Todas las mujeres del señor Watanabe
Cita varias veces Neuman en su novela el tradicional arte japonés del Kintsugi: cuando una cerámica se rompe, los artesanos insertan polvo de oro en cada grieta. Las fracturas quedan expuestas en vez de ocultas y pasan a ocupar un lugar central en la historia del objeto. Aquello que ha sufrido daños y sobrevivido puede considerarse entonces más valioso, más bello. Una hermosa metáfora que sirve como referencia para acercarnos al inolvidable protagonista, el señor Watanabe, un superviviente de Hiroshima, donde perdió a sus padres y sus hermanos, que vive en su vejez el tsunami que sacudió a Japón el 11 de marzo de 2011 y que causó graves daños en la central nuclear de Fukushima. La historia se inicia con esta catástrofe que no solo removió placas tectónicas, sino también las de la memoria del protagonista.
Vaya por delante el reconocimiento de la estructura tan bien armada de esta novela. Neuman quiere hablar de Hiroshima y de la energía nuclear, y por supuesto de las víctimas, pero también quiere recordar otras «fracturas» colectivas sufridas a lo largo del siglo XX ymostrar cómo el dolor del pasado condiciona para siempre el futuro, hay cicatrices que no se borran y la espalda de Watanabe, marcada para siempre un 6 de agosto de 1945, es una muestra evidente y dolorosa que explica el silencio del protagonista.
Mujeres que amaron
Para abarcar tanto el autor hace saltar a Watanabe, directivo de una compañía japonesa de Televisores, del París de los años sesenta al Nueva York de la guerra de Vietnam, del Buenos Aires de los años ochenta al Madrid de los noventa. En cada una de estas urbes hay una mujer que le amó y que describe con detalle las peculiaridades del protagonista. Con todas ellas se pone en contacto un enigmático periodista argentino que también intenta, sin lograrlo, contactar con Watanabe. Alternando el presente y el pasado, viajando por el siglo XX y lo que llevamos del XXI (ya sabemos lo que le gusta al autor viajar en el tiempo) Neuman nos acerca a un protagonista al que vamos conociendo de forma tan profunda que su dolor y sus pérdidas emocionan, sobre todo en algunos momentos finales.
Desolación en Fukushima
La descripción de los efectos de la energía nuclear es sobrecogedora, no falta una detallada explicación de los efectos de la explosión de Chernóbil, de la desolación en los alrededores de Fukushima y de la responsabilidad de los respectivos gobiernos. Pero aun siendo esto mucho, cabe mucha más vida en esta obra. Hay humor, gracias sobre todo a alguna de las mujeres de su vida, reflexiones sobre la forma de amar con el paso de los años. También hay ternura, y haikus y proverbios zen, hay mucho «polvo de oro» en este libro que vuelve a demostrar que es un novelista con una gran capacidad de seducción.