académica. «En el mundo occidental cuando estás investigando se da importancia sólo a los hechos que están comprobados y documentados. Pero luego tienes otros países donde lo que se cuenta, los hechos oficiales, mienten y las estadísticas no son verídicas; la información oral es más fiable», matiza Sofi Oksanen. En ese lado se encuentra la recurrente referencia a la aparición de las ratas en la novela: «Es una creencia popular que los ratones presagian la muerte. Son metafóricas y simbológicas y en Estonia siguen mucho más arraigadas que en otros países porque durante la Unión Soviética, no había médicos ni muchos medicamentos y recurrían a los sanadores. Ahora con la independencia, la economía no está tan boyante, pero ahora hay médicos pero se marchan con su título porque los sueldos son muy bajos y otra vez vuelta a los sanadores».